Ocho años después, ocho años luego de ese incidente, joder solo era una cachorra sin saber muy bien lo que había afuera, no puedes tan siquiera perdonarme después de esos ocho años... Eh talan?"
La leona se encontraba en el sofá de su enorme casa viendo la tv o era lo que parecía, ya que estaba perdida en las reflexiones de su pasado. Kenna no sabia que hacer con su hermano, el no la había tratado como antes solía hacerlo después de ese incidente, ahora lo hacia con frialdad y dureza, había hecho lo posible para que regresara a ser ese cálido y juguetón gatito con decir que andaba detrás de el todo el tiempo, pero ese mismo día el puso fin a eso cuando le dijo que ya no la quería cercas.
- kenna - su padre la llamo desde la puerta de la entrada- quiero que vengas un segundo.
El alfa salio con ella detrás de el. La guió a lo que paresia ser una sala de entrenamiento a lado de la casa. Entre abrió la puerta diciendo que guardara silencio y observará.
- um, no veo nada
- espera un poco.
Hizo lo que dijo, espero unos segundos y pudo ver como clark un beta de la manada salia volando hacia el centro y talan se erguía sobre el.
- ¡no te acerques nunca mas a ella maldito! ¡es mi hermana y tu jefa!
- grrr, solo estaba coqueteando con ella, no sabia que era tu hermana -dijo alejándose de talan
- coquetear? Coquetear dices eh, acaso la nueva moda es decirle cosas sucias de su cuerpo y golpear su trasero?
- ugh - el beta volteo hacia otro lado al ver como el hombre se sentaba en su regazo y agarraba sus cabellos fuertemente.
- ya veo, bueno creo que podría coquetear contigo
Kenna y el alfa al oír eso no pudieron evitar pegarse mas a la puerta.
- podría decirte lo asqueroso y patético que eres y golpearte donde tu quieras cariño - por ultimo golpeo con fuerza la cabeza del chico contra el suelo, no lo hizo lo suficiente como para matarlo, pero si para sacar algo de sangre aunque sabia que rápido curaría.
" tengo un hijo sádico" fue lo que pensó el alfa al entrar en la sala y reprender a su hijo.
Kenna estaba emocionada, si hace unos momentos le hubieran dicho que talan la defendería de un mujeriego se hubiera echado a reír y a llorar en una almohada. Le basto con saber que no la odiaba. Se echo a correr por el pequeño bosque hasta llegar al arroyo, no lo pasaba desde niña y no lo pasaría ahora, solo se sentó en la orilla disfrutando de los rayos del sol que se filtraban por las hojas de los arboles como una leve caricia.
Hoy seria el día en que pasaría ser una adulta, por fin, tal vez hoy conocería al que posiblemente sea su compañero mientras la luna este en lo alto, tenia miedo, sabia lo que pasaría, pero no evito que le emocionara la idea de tener a alguien a su lado que la amara.
Estaba lista para volver a casa, pero a lo lejos pudo oír las risas de unas mujeres, las voces eran jóvenes y se pregunto si ellas también pasarían la primera luna, de ser así es un poco inusual que estén aquí ya que podrían estar en sus casa preparándose para cazar a algún macho fuerte.
Siguió las voces y llego al pase de rocas hacia el otro lado, el que siempre cruzaba para ir a la colina.
Con gran silencio observe a tres chicas que pasar a otro territorio mientras las oía hablar de los alfa.- se los digo, la vez que vine aquí pude ver a ese gran hombre
- era un alfa, en serio?
- como no fuiste descubierta?
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¿compañero?
Romancekenna sabia que ese lugar era hermoso, no podía evitar ir y observar a la otra manada de leones, pero eso se acabo cuando un depredador la encontró y de no haber sido por su hermano quizá no hubiera salido de esta, juro nunca volver, pero unas gatas...