𝑀𝑎𝑦𝑜𝑟𝑒𝑠• 𝐴𝑛𝑡𝑜𝑖𝑛𝑒 𝐺𝑟𝑖𝑒𝑧𝑚𝑎𝑛𝑛

▫️Cap. Ocho

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Días después:

B r i a n d a :

Estaba en la cafetería de la escuela haciendo una videollamada con mi madre, estaba tratando de ser fuerte para no romperme a pedazos.

Hace mucho que hablábamos solo por mensajes debido al cambio de horario y agenda de ambas, por fin ella se pudo hacer un espacio para hablar.

— Entonces amor, ¿ algún pretendiente? — la escuché preguntar mientras comía una uva que había en un plato, reí.

— ¿ Papá te envió a preguntar eso? — se río también

— Sabes que si, aunque también quiero saberlo.

— No hay nadie mamá, son sólo amigos. El tiempo me consume y salgo a divertirme, pero sólo eso.

— ¿ De verdad no te gusta alguién? — volvió a preguntar

Si, Antoine

— Nadie, nadie — mentí — Pero no vine a buscar novio, si no estudios — asintió

— Es tu vida, eres joven y te respeto.

— ¿ A que te refieres? — pregunté con curiosidad por su respuesta

— Que a tu edad todos cometemos locuras, tu estás enfocada en algo y es respetable. Yo no soy quien para decirte que hacer o no, estoy dejando que hagas y te equivoques si es necesario para que aprendas de la vida, sencillo como eso.

Sonreí con algo de nostalgia, había olvidado un poco lo que era tener una charla así con mi madre.

Ella siempre había sido así, relajada y ajena a la vida de los demás. Se preocupaba por vivir su vida junto a papá y dejaba vivir a los demás, justo como me lo había dicho.

— No quiero equivocarme— dije con un nudo en la garganta

— ¿ Entonces que sentido tendría la vida si somos tan rectos? — me miró con obviedad a través de la pantalla. — Brianda, la vida no siempre puede ser perfecta por que en realidad, no existe lo perfecto en esta vida. Siempre hay problemas, dificultades, errores, todo eso que nos hace ser más fuertes y mejores personas. Así que deja de preocuparte por si haces algo malo o no, disfruta y aprende de la vida mi amor.

Cualquier madre habria dicho que si, debíamos hacer y vivir todo con perfección. Pero no era el caso de mi madre, ella era una madre bastante moderna y relajada. Trataba de entender a las personas, de no meterse en su vida y yo lo apreciaba, por que de verdad me estaba enseñando a que no debía meterme tanta presión a mi misma.

Lamentablemente no podía hacer caso a sus consejos, tengo la maldita costumbre de siempre matarme pensando en una cosa. Me estreso pensando en una solución y llegar a nada, siempre termino llorando y cuando me calmo, el panorama se aclara. He aprendido que todo tiene solución menos la muerte, solo soy yo enfrascandome en cosas sin sentido como ahora

Desde que descubrí que Antoine me gusta, casi no quiero llegar a casa. Erika ya ha preguntado si todo va bien, le he dejado claro que si. Ella se preocupa por que paso mucho tiempo fuera de la casa, solo llegó por las tardes y me encierro en la habitación. Antoine no se pronuncia ante la situación, es como si realmente le valiera lo que pasa conmigo y hasta cierto punto lo entiendo, después de todo no es como que yo haya marcado algo en su vida.