Capítulo 6: Un Cielo Kamikoroseador

79 9 0
                                    


Tras la discusión en la oficina de Nono, ambos adolescentes prefirieron dejar para "más al rato" el tema sobre cómo convencer al otro para que fingiera que no había ocurrido nada, por lo cual buscaron hacer algo diferente. Hibari prefirió salir un rato al jardín para dormir una siesta mientras que Tsuna fue a buscar algo de comer, ya que en el vuelo no había podido comer bien debido a los nervios.

El jardín de la mansión era muy amplio, en el cual se podían apreciar muchas fuentes, diversos rosales y arbustos con algunas formas, arboles de todo tipo y entre ellos había un cerezo que recién estaba empezando a florecer, por lo cual ese árbol fue el elegido para poder tomar su siesta, al subir al árbol noto que Hibird lo acompañaba y este ya se había acurrucado en su cabello para dormir, por lo cual simplemente se acomodó en ese árbol y cerro sus ojos ya que en ese momento eso era lo que más deseaba ya que sentía que su realidad parecía una pesadilla aunque tampoco sonaba tan mala.

Lo malo es que su pequeña siesta no sería tan placentera o tan larga como él deseaba, ya que no muy lejos de ahí se encontraban 3 sujetos observándole con unos binoculares al mismo tiempo que sonreían agradeciéndole a la vida por su buena suerte que el destino les regalaba.

Por otro lado Tsuna se sentía demasiado extraño, ya que en su andar notaba como todos huían despavoridos de los lugares por donde pasaba, de hecho noto con horro como varias sirvientas al verle salieron corriendo tropezándose y cayendo escaleras abajo... definitivamente eso tenía la firma de Hibari-san por todos lados... seguramente en la última vista de él y sus guardianes a la mansión este las había mordido hasta la muerte y ahora estaban ligeramente traumatizadas... se recordó mentalmente que le regañaría a penas terminara de comer algo, ya que por los nervios no había comido nada en el avión.

Al llegar a la cocina noto que el cocinero al verle, rápidamente empezó a mover varias cosas en la cocina para segundos después poner delante suyo una bandeja con algo de comida al mismo tiempo que este miraba el piso y temblaba ligeramente... definitivamente debía buscar una forma de como calmar el mal carácter de su guardián o terminaría por aterrorizar a todo el personal de la mansión... bueno si es que ya no era tarde para eso...

Se dispuso a comer de forma tranquila notando que Roll había salido del Vongola Gear y estaba comiendo un poco del sándwich que estaba en su plato haciendo que este sonriera de lado mientras seguía comiendo.

Mientras que por su parte cierto hitman se encontraba leyendo y analizando el libro que había encontrado, al mismo tiempo que seguía leyendo su contenido solo fruncía el ceño... no tenía lógica: el libro tenía toda la apariencia de ser un diario que perteneció a Vongola Primo, pero algo no cuadraba... ya que la caligrafía no pertenecía al primer líder, ya que tenía otros documentos pertenecientes a este para confirmarlo pero entonces porque estaría firmado bajo el nombre de Giotto Di Vongola y peor aún estaba oculto en la biblioteca... definitivamente llegaría al fondo de ello ya que sentía que esa era la clave que necesitaba e igual otro detalle interesante que reafirmaba sus sospechas era el hecho de que algunas páginas parecían contener algunas claves extrañas y en otras parecía nombrarse a sí mismo en tercera persona, lo cual era sumamente extraño. En su intento por ver si leyendo entre líneas encontraba algo interesante algo interrumpió su concentración... ya que de un momento a otro se escuchó la detonación de un arma de fuego seguido por unos gritos por lo cual rápidamente salió de su habitación al mismo tiempo que convertía a león en una pistola y se dirigía al origen del ruido... el jardín.

Tsuna estaba terminando de dar le ultimo mordisco a su merienda cuando escucho la detonación por lo cual se puso de pie rápidamente para tomar con cuidado a Roll y correr en dirección al origen del ruido, notando que Reborn aparecía detrás suyo y de esta forma ambos llegaron al mismo tiempo solo para presenciar la más bizarra escena que alguien pudiera imaginar...

En tus zapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora