Agusto Pinochet x Salvador Allende

Presicapitulo1

Solo los gritos de sus padres se escuchaban al rededor de toda la casa, un escándalo, eso era.

-Es porque ese hombre mayor le mete ideas a nuestro hijo, ya verás cuando lo encuentre, lo asesinaré con mis propias manos.-Dijo el padre, aunque el hecho de que alguien dañará a su dulce amigo, Salvador, parecía impensable para el jóven de 17 años.

Augusto y Salvador se conocieron cuando Augusto tenía 15, a la salida de la escuela, ambos establecieron una amistad rápidamente debido a la dulzura de ambos jóvenes, y el hecho de que muy probablemente eran almas gemelas.

-Imagina que va a decir el resto si se entera que nuestro hijo es...-La madre apenas fue capaz de completar la frase sin algún tipo de insulto para definir la desviación de su hijo.

-¡Ustedes no lo entienden, estoy enamorado de Salvador!-Exclamó el jóven, y un fuerte golpe se escuchó en toda la casa.

-¡Vuelve a decir eso y verás, cabro de mierda!-Exclamó el padre.-Te vai a ir cagando pal ejército, no teni otra opción, así que raja a hacer tus weas.

Sin más nada que decir, fue hacia su habitación, miró unos segundos por su ventana. No podía irse sin decirle a su amigo cuánto lo amaba, una última vez.

...

-Mis papás me quieren mandar con los milicos.-Dijo Augusto conteniendo las lágrimas.

-Entonces escapemonos, vámonos lejos.-Sugirió Salvador.

-No puedo hacerle eso a mis viejos, hubieras visto a mi mamá, estaba desesperada.

-Es porque ellos nunca lo van a entender, pero...

El más jóven interrumpió a su amigo.

-No.-Las lágrimas caían los sus mejillas como la lluvia de invierno en Londres, Salvador colocó su cálida mano sobre su mejilla, para así, Augusto, sellar su amor con una promesa.-Te juro que siempre voy a estar enamorado de ti, nunca me voy a casar, yo solo quiero estar contigo, pero tengo que proteger a mi familia.

Antes de alejarse, esa creyeron que sería la última vez que se verían.