Décalcomanie

61 5 2
                                    

El recinto era grande y estaba lleno de personas de clase alta, damas y señoras con vestidos finos ajustados a sus cuerpos y joyas costosas puestas, los caballeros portando sus impecables trajes bien planchados y lujosos relojes Rolex que presumían y por último un lindo joven de 18 años recién cumplidos con cabello rubio y ojos de gato que parecía más que aburrido en aquel evento de "caridad" para la inaguración del nuevo hospital de la ciudad, aunque la mayoría de los presentes solo asistían de colados o para dar una buena imagen a los medios; tan doble caras como siempre.

YoonGi medio ebrio no hacía más que observar su reflejo en el vino blanco dentro de la delgada copa, su padre: el presidente de la empresa de cosméticos más exitosa del país, lo había obligado a acompañarlo a la celebración siendo que ya con 18 años debe empezar a aprender como es el mundo de los negocios y la fama así que básicamente fue llevado ahí en contra de su voluntad.

Su padre hace un rato que lo dejó abandonado yéndose a platicar con otros hombres de éxito en la venta de maquillaje a los que en realidad para el señor eran la competencia. Decidió observar con detenimiento sus alrededores hasta encontrar miradas con un chico alto de cabello negro y labios pomposos que parecía estar viéndolo desde hace un tiempo, suspiró ligeramente sonrojado; era el hijo mayor de el dueño de una marca de perfumes muy famosa: Kim SeokJin.

En realidad YoonGi no tenía la menor idea de que el chico de 19 años fuera a venir también acompañando a su padre quien platicaba alegre con el presidente del país, si bien tuvieron anteriormente algunos encuentros tanto casuales como en lanzamientos a los cuales sus padres eran invitados y se dirigieron un par de palabras y saludos, el menor estaba suspirando por él y sabía que el azabache no le era indiferente pues desde un inicio se presentó cierta tensión (hasta un punto sexual) entre ellos pero más de lo anterior dicho no pasaban y eso le molestaba un poco al rubio.

Bufó apartando la mirada del mayor llendo por su quinta copa de la noche a pesar de no tener tanta resistencia al alcohol topándose con SeokJin en la barra de bebidas e ignorándolo haciéndose de rogar, otra vez.

— Buenas noches Min— comenzó el más alto— ¿a qué se debe el placer de tener a esta belleza aquí?

— Mi padre me obligó a venir, de verdad es lo peor.— contestó el menor a secas.

— ¿A sí? ¿y yo no soy una buena distracción?— preguntó Kim acercándose al más bajo.

— No. De hecho me hubiera largado aunque supiera de tu asistencia.— respondió regresando a su mesa siendo seguido por el mayor.

— ¿Estás seguro?

— Por supuesto.— se recargó en la pared mirando fijamente al contrario dando un sorbo a la copa.

— No te creo, soy demasiado irresistible y lo sabes Min.

— Me importa una mierda, ¿y sabes qué? vete tú y tu egocentrismo lejos de mi vista.— bebió de un trago todo el líquido restante embriagándose rápidamente.

— Mírate, tan lindo y tan gruñón- ¿qué te pasa?— sostuvo al rubio ya ebrio antes de que cayera, se vieron unos segundos a los ojos.

YoonGi no pudo más, debía terminar aquella tensión entre ellos de una vez por todas, tomó al mayor de la corbata y lo jaló hacia él uniendo sus labios en un tierno y a la vez fogoso beso que SeokJin correspondió de inmediato. Primero fue un vaivén lento y sensual, después aumento el ritmo convirtiendo el beso en una batalla de lenguas, YoonGi soltó un gemido que excitó al contrario.

— SeokJin hyung— el menor se encontraba muy sumiso y excitado, duro al igual que el mayor.

— ¿Querías irte de aquí, no? Vamos a mi departamento.— sugirió el azabache con voz ronca y grave provocando en demasía la excitación del rubio y asintiendo embelesado.

Décalcomanie [JinSu OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora