🧸• ̖́‧♡ ¡Osɪᴛᴏ ᴇɴ ᴄᴀᴍɪɴᴏ! • 𝘙𝘶𝘣𝘦𝘨𝘦𝘵𝘵𝘢 ཻུ۪۪⸙ [PAUSADA]

ᥣᥣᥱgᥲძᥲ

Samuel.

Willy, Rubén y yo caminamos cargando muchas bolsas llenas de comida, acabamos de comprar bastantes ingredientes para preparar un banquete para todo el pueblo, esto con el objetivo de dar la bienvenida a los nuevos vecinos que llegarán el próximo día.

-Vaya que todo el pueblo está emocionado como nunca antes. -Menciona Guillermo dejando las bolsas en una banca.

-Ni lo digas, incluso los ancianos del pueblo están felices, hace bastante que no se mudaba nadie, pero sobre todo están felices por el regreso de Frank. -Yo hago lo mismo.

Guillermo hace una mueca de disgusto y toma asiento.

-Escuché que volverá, hace años que no lo veo... Claro, no es como que me importe. -Añade la última frase rápidamente.

-Debe estar muy cambiado, la última vez en que lo vi teníamos 17 años y él 18, me pregunto como es ahora.

-Seguramente sigue siendo el mismo gilipollas.

Suelto una leve risa y también tomó asiento.

Noto que Doblas mira fijamente a una misma dirección, ahora que lo pienso, no ha dicho nada en todo el camino lo cual me parece extraño, el casi no suele estar callado.

-¿Qué opinas Rubén?

-¿Eh? -Contesta rápidamente saliéndose de sus pensamientos. -Ah, sí, está bien.

Guillermo ríe a carcajadas burlándose de él, obteniendo instantáneamente un reclamo proveniente de Doblas. Mientras ellos "discuten" yo intento buscar que era lo que veía tan atento y sonriente , pero no logro encontrar nada, amenos que...

-Cariño. -Ambos se detienen y Rubén me pregunta que sucede. -¿Estabas viendo a esos niños jugar, no es así?

Señalo a un pequeño parque que se encontraba muy cerca de nosotros donde había varios niños jugando, no comprendía a la perfección porque, pero de alguna manera durante estos seis años de relación he logrado comprender lo que a Rubén le gusta, no le gusta, lo que le llama la atención o lo que simplemente lo aburre, incluso si no puedo entender la razón.

Rubén se pone un poco rojito, amo verlo de esa manera.

-Ehh.. Sip. -Dice mientras juega con las mangas de su sudadera.

-Que puto miedo Rubén Dobluque, ¿Por qué sonreías de esa manera si solo estabas viendo a niños? -Pregunta Guillermo en un tono burlón.

-¡Guillermo! Que asqueroso de mierda. -Doblas suspira y me dirige la mirada. -Solo me hace ilusión ver a niños jugando y recordar como jugaba con mis amigos cuando yo era uno, es todo.

Yo sonrío y me acerco para darle un pequeño beso en la mejilla, cosa que también hace sonreír a Rubén.

-Bueno parejita, yo me voy retirando, iré a llevarle esto a Luzu y al otro cocinero ese que ayudará, pasadla bien sin mi.

Guille tomó las bolsas y se fue dejándonos solos. Decidimos seguir sentados un rato más para descansar un poco de la caminata y la carga tan pesada, sin embargo, a pesar de ya haberle mencionado lo distraído que se notaba, Rubén volvió a poner toda su atención en aquel parque.