𝐃𝐢𝐚𝐦𝐨𝐧𝐝 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 ✾ 𝘑𝘢𝘺𝘸𝘰𝘯 [Pausada]

❁5❁: El Destino.

Probablemente llevaban corriendo un rato, más por el hecho de aún llevar la adrenalina encima, que por quien los perseguía y ya habían perdido hace bastante de vista.

Jungwon se aferraba al agarre entre sus manos, sin querer romper con las pequeñas cosquillas que sentía por el simple contacto, igualmente el mayor no parecía tener problema al seguir andando a su lado con sus dedos entrelazados.

Su mirada se mantenía en el perfil contrario, delineando cada parte, los ojos que mantenían su preocupación al observar alrededor, su nariz bien perfilada, su cabello negro con las mechas claras que lo distinguía, hasta que bajó para enfocarse en sus labios, los cuales tenían una separación algo notoria en medio, y entonces sintió su rostro arder al percatarse de que estaba observando demasiado a su mayor.

Jay, guiando el camino entre tantos árboles y arbustos, estaba igual o peor que el menor, solo que a este no le hacía falta siquiera el mirarlo para sonrojarse, pues el simple hecho de sentir su tacto le estaba calentando las mejillas.

Claramente estaban dentro del bosque, pero ninguno de los dos conocía aquel lugar, o al menos eso pensaban antes de que el mayor de ambos se detuviera y se quedara mirando un punto fijo, extrañando a Jungwon.

—Uh… ¿Sucede algo, Hyung?

—Conozco este lugar… o al menos se me hace familiar, creo que ya he estado aquí — Se giró para mirar al menor, mas lo recibieron unos ojitos brillantes que le prestaban toda su atención—. Uhm eh… creo que es la cabaña en la cual estaba en mi sueño.

Abriendo más sus ojos, si es que se podía, el menor miró hacia la casa llena de enredaderas y plantas alrededor. —  ¡Debe ser que estamos cerca del castillo! O tal vez dimos toda una vuelta, ¡pero seguimos estando cerca! — Sonrió en grande mientras sujetaba ahora ambas manos del contrario mirándolo. Muy tarde para separarse, su mirada ya se había quedado en la de Jay.

El diamante simplemente no podía creerlo, en frente suyo estaba el chico más hermoso que hubiera visto y su corazón no dejaba de latir con rapidez, su mirada se perdió en la contraria. Ambos estaban embelesados con el otro, sin darse cuenta del par de ojos que les observaba a la lejanía. No tuvieron tiempo a reaccionar cuando una voz conocida los llamó a ambos y sin previó aviso, sus manos fueron separadas, todo a su alrededor se volvió borroso hasta que abrieron sus ojos.

Se fueron enderezando en la mesa, muecas en sus rostros por la incomodidad en la que habían estado tanto tiempo, los estantes de libros a su alrededor recordándoles donde estaban principalmente y la cara de un Sunghoon mirándolos a ambos con extrañeza.

—Pensaba que venías a buscar información, no a tomar una siesta romántica con Jay, Jungwon.

—Yo no… Jay Hyung y yo…

—¿Celoso, Sung? —preguntó con diversión el diamante, mientras apoyaba su mejilla en la palma de su mano dándole una sonrisa ladina.

—Sigue y te borro la sonrisa, Jongseong, estamos hablando de mi hermanito —reprochó.

—Eres un hermano muy sobre protector, ¿te lo han dicho?

—¿Te han dicho que eres un completo idiota sin cerebro?

— ¿Les han dicho que son como el agua y el aceite? ¿Siquiera cómo es que son amigos? —interrumpió bufando el menor de los tres mientras se levantaba tomando su mochila para irse.

—¿A dónde vas, Jungwon? No puedes irte solo. —exclamó Sunghoon.

—A casa o algún lugar donde mi hermano que piensa que tengo ocho años y su amigo bobo no estén —sentenció mientras caminaba fuera de la Biblioteca yéndose por los mismos pasillos que llegó, hasta la salida de la Universidad—. ¿Qué se supone que haga ahora? … no encontré lo que buscaba y… Dios ¿qué me sucede? …