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- Nunca más volveré a hacer un trato con una entidad misterios, lo juro.- Takemichi se lamentaba mentalmente mientras aun observaba su brazo con aquella cicatriz enorme que cubría desde su hombro  hasta su muñeca interna, no sabia como lo lograría ocultar.

Un golpe en la puerta hizo que saliera de sus pensamientos cubriendo rápidamente su brazo mientras trataba de recordar quien podría ser la persona que estaba tocando su puerta.

- Takemichi, pequeño hora de levantarse.- Una voz grave se escucho atreves de la puerta de su habitación haciendo que el menor se congelara en su cama.

Si, lo vuelve a confirmar no confiaría en esa mujer nunca más en su existencia; que había echo para merecer aquel destino, no lo sabía pero prefería no preguntar.

- Claa..a..ro papá- Aunque intentara hacer que su voz sonara normal, solo logro que saliera entre cortada haciendo que se preocupara el mayor detrás de la puerta.

- ¿Estas bien hijo?- Se notaba la preocupación en la voz del hombre eso solo causo que las lagrimas de dolor y culpa salieran de los ojos del "niño".

Demasiados años sin escuchar a su padre estaban haciendo estragos en su mente; los recuerdos de las peleas, el odio que le había profetado cuando decidió volverse pandillero, aquella bofetada, jamás olvidaría eso aunque lo deseara con todo su corazón al igual que la ultima noche que lo vio con vida, ese era el recuerdo más doloroso que guardaba su corazón y en su mente, el momento en el cual su familia se fracturo.

La puerta fue abierta dejando pasar a un hombre de unos 25 años, alto con cabello negro y unos ojos azules cual cielo despejado pero en ellos el brillo que mostraba no era un brillo común.

Takemichi deseaba que su padre se fuera aun no estaba preparado para afrontar aquella cara eso solo hacia que temblara cada vez más y las lagrimas no pararan de caer por su cara. Aun no quería ver la cara que había olvidado al paso de los años.

- Mi pequeño héroe, que te tiene tan triste- Con delicadeza se sentó en la cama mientras lentamente pasaba su mano por la espalda de su hijo buscando calmarlo- ¿Le quieres contar a Papá?.

Takemichi no podía más, su corazón frágil no podía aguantar aquellas palabras; las lagrimas solo aumentaban mientras se abrazaba a si mismo. No sabia si podría contarle a su papá lo que le ocurría pero necesitaba sacarlo de su interior así que con todo el valor que podía llegar a tener.

- Tu..t..tuve un sueño h.h.hor..horrendo, en el tu morías y..Y..y me dejabas solo... pero también te había t...te había dicho cosas Muy feas ant.antes de que ya no volvieras- Entre sollozos y balbuceos Takemichi había logrado explicar aquella situación tan aterradora que era verdad.

|ut coepi nivis|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora