La pesadillas acabaron

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Luego de dos meses de haber encontrado a Jenny. Los chicos habían considerado dejar entrar a Thomas al club de los perdedores.

Todos se encontraban en la cantera ya que pronto entrarían a la universidad y tenían que aprovechar lo que les quedaba de vacaciones.

—Chicos, ¿quién se lanzará primero? —preguntó Stan, mirando a los demás.

—Yo saltaré primero —dijo Tom, corriendo para lanzarse.

Cuando Tom cayó al agua, todos se tiraron al mismo tiempo. Ya abajo, se empezaron a divertir y a tirarse agua el uno al otro. Jenny, pudo notar que Tom no le quitaba la vista de encima, y esa no era la primera vez que lo hacía, ya había ocurrido en varias ocasiones.

A Jenny no le molestaba, ya que solo pensaba que era por que "apreciaba su amistad" o algo parecido. A veces se le acercaba a Tom a preguntarle si tenía algo en la cara.

Habían pasado dos horas, y los chicos por fin salieron del agua, casi temblando de frio. Cuando todos estuvieron finalmente secos, se pusieron de vuelta la ropa que traían puesta.

Se sentaron en unas rocas planas que habían en tal lugar, (donde siempre se sentaban) Jenny se sentó entre Bill y Tom.

—¿Que hacemos ahora? No podemos saltar de nuevo. Nos congelaremos —dijo Eddie.

—Esto sería más divertido si estuviera Beverly aquí —dijo Jenny, mirando hacia el lago.

—¿Quien es Beverly? —preguntó Thomas.

—¿Como es que nunca le contamos de Beverly?

—Estábamos pensando en otras cosas.

—Beverly es otra chica del grupo. Muy simpática y amable —dijo Jenny, describiendo a tal pelirroja.

—¿Y donde está?

—Se mudo, tuvo que irse de Derry. No recuerdo el porqué. Pero ya no está, y no sabemos cuando la volveremos a ver. Tal vez no la volvamos a ver hasta salir de la universidad.

—Jenny, creo que te equivocas.

—¿Por que lo dices, Stan?

—Porque veo a Beverly viniendo hacia acá.

—¿Que? —dijo Jenny emocionada.

Todos voltearon hacia donde estaba mirando Stan, y era verdad. Beverly Corría hacia los chicos mientras todos menos Tom, corrían hacia a ella, lo cual llevó a todos, a un abrazo grupal.

—Chicos, los extrañé tanto.

—Has cambiado mucho.

—Si, estás totalmente diferente a la última vez. Pero eso no quiere decir que no te veas fantástica.

—Gracias, Jenny. ¿Quien es el chico de allá? —preguntó Beverly, mirando a Tom.

—Ah, el. Te lo presento. Mi mejor amigo, Thomas Wild.

—Hola. Un gusto conocerte, Beverly.

—Igualmente, Thomas.

—Dime Tom.

—Está bien.

—Justo hablábamos de ti. Sobre eso, ¿que haces aquí en Derry?

—Bueno, pues. Adivinen quien entrara a la universidad con ustedes.

—¿Es en serio? Dios, este día no podría ser mejor —dijo Jenny saltando de la emoción.

—¿Ya se lanzaron?

—Si, salimos luego de dos horas.

—Que mal, tendré que divertirme yo sola allá abajo.

—Yo me lanzaré contigo.

Hay que ser valientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora