CAPITULO ÚNICO

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MONTAÑA RUSA.

Y entonces lo supe, la vida era una montaña rusa.

Mi familia había tenido el poder, el respeto y honor que según mi padre era digno de un Malfoy, ahora él no estaba, había muerto por el beso del dementor. Ahora me encontraba en una celda asquerosa, lleno de suciedad, muerto de frío y desesperado por salir, aunque sabía que era muy probable que jamás pasará.

Siempre fui una persona mayormente solitario, pero el silencio de esta asquerosa celda me hacía querer gritar de lo desesperado que me sentía, prefería esta recostado, si estaba sentado empezaba a temblar por el frío y la ansiedad. Casi no comia, los guardias se aseguraban de que yo notara las cosas que hacían en mi comida siendo lo menos repugnante escupir sobre ella.

Quería morir, mi padre siempre me dijo que los Malfoy irradiamos luz de manera natural, ahora que me encontraba en esta situación hasta estaba feliz de estar solo, pocas personas me veían de esta manera.

Pero después de un mes pasó, uno de los guardias se dirigió a mi celda y con violencia me sacó, me tomó con un hechizo no verbal y simplemente me deje guiar, no tenía ganas de luchar.

De pronto me encontraba en una sala con más luz, había ropa diferente y la vi entrar, una mujer jóven que reconocí de la escuela Cho Chang se llamaba, ella me dijo que estaba trabajando mi caso y afortunadamente podría sacarme de allí si cooperaba con ella, no sabía que decir, claro que quería salir, ¿pero a donde iría?

Ella me llevó ropa y me dijo que alguien, no mencionó un nombre, había ayudado a que fuera posible la aceleración de revisión de mi caso, tanto que apenas se liberó la orden "él" la llamó.

Me duche y por primera vez en mucho tiempo me vi en el espejo, tenía el cabello sin cortar, como soy muy liso este no se veía tan desordenado aunque claro, había perdido su brillo y sedosidad. Mis ojos no brillaban tanto y unas ojeras enormes se habían marcado bajo estos.

Fuimos directo a la corte, era temprano o al menos eso decía la tenue presencia del sol.

No entendí mucho, no hable absolutamente nada, pero mi sorpresa fue enorme cuando el juez dictaminó una nueva sentencia, solo una bastante leve, una multa de cien mil libras, era poco considerando las torturas diarias, estuve en un lugar mucho más limpio que Azkaban y después pude salir, mi madre fue por mí, ella me dio la bienvenida, muy reconfortante, y después me alimentó, esa comida tan agradable que a veces deje de valorar ahora me sabía a la mejor que había probado, después de eso tomé otra ducha, creo que fue más mí paranoia y alegría de volver a estar en mi habitación, creo que por lo mismo dormir bastante.

Claro, hasta que llegó la verdadera razón de mi liberación, Potter. Harry Potter y su complejo de héroe volvía a hacerlo, sonreí con ironía y le redacte una carta de agradecimiento, poco a poco este acto de agradecimiento se volvió una constante en nuestra vida, incluso nos decíamos amigos por correspondencia, hasta la navidad en donde mandó un lindo regalo, era una caja llena de chocolates que menciona adoraba y una hermosa cadena de plata que se encontraba en una suave mantita de seda verde.

Yo le había enviado prendas de ropa bastante modernas y caras, junto a una nota de "nuevo año nuevo estilo, no puedes salir en mil notas del periódico con 3 camisas que parecen ser la misma".

El me preguntó si podíamos vernos en año nuevo, madre estaba encantada y fue la primera vez que estuvo aquí con nosotros dos, madre dijo que jamás me vio sonreír tanto.

Al igual que las cartas estas interacciones se hicieron más constantes, nos visitábamos seguido e incluso los medios hicieron pública nuestra amistad, aunque a algunas personas no pasaron por alto "la mirada" que ambos nos dábamos.

Harry estuvo ahí en una de las crisis psicológicas más fuertes que tuve, mi madre se asustó al ver tanta sangre en el suelo e instintivamente llamó a Harry este se encargó de llevarme al medimago y se aseguró que empezará a llevar un tratamiento psicológico.

Cada día me enamoraba más. La primera vez que nos besamos fue en su casa, estábamos viendo una especie de obra de teatro por una máquina muggle, Teddy había empezado a dormir, Harry y yo estábamos cerca y entonces ambos nos vimos. A pesar de que creí crecer entre magia, juro que nada en mi vida se había sentido tan mágico como ese sutil roce de labios.

Trataste de aclarar eso una semana después, te confesarte ante mí y sin pensarlo un segundo mis labios atraparon a los tuyos, fue algo más brusco.

La primera vez que pasamos la noche juntos fue algo alucinante, los besos, sonidos, fluidos, caricias hicieron que fuera tan fácil entregarnos mutuamente. Nuestra inseguridad había quedado opacada por el amor que nos teníamos. Fue tan increíble que me quedé dormido.

Fue cuando abrí los ojos gracias a la tenue luz del sol entrar por mi ventana que lo supe, la vida es una montaña rusa.

Montaña rusa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora