Capítulo 16: Mi enemigo es tu enemigo

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Al notar que Kyoya se había ido detrás de Giotto-san, Tsuna sonrió de lado mientras se encaminaba hacia su oficina... bueno su futura oficina, ya que sabía que ahí podría encontrar a Alaude-san. En su andar empezó a pensar formas divertidas de como torturaría a su carnívoro guardián si llegara a destruir o romper algo de la mansión en otra de sus absurdas peleas contra Mukuro o simplemente causar más daños de los necesarios en alguna misión... ante eso el castaño detuvo su andar al darse cuenta de donde lo estaban llevando sus pensamientos: ¡estaba empezando a pensar de la misma forma que Reborn...! ante eso un aura negra apareció a su alrededor... realmente odiaba que el sádico de su tutor haya creado esa personalidad en él... aunque no se quejaba a veces era divertido hacer sufrir un poco a los chicos cuando estos se excedían y le generaban papeleo extra.

En eso un ruido demasiado familiar capto su atención, por lo cual apresuro el paso hasta llegar a esa oficina que conocía tan bien, notando que no importara si era le pasado, presente o futuro esta nunca cambiaria respecto al desorden y acumulamiento masivo de papeleo... al entrar noto a un rubio con la mirada perdida hacia las pilas de documentos que había sobre el escritorio, los papeles tirados por el suelo y los archiveros llenos de papeles mal organizados.

Con cuidado Tsuna se adentró a la habitación y se quedó parado al lado del rubio, notando que este tenía un ligero tic en el ojo debido a lo había a su alrededor, provocando que se sintiera un poco nervioso ya que si se basaba en su propia experiencia con su tranquila nube... sabía que ese tic en su ojo indicaba que pronto alguien sufriría su ira.

Por su parte Alaude estaba enojado, en primera porque ese herbívoro gritón lo había arrastrado hasta esa oficina... realmente tuvo unas fuertes ganas de arrestarlo hasta la muerte por esa osadía pero rápidamente recordó la situación en la que estaba metido gracias a su cielo... definitivamente le haría pagar muy caro todo esto de una forma muy interesante... y en segunda por la situación actual en la que se encontraba mientras se preguntaba cómo le hacía Giotto para acumular tanto papeleo... tal vez ahora si empezaba a entender por que este se escapaba y se quejaba del trabajo, pero eso no explicaba porque había tantos documentos en la oficina y peor aún... ese desorden le enojaba; en eso sus pensamientos fueron interrumpidos al notar que tenía compañía... era ese adolescente castaño, el cual le miraba con algo de miedo... curioso por alguna extraña razón la palabra "conejo" paso por su mente al verlo.

- ¿Que quieres?, herbívoro – le pregunto algo enojado, al notar que este tenía intenciones de hablarle, pero se mantenía callado.

- Hiee... perdón es que lo note distraído y no quería interrumpirle – dijo de forma nerviosa el castaño.

- ... - ante eso Alaude dejo escapar un suspiro mientras se acercaba al escritorio, donde al abrir uno de los cajones del escritorio por un momento el tic de su ojo había regresado, provocando que el castaño se asustara ya que notaba le aura negra que empezaba a rodear al rubio.

En verdad que torturaría a Giotto por esto... como era posible que en ese cajón hubiera dulces y pasteles... los cuales tenían de relleno tintas, plumas fuente y sellos... decidió ignorarlo cerrando de golpe el cajón y abriendo otro... pero en este encontró varias hojas con dibujos, los cuales parecían estar hechos por un niño de 5 años... nuevamente cerro el cajón y decidió abrir el ultimo cajón, el de en medio donde noto para su alivio que ahí habían documentos normales, ya que era el título de propiedad de la mansión.

- Am... Alaude-san, ¿gusta que le ayude? – se ofreció Tsuna notando que este perdía a cada instante su poca paciencia, ya que en esos momentos había abierto un archivero para ver su contenido, pero este pareció literalmente escupirle el papel en su cara y esparciéndose en el suelo.

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