Capítulo 1-El frío de la montaña

94 7 5
                                    

Muchos dicen que mi hermano desapareció e incluso que ha de estar muerto... pero yo siempre he sentido que la llama de su vida no se ha extinguido... Muy temprano salí sigilosa de mi casa, nadie estaría despierto a estas horas, salí con un abrigo y antorcha en mano.

T/N: ¡Sally! ¡Ven aquí!-Mi Yegua, le silbé y vino a mí-Buena chica, mira, sé que debería dejar de intentarlo, pero siento que no he buscado bien, te daré tu recompensa, lo prometo.-Me subí a ella y fuimos a la montaña, he hecho esto muchas veces, ahora ya lo tengo controlado, con un mapa en mano, y el suficiente equipo, sabía que lo podía hacer. Cada que estábamos más cerca, sentía el frío, veía más brillante el sol.-Vaya... que frío, ¿Eh? ¿Qué es eso?-Se empezó a escuchar un temblor, provenía... de la montaña...-¡Sally vámonos!-Tratamos de huir de la avalancha, pero ya había mucha nieve en el suelo, y Sally no podía ir tan rápido, solo bastó un minuto para que quedásemos enterradas...


HORAS DESPUÉS

T/N: -Oh- ¡AH! ...¿Dónde estoy?-Me había despertado en una casa, pero aún sentía el frío de la montaña.-Bueno, sea donde sea que esté, no me quedaré aquí-Me levanté y busqué la salida, al salir, sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo, no estaba nevando, pero creo que la pequeña ventisca me tomó por sorpresa. Al bajar las escaleras vi que a un costado estaba...-¡Sally! Oh no... ¿Estás bien? No debí obligarte a subir la montaña... lo lamento...-Dije abrazándola. En ese momento, algo cayó cerca de mis pies, lo cual llamó mi atención. Al percatarme de que era una pluma, supe que no estaba sola.

-No deberías estar aquí

T/N: (!) ¡¿Quién anda ahí?!

-¿Así tratas a quién te salvó a ti y a tu yegua? Y por si no te habías dado cuenta, no tienes tu arco

T/N: ...Oh maldición...

-Jajaja

T/N: ¡No te rías, ya muéstrate!

-Bien, como digas-Descendió, era un orni alto-Lindo arco por cierto-Dijo dándomelo

T/N: Gracias...

-¿Qué? ¿Eso y nada más? ¿No tienes idea de quién soy?

T/N: Pues la verdad no

-¡Já! Pues te complacerá saber que soy el mismísimo Gran Revali

T/N: Pues... mucho gusto o lo que sea

Revali: ¿En serio me vas a tratar así?

T/N: Tampoco es que tú estés siendo tan amigable que digamos

Revali: Oye, te salvé a ti y a tu yegua de morir congeladas

T/N: Bueno, te agradecería de un mejor modo si tu presentación no fuese tan arrogante "Gran Revali" Por favor...

Revali: Bueno, te perdono por esta vez que hayas sido así, los demás ornis no te lo perdonarían

T/N: ...Da igual... pareciera que no durmieras

Revali: ¿Hm?

T/N: Mira, agradezco que nos hayas salvado, pero era muy temprano como para que estuvieras volando por ahí

Revali: Practicaba un vuelo, deleito a los cielos con mis habilidades ¿No quieres quedar deleitada tú también?-Justo después de ese comentario emprendió vuelo, soltando una risa. Negué con la cabeza, y me dispuse a regresar a Hatelia.

Como el viento|Revali y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora