Cap. 02: Neoterra

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Una gélida brisa de aire arrastró arena hasta mi cara, lentamente comencé a activarme, era como despertar, pero de un modo muy diferente, como si mis funciones vitales hubiesen estado funcionando a una potencia mínima, me dolía todo el cuerpo y a pesar de tener los ojos abiertos mi vista era tan borrosa que era similar a tener los ojos cerrados. Me comencé a retorcer del dolor, mi cuerpo estaba totalmente dormido como si me hubiesen puesto una anestesia de cuerpo entero, era incapaz de definir que estaba tocando ya que mi tacto era prácticamente inútil, lentamente comencé a ver un poco más, a tal punto de que pude percibir que estaba tirado en la arena de una playa, mis pulmones funcionaban de un modo irregular y sentía con mucha fuerza los latidos de mi corazón y a pesar de estar respirando, no sentía que mi cuerpo tuviese el oxígeno suficiente para mantenerme con vida. Tras un rato de un dolor agonizante en el suelo, mis funciones comenzaron a estabilizarse, aunque el dolor no se iba y aún era incapaz de escuchar más que un pitido bastante molesto, me incorporé con movimientos muy patosos y conseguí ponerme en pie. Noté un dolo extremadamente agudo en mi zona abdominal así que levanté mi sudadera para ver que tenía un corte que me llegaba desde el pectoral izquierdo hasta la parte derecha de mi cadera, no era profundo, pero aun así me estaba haciendo perder demasiada sangre.

- ¿Qué ha pasado? - me pregunté mientras miraba a mi alrededor.

Estaba rodeado de naturaleza hasta donde llegaba la vista, justo enfrente mía había un mar cristalino y puro, detrás un bosque frondoso y a mi derecha un acantilado.

- ¿En qué momento? Si cuando estaba cayendo el avión no había visto ninguna isla ni nada.

Me senté en la arena que a pesar de ser blanca como la harina y suave, estaba teñida en el color rojo de mi sangre.

-esta herida va a acabar conmigo- pensé mientras levantaba la cabeza.

Al mirar hacia arriba en lo más alto del acantilado, pude ver como asomaba la mitad trasera del avión, parecía ser que en el impacto se partió por la mitad, pero era imposible, el avión estaba cayendo en picado al océano ¿Qué pintaba la mitad del avión en lo alto de un acantilado?

Me puse en pie y comencé a andar hacia el bosque en búsqueda de una subida para llegar al avión, a pesar de estar solo la mitad, puede que hubiera más supervivientes. Comencé a andar por el bosque, se acercaba la noche y los escasos rayos de sol pasaban tenuemente entre las ramas de los árboles, árboles altos y anchos que nunca antes había visto. Seguí andando casi sin fuerzas hasta llegar a el avión en el cual encontré el dilema de cómo entrar, solamente estaba la parte trasera del avión en la que van los pasajeros, asomándome al acantilado vi que la cabina había dejado un rastro de haberse arrastrado por la arena hasta acabar debajo del agua, seguramente las azafatas y los pilotos no habían sobrevivido a un impacto así, y en caso de haberlo hecho, era impensable que tras estar tanto tiempo sin oxígeno les hubiese dado tiempo a despertar, quitarse los cinturones y nadar hasta tierra.

-tengo que encontrar el modo de entrar en el avión.

Estaba tirado sin el tren de aterrizaje e inclinado dejándose soportar únicamente por su ala izquierda, las puertas quedaban muy por encima de mi altura estando la más cercana a la cabina cerrada y la trasera abierta, se podía ver claramente que alguien había abierto la trasera ya que el mecanismo no estaba roto, alguien lo había activado. Con las pocas fuerzas que tenía, di un salto y me agarré a la parte de abajo de la puerta, gracias a mi complexión atlética pude ejercer la suficiente fuerza como para subir sin problema.

- ¿Hay alguien que necesite ayuda aquí? - Dije mientras paraba a que se me pasase el dolor.

Comencé a avanzar por el pasillo aterrorizándome cada vez más y más, a pesar de que había varios asientos vacíos que me daban la esperanza de que la gente estuviese bien, los asientos ocupados por los cadáveres de los que iban en el avión hacía que se me encogiese el alma, muchos de mis compañeros de clase estaban degollados, algunos tenían cortes en brazos y piernas que los hicieron desangrarse y la otra parte estaban atravesados por partes del del avión que se habían desprendido, no cabía duda, en ese avión era yo la única persona con vida.

Desterrados: La Leyenda De RoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora