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09 de agosto de 1979

No.

Él había dicho algo mal. Lo que dijo no era cierto.

El "creo" realmente no formaba parte de esa oración. ¿No es así? Aunque dijera esa palabra para evitar arruinar todo en caso sus sentimientos no sean correspondidos, hacía ya mucho tiempo que el "creo" dejaba de formar parte de esa oración.

Pero quizás si decía eso, Jungkook no se enojaría del todo. Quizás como era una media confesión, solo estaría medio enojado después de eso.

Pero, aunque pequeña, la posibilidad de que fuera correspondido existía. Si eso sucediera, ¿entonces Jungkook solo sería medio feliz? ¿Si quiera se pondría feliz?

No podía detener el hilo de pensamientos que comenzaba a desatarse dentro de su cabeza. Pero aun así, lo ignoró. Correr era una buena opción. Después de lanzar una verdad que podría no tener una buena reacción, correr sonaba como una buena idea.

"Taehyung-"

"No. No creo que me gustas." Dijo, levantando la mirada para posarse en los ojos del menor. "Me gustas, Jungkook. Y no te lo digo como amigo."

Jungkook lo miraba sin parpadear y sin decir palabra alguna. Y esa tranquilidad estaba matando de nervios a Taehyung. Si iba a botarlo de su casa lo podía hacer ya. Si iba a gritarle lo podía hacer ya. Si se iba a enojar lo podía hacer ya. No tenía por qué esperar y mirarlo con una cara tan neutral.

Cerró sus puños y ojos y esperó algún tipo de reacción. Pero pasaron los segundos y no sintió ningún golpe o insulto. Solo sintió una caricia en su mano y la fuerza con la que apretaba el puño cedió.

"¿Tae?"

"Ya sé, es extraño porque eres mi amigo y- Y yo solo debería no pensar mucho en ello. También por el hecho de que seguramente muchas chicas de tu salón querrían salir contigo porque eres bueno en todo e increíblemente lindo y- Y yo no sería nunca mejor que alguna de ellas."

"Hyung, ya eres mejor que ellas. Ellas ni si quiera fueron una opción."

"Jung-"'

"No me importa si lo dices de mera confusión y no me tomas tan en serio. Pero a mí me gustas, Tae. Y no desde hace poco tiempo." Sonrió y evitó su mirada por unos segundos, mientras que un leve sonrojo se posaba en sus mejillas. "Diría que ya van unos doscientos días." Rio. "Hyung", Jungkook llamó. "Está bien. Todo está bien. ¿Sí?"

Taehyung mordió el interior de su labio y tiró de la camisa de Jungkook para abrazarlo.

Solo había tenido que decir esas palabras hacía unas mil doscientas treinta y cuatro horas y se hubiera facilitado la un poco su existencia.

Taehyung se separó para acariciarle el cabello al menor, pero él seguía ocultando su rostro. Como si la valentía de hacía solo unos minutos se hubiera esfumado. Y eso era algo que el rubio encontraba muy tierno.

Luego de unos segundos, la voz de Jungkook se oyó —aunque algo ahogada, porque seguía ocultando su rostro en la polera del mayor—: "Hyung, ¿entonces sí te vas a quedar aquí conmigo?"

Taehyung asintió y tomó su mano. "Claro Jungkookie. ¿Quieres que me quede? Hyung se quedará."

Su padre no le diría que no le daba permiso, además, en unos meses cumpliría dieciocho. Sí, ni él mismo se lo creía. Cumpliría dieciocho y aún dudaba si la hornilla de la cocina se tenía que girar primero o si debía poner el fósforo antes. Pero ahora quería poder ser alguien que pudiera ser capaz de cuidarse a sí mismo para poder cuidar a la gente que lo rodeaba.

The Last Wish | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora