Mi ventana estaba abierta y el viento movía sus dos amplias puertas haciendo que se chocasen contra la pared.
Pon
Pon
Pon
Me coloqué la almohada de forma que tapasen mis oídos y hundí mi cara en el colchón.
-¡Quién esté haciendo eso, que pare!-Grité
Oí una risa desde fuera y el sonido del choque se detuvo al fin.
-¡Despierta, Kai! ¡Hoy toca vuelo!-Mi mejor amiga, Ivorly, cómo no. Siempre ha sido muy activa y desgraciadamente al ser su mejor amiga yo también tengo que serlo-. Vamos, será divertido.
-Sería divertido si al menos hubiese luz y no hiciese cinco grados...-Susurré
-¿Perdona? No te he oído bien.-Dijo mientras entraba volando por la ventana, cosa que no fue necesaria ya que vivía en una pequeña casa de piedras a ras del suelo.
-Sé que me has oído, no te hagas la tonta.-Dije mientras me tapaba hasta el pelo con la sábana.
-Kailani, levanta.-Me quitó la sábana y no me dio más remedio que levantarme de la cama y ponerle mala cara.
-No me hables en todo el día.-Mi intención no era ser cortante, pero tenía muy mal despertar.
Tal como yo me levantaba de mi cama para poder prepararme, Ivorly se sentó en ella.
Me preguntaba a qué hora se habría levantado para tener tantos ánimos y la cara tan bien cuidada: ninguna ojera, cosa que a mí me resultaba imposible recién levantada; los ojos no los tenía hinchados; y su piel morena relucía.
-No entiendo cómo puedes estar tan guapa a estas horas.-Murmuré mientras elegía la ropa.
-¿De qué hablas? Siempre estoy guapa.-Respondió mientras jugueteaba con sus trenzas color carbón.
-Egocéntrica.
-¡Culpable!-Se levantó de la cama y eligió mi ropa ya que me había quedado mirando al armario sin escoger nada.
Ivorly se decidió por un vestido de tul largo color verde oliva claro; sus anchas mangas dejaban ver mis brazos, pues eran transparentes; tenía un corpiño del mismo color que la tela, estaba decorado de flores moradas y amarillas pastel; y su escote era de palabra de honor.
-Este, me gusta este.-Dijo enseñándome el vestido.
Cuando me puse el vestido fui directamente a comer algo, pues volar con el estómago vacío era muy peligroso y podía producir desmayos inevitables (hablo desde la experiencia).
-Joder, esto está riquísimo.-Exclamó Ivorly mientras se limpiaba restos de chocolate de las comisuras de los labios. Ya llevaba tres bollos rellenos, yo solo llevaba uno.
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Aftharia: sangre de reinos.
FantasyLos elfos y los demonios están en guerra y se les ha ido de las manos. En Aftharia, el continente mágico, conviven tres especies mágicas: las hadas siempre han ido a su ritmo y han estado en paz con todos, sin embargo no se puede decir lo mismo de l...