Un pequeño viaje a los recuerdos

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Hasta este día son seis veces las que eh tenido la oportunidad de verte...te lo recordare, como tu dijiste, te refrescare la memoria...y no me refiero a mojarte con agua.

El primer día que nos vimos, fue algo muy normal, bueno medio, pues estaba nerviosa y ansiosa, para nada era normal, lo se, no lo era, esconderme detrás de un árbol no es nada normal, verte pasar y no ir a saludar, no es nada normal, eras la chica con la que ya tenía tiempo hablando por internet, casi ya un mes, me atraías y en ese instante al verte por primera vez, supe que me gustabas, mas bien lo comprobé..."tienes que apurarte, acercarte y hablarle, si no lo haces quedara muy poco tiempo para estar con ella" eso pensé al estar detrás de ese árbol, respire profundo y me encamine hacia ti, no era fácil, las palabras no me salían, ni siquiera podía estirar mi brazo para tocar tu hombro, los nervios me estaban volviendo loca, cuando al fin tome valor, en ese instante en que ya estaba a punto de tocarte o de hablarte, comenzaste a correr, ya que ah eso tenias planeado ir al parque, a correr y yo fui muy lenta para hablarte antes de que eso pasara..."rayos" pensé frustrada por mi indecisión, comencé a correr detrás de ti, pero no soy buena para ello, no podía alcanzarte, tome otro camino para ver si de esa manera seria mas fácil, en realidad no lo fue, pero por suerte dejaste de correr y comenzaste a caminar, ahí supe que era la oportunidad para por fin tener un contacto visual, para hablar, para vernos por primera vez. Me acerqué, me puse a tu lado para caminar junto a ti, te sorprendiste. Ese día no fue normal, pero puedo describir que fue hermoso, lleno de nervios y latidos fuertes en mi corazón.

El segundo día fue en el mismo lugar, un sábado por la mañana, llegue un poco tarde, tu ya me esperabas ahí.
Hablamos tranquilamente, con un ligero nerviosismo de mi parte, mientras caminábamos hacia el bosque, al llegar nos sentamos y en un momento inesperado tomaste mi mano, diciendo que eran muy suave como el primer día que nos vimos, no tienes idea de lo bonito que sentí mi querida Airam, tu siempre llevando la iniciativa, sorprendiéndome de una u otra forma. Me acerque mas a ti y con tus manos sostuviste la mía, sentía todo tu cariño en aquel contacto. En un momento de tranquilidad por la felicidad de ese instante, recargue mi cabeza en tu hombro, cómodo hombro en el cual me sentía relajada y tranquila. Así es estar contigo, sentir la felicidad inmensa en todo mi ser, felicidad que siempre anhele.

El tercer día fue algo bastante rápido, solo un saludo y una hermosa mirada tuya, aunque fue muy poco lo que te vi, fui feliz, pues es suficiente para mi si tan solo pudiera verte una vez a la semana. Es difícil vernos y por ello aprecio al menos esos pequeños instantes.

El cuarto día fue igual que el tercero, había ido a la heladería que esta por tu casa, aquella que es mi favorita, realmente no esperaba verte, regularmente siempre que voy a lugares cercanos a tú casa, estoy con la ilusión de verte, pero ese día realmente no me lo esperaba y eso fue bonito porque fue como una coincidencia del destino, si, suena muy cursi y lo que quieras, pero creo que el destino aveces sabe lo que anhelamos y por ello nos junta en lugares iguales, en horas similares. Recuerdo que mi hermana dijo "ya llegaron por ti" yo no entendí a que se refería pero observe que miraba atrás de mi, así que lleve la mirada atrás y ahí estabas tu, te juro que mi corazón latió con rapidez de tanta emoción tan sorpresiva. Fue también un pequeño instante en el que te pude ver pero igual que el tercer día lo aprecio y siempre lo apreciare.

El quinto día. Este día fue el que me hizo tener más ilusión que nunca, como describirlo, si este día fue el mejor, como el comienzo de algo hermoso, de una historia, de un cuento, tal vez de una fantasía, de un sueño, pues no estoy segura de lo que podía ser real y lo que no.
Todo comenzó tranquilo, hablamos, sonreímos, nos reímos, pero en un instante de nuestro paseo tomaste de nuevo mi mano, sonreí alegre, el contacto con tu piel me hacia sentir bien, después de un rato te di un chocolate, sabia que te fascinaban y que algunos te hacían sentir imperactiva y otros muy tranquila, sonreíste, no sabia si era buena o mala idea dártelo, pero quería hacerlo, quería conocer todo de ti, saber como eres al estar muy feliz, al estar enojada, triste, quería apreciar y reconfortar todas tus emociones. Tome nota de broma respecto a tu comportamiento con el efecto del chocolate, aquí las tienes Airma, aquellas notas:
-Imperactividad.
-Una leve agresividad.
-Afecto.
-Mas bromista.
Esto pude apreciar en ti aquel día, ¿será entonces que las endorfinas del chocolate fue por lo que me tratabas tan bien y me hacías sentir que te gustaba y que me querías? Eso pensaba, pero fue maravilloso, tus lindos y agradables abrazos, tus caricias, tus pequeños y suaves besos en mi frente o en mi mejilla.
Sentía que era irreal todo, cuando caminamos tomadas de la mano, cuando estaba tan cerca tuyo siendo protegida por tus brazos, cuando en algunos momentos me mirabas y me decías cosas que me apenaban y me sonrojaban, sentía que ya eras mas que una amiga, sentía que ya estabas siendo todo para mi y eso me daba miedo, pues no quería que fueras indispensable, porque anhelaría cada día tenerte cerca, verte y darte todo mi cariño...

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⏰ Última actualización: May 24, 2015 ⏰

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Angie y Airam ¿Porque ilusionas a mi corazón?/YuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora