Hijo de policía, Atthaphan ya sabía cuál iba a ser su futuro...
Ser policía.
Para poder aclarar así la misteriosa muerte de su madre cuando él tenía apenas 7 años.
Claro que no contaba lo que el destino le tenía preparado, su primer caso como novat...
No podía creérselo. Al fin lo había logrado, entrar en la academia de policía era su sueño desde que era niño. Alentado por su padre no paró hasta que al fin logró lo que tenía en sus manos, el diploma que acreditaba que había aprobado con muy buena nota y pasaba a formar parte de los novatos de la unidad 15.
Había que celebrarlo, y no lo dudó ni un segundo. Se reunió con sus compañeros de academia y fue al Gmm's, bar que había en la misma esquina de la comisaria donde había sido destinado junto a sus mejores amigos Tay y Josh.
Allí era habitual encontrarse con media comisaria, se reunían allí tras la dura jornada y Gun lo sabía. Su padre había sido policía, hasta que se retiró años atrás debido a sus problemas con el alcohol. Gun había tratado de ayudarlo por todos los medios, pero Mike Phunsawat podía ser tan cabezota como su hijo y hasta que no tocó fondo no se dió cuenta de que necesitaba ayuda.
Buscaron una buena clínica de desintoxicación donde llevaba meses y gracias a ésta no había vuelto a probar una gota de alcohol. Ni Atthaphan tampoco, jamás le había gustado beber y no quería terminar como su padre.
Ni como su madre....
Pestañeó carraspeando, no era momento de pensar en ella. En Godji Phunsawat, que no pudo soportar más estar casada con un policía que la dejaba sola casi todos los días al cuidado de su único hijo, al que no importó dejar solo en el mundo cuando una noche se quitó la vida.
Gun no sabía cómo había podido su madre hacer lo que hizo, acostarle una noche como siempre, arroparle y desearle dulces sueños con un beso en la frente para luego bajar al garaje y encerrarse en el coche con el motor en marcha.
Su padre la encontró a la mañana siguiente al regresar del trabajo. Mientras que él dormía plácidamente ajeno al drama. Con casi 7 años, un niño pequeño aún, no entendía porque su madre le había abandonado de esa forma tan cruel...
Y en esos momentos con 26, seguía sin entenderlo...
-Gunnie, ¿estás bien?
La voz de Tay le sacó de sus tristes pensamientos. Asintió con la cabeza al tiempo que esbozaba con esfuerzo una sonrisa.
Fueron a la barra y pidieron una cerveza para cada uno y con la bebida en las manos se sentaron en una mesa a observar. Ahí estaban los que iban a ser sus compañeros de trabajo, los veteranos. Algunos de ellos serían los encargados de enseñarles a ellos, patrullarían juntos y pondrían su vida en sus manos.
Con la bebida en su mano gun observaba con atención como una chica de pelo moreno y largo se abrazaba y besaba con el que debía ser su novio. O eso creía gun, hasta que a sus oídos llegó parte de una conversación donde se hablaba de la pareja, al parecer eran recién casados y ambos también policías. Él se llamaba Lee y ella Namtan, y como al parecer no habían tenido luna de miel tras la ceremonia esa noche se despedían de sus compañeros para salir rumbo al Caribe a la mañana siguiente.
Gun los miraba con envidia, como se besaban y sonreían con los ojos fijos en los otros.
Suspiró emocionado, no había tenido tiempo de pensar en el amor. Metido de lleno en sus estudios desde el instituto se esforzó en sacar las mejores notas para obtener esa plaza que tanto le había costado conseguir.
Además, a él no le gustaban las mujeres y nunca vió un chico atractivo con el que pensar en mantener una relación. Había tenido alguna que otra cita pero siempre con el mismo y desastroso resultado: irse a la cama en la primera cita.
Pocos lo habían logrado, gun no se entregaba al primero que se lo pidiera, pero con un par de ellos pensó que podría ver algo más, pero tras un revolcón no volvía a tener noticias de ellos y empezaba a plantearse que era muy malo en la cama...
-Hoy estás muy pensativo.
Una vez más la voz de Tay le sacó de sus pensamientos. Dejó sobre la mesa la cerveza con la que solo se había mojado los labios y miró a sus amigos.
-Mañana tenemos que levantarnos temprano-comentó suspirando.
-Oh gunnie, no seas aguafiestas-gruñó Tay-Hemos terminados los estudios, hemos aprobado todo y nos merecemos un premio.
- ¿Qué mejor premio que ser policías?-inquirió gun alzando una ceja.
-Sí, eso está bien pero ahora solo quiero terminarme la cerveza y acercarme a hablar con esa rubia que no quita los ojos de mi-murmuró tay señalando la barra.
Gun le siguió la mirada, una chica rubia miraba en su dirección. No se lo podía creer, allá donde fueran Tawan siempre ligaba.
-Creo que esta noche no-intervino josh en voz baja.
Gun sonrió al escuchar el gruñido de tay. Un chico moreno y alto se había acercado a la chica y en esos momentos se besaban con mucha pasión para tristeza de su amigo.
-Bueno, ya caerá otra o otro-dijo tay echando un vistazo alrededor.
-Chicos, yo me voy ya a dormir-anunció gun poniéndose en pie-No quiero llegar tarde el primer día ni causar mala impresión si no paro de bostezar en todo el día.
-Yo me tomó otra cerveza más y luego me voy también-dijo josh con firmeza-tay no hagas ruido cuando llegues a casa.
El aludido asintió con la cabeza sin dejar de buscar a alguien con el que pasar un buen rato.
Gun se despidió de sus amigos y recogiendo su cazadora se la puso. Comprobó que tenía el móvil en el bolsillo y las llaves del apartamento que compartía con sus amigos. Entonces se dirigió a la salida al mismo tiempo que se iban la pareja de recién casados. Se paró dejándolos pasar primero, observando como el chico sujetaba la puerta para que saliera su esposa y la mantuvo abierta para que saliera él también.
- ¿Eres nuevo?-le preguntó cuándo pasó por su lado.
- ¿Tanto se me nota?-rio gun asintiendo con la cabeza-Mañana es mi primer día.
-No te pongas nervioso, todo saldrá bien-intervino la chica-Por cierto, yo soy Namtan y él Lee.
-Sí, he oído vuestros nombres y que os vais de luna de miel-explicó gun-Muchas felicidades.
-Gracias, estaremos un mes fuera-explicó Lee-Espero ver tus resultados a la vuelta.
-Lee fué mi oficial instructor-explicó Namtan-Y si yo no me fuera, podría ser el tuyo. Todo lo que sé lo aprendí de él.
-Seguro que Gawin le deja al cargo del mejor-apuntó Lee.
Namtan asintió con la cabeza y cogiéndose de la mano de Lee se despidió de gun, quien les deseo un buen viaje.
Se quedó viéndoles alejarse en la noche camino de un todo terreno aparcado en la acera. Se les veía muy enamorados, Lee había pasado un brazo por encima de los hombros de Namtan y ella se había cogido de su cintura. Escuchaba sus risas y antes de entrar en el coche se besaron de nuevo en los labios.
Gun suspiró al verlos, y una vez entraron en el coche dio media vuelta y metiendo las manos en los bolsillos de la cazadora echó a andar hacia el apartamento pensando que esa noche no iba a poder dormir de lo nervioso que estaba pensando en las emociones que iba a vivir al día siguiente, su primer día como policía...
¿cómo sería su primer caso?
¿Dejaría huella para el resto de su vida?
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