Las pesadillas candentes de Taehyung fueron aumentando de manera progresiva noche tras noche, así como su culpa y su incomodidad. Cada nuevo sueño era más violento y sucio, y Taehyung nunca se sintió más enfermo.
Una mañana, despertó con horrendas heridas en la espalda, en el abdomen, en los brazos y en el pecho. Eran rasguños y moretones bastante dolorosos; pero Taehyung pensó que quizá merecía tenerlos.
Eran castigos apropiados, seguramente enviados por Dios, que simbolizaban su pecado. Representaban lo manchada que estaba su alma a causa de su cuerpo, y lo herido de su honor.
Nadie más que él notó la existencia de estos estigmas, pues la ropa lograba cubrirlos por completo. Volvieron a aparecer, casi a diario, por muchas noches más.
Ciertamente, Jimin no iba a permitir que la oportunidad de aquella ocasión se le escapara. Estaba decidido, porque las condiciones eran más que ideales: Kim Namjoon, un compañero de clase que tenían (sumamente popular), los había invitado a su fiesta de cumpleaños, que sería en un moderno antro de los suburbios y prometía ser «el evento del siglo».
¡Los había invitado! ¡El chico más popular los había invitado! ¡a ellos! ¡a los nerds antisociales, hijitos de mami y papi, corderitos de Dios, que nunca hacían nada divertido!
Namjoon, naturalmente, no tenía un interés particular en ellos; tan solo los había tomado en cuenta porque directamente invitó a toda la clase a su fiesta y ellos formaban parte de esa misma clase.
Pero aún así, era una buena señal, porque Kim Namjoon era de los pocos chicos (varones) que al menos platicaba un poco con ellos y no los ignoraba ni los hacía sentir bichos raros. Si asistían, había altas probabilidades de que Namjoon buscara integrarlos aunque fuera un poco, pues era un chico simpático y noble.
Si tan solo iban, si tan solo ponían de su parte, fácilmente podrían pasar un buen rato: bailarían, conversarían con sus compañeros, beberían alcohol por primera vez y quizá, al menos por unas horas, podrían sentir que son chicos normales.
Era una gran oportunidad.
Otro punto a favor era que Jimin tenía bien ubicada la dirección donde sería el evento, y no consideraba que estuviera lejos o fuera difícil llegar. Calculaba que quedaba a media hora de casa de Taehyung si se iban caminando, y ni siquiera era una zona particularmente peligrosa.
Fugarse iba a ser «pan comido», porque los Kim, los padres de su amigo, se dormían temprano y tenían el sueño profundo. No los escucharían salir.
Jimin había pedido permiso para hacer una «pijamada» (¡puaj! esa palabra infantil otra vez) en casa de su amigo. Sus padres accedieron de buena gana y todo estaba arreglado para que pudieran fugarse y volver antes del amanecer.
ESTÁS LEYENDO
Música Nocturna [VMINKOOK]
FanfictionDos mejores amigos deciden fugarse de casa un viernes por la noche y salen a los suburbios en busca de diversión. Es así que conocen a Jungkook, un chico sexy y misterioso, que les promete llevarlos a una "fiesta privada" donde lo pasarán genial. •...