Capítulo 14: Rechazo.

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La Universidad Nacional de Arte realizaba una exposición anual abierta al público, donde se presentaban las obras de sus estudiantes más prometedores. Utilizaban un gran salón abierto para exhibir una amplia gama de pinturas, esculturas, dibujos, planos, diseños, artículos de orfebrería y muchas otras representaciones artísticas previamente seleccionadas, buscaban dar a conocer los estilos y particularidades de los artistas presentados ante la sociedad de Galem, y con ello brindarles la oportunidad de introducirse al competitivo mercado artístico mucho antes de concluir con sus estudios formales.

Si bien se trataba de una exposición gratuita donde ninguno de los artistas contaba con reconocimiento previo, era un evento muy respetado por los expertos y fanáticos de las artes plásticas de todo el país. La UNA gozaba de la confianza popular, debido a que la mayoría de los grandes artistas habían sido formados en esa escuela, y por ello todos apostaban al talento de los expositores presentados cada año.

Pero la Universidad solo ofrecía plaza a los diez estudiantes más destacados de todo el año y, siendo ya muy difícil conseguir entrar en ese minúsculo número de agraciados, solo uno de ellos lograba obtener la posición de expositor principal. Esta distinción otorgaba un mayor espacio en el salón, así como privilegios para recibir asesorías y valoraciones de los artistas más reconocidos del mundo. La madre de Dexian, Adara de Lanirox, había participado como asesora invitada en varias ocasiones.

Sin embargo, todos los estudiantes sabían bien que este evento estaba reservado para los mejores de los últimos años, pues, aunque no existía ninguna regla que lo dispusiera de ese modo, en la historia de la UNA nunca había sido seleccionado un estudiante de primero dentro de los diez privilegiados, y mucho menos como expositor principal.

Por esta razón, el día dispuesto para la selección pública de los representantes de ese año, Neo y Dexian se encontraban sentados en los jardines de la UNA, sin prestar atención al proceso de revelación. Era sábado por la mañana y el día estaba resultando en extremo caluroso y húmedo, como si los rayos potentes del sol estuviesen buscando una venganza personal en contra de todos aquellos que se alegraban de la caída de la noche.

― ¿Quiénes crees que serán seleccionados este año? ― preguntó Neo, recostado sobre una amplia banca de metal bajo la sombra de un roble de baja estatura.

―Es evidente que van a escoger a los gemelos Caspian y Midori Lux, y probablemente a Axel Cadoc― contestó Dex, sin darle importancia. ―Y algunas otras personas, más o menos buenas de último año, en lo que a mí respecta solo esos tres valen un poco la pena, los demás solo serán relleno―.

―No entiendo por qué no seleccionan artistas de primer año, es injusto―.

―Supongo que es su forma de premiar el tiempo de experiencia que nosotros no tenemos. En algunos años podremos participar en la selección, por ahora disfrutemos el hecho de que no estaremos un mes ahogados en un montón de trabajo― dijo Dexian desde el suelo, estaba sentado sobre la hierba fresca justo al lado de la banca donde se encontraba Neo.

―Oye, eso es cierto―contestó el joven, como si hubiese descubierto algo muy importante. ―Si nos seleccionaran tendríamos encima todas nuestras clases y también el trabajo de preparar las obras a exponer, de solo pensarlo ya estoy agotado―.

―Se de buena fuente que el comité organizador solicita cinco obras si eres un expositor normal y diez si eres el principal, eso en conjunto con las tareas sería muy abrumador para mi― comentó Dexian, mientras revisaba una y otra vez la bandeja de entrada de su celular sin encontrar lo que estaba buscando. Por más que quisiera, hacía muchos días que no podía concentrarse en nada, solo lograba pensar en una sola cosa, volverlo a ver, y a su vez ese pensamiento desbocaba en cientos de pensamientos relacionados, que componían un sinfín de deseos desesperantes para él: unos besos, unas manos sobre su cuerpo, un lobo aullante, unos ojos azules paralizantes, una voz cargada de fuerza aplastante...

Y todo ardía en azul ❀ By Luna VegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora