Capítulo 13. La feria.

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Como cada año la feria dio inicio. Los grandes hacendados de la región se reunían para disfrutar y competir de la mejor manera, grandes ejemplares, cabalgatas y disfrute en familia era lo que se veía, puro ambiente familiar.

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- Buenos días mi niña bonita.
- Buenos días amor
- ¿Lista para la feria? En un rato paso por ti.
- Listisima amor acá te espero.

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Sara, sus hermanas y Don Martin se arreglaban para ir a la feria, Doña Gabriela decidió asistir más tarde, con su amiga Raquel y Benito.

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- ¿Ya están listas mis nietecitas adoradas? Ya quiero fiesta. Dice Don Martin con alegría vestido con su inigualable traje de capitán.
- Por aquí lista abuelito, pero tu calmado mira que no puedes tomar mucho. Dice Jimena.
- Yo voy a disfrutar mi vida. Tengo que aprovechar que no voy con la amargada de mi hija.
- Abuelo, abuelo que vamos hacer contigo. Dice Norma con risas de por medio.

De repente sale Sarita, bellísima con Jeans, suéter rojo y chaqueta de jeans también, con el pelo suelto en ondas y un maquillaje discreto pero que la hacia lucir aún más bella.

- Caramba hermanita, te esmeraste en tu arreglo. Le dice Jimena.
- Ya no se burlen mio, ya Franco debe estar por llegar.
- No es burla mi vida, Jimena tiene razón te vez bellísima. Dice el abuelo.
- Gracias abuelo te amo. Bueno vamos bajando que ya Franco esta por llegar, como acordamos yo voy con él y uds se van con Norma.
- Si está bien así hermana, vamos. Responde Norma.

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Mientras bajan las escaleras, un carro se acerca a la entrada de la casa, se trata de Franco Reyes, todos salen, de una vez, la que sale casi corriendo a saludar es Sara dándole un tierno beso a Franco, que se convirtió en algo intenso a tal punto que no se querían separar, pero Don Martin interrumpe.

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- A ver niños ya. Señor venga acá. Solicita el abuelo a Franco
- Si dígame Don Martin. Responde él
- Necesito verlo a los ojos. Que me diga si realmente está interesado en mi nietecita. Mire esa niña que ud esta viendo es la luz de esta casa, mi nietecita adorada, mi niña y lo único que quiero es verla feliz. Le confiesa Don Martin mientras Franco se arrodilla para quedar a su misma altura.
- Mire Don Martín, yo a Sara la amo, vivo y sueño por ella, es la mujer de mi vida, su calidez, su fuerza, esa manera que tiene de ver y enfrentar la vida, me tiene más que enamorado, yo le prometo que estoy aquí para hacerla feliz créame. Le responde él, mientras sus ojos brillan de pura emoción.
- Ven acá muchacha, gracias por hacerme saber el gran amor que le tienes a mi niña. Le dice el abuelo mientras le da un abrazo, al cual Franco Responde.

Sara les queda mirando con gran ilusión y sus ojos se ponen cristalino, pero no permiten que rueden lágrimas, de pronto interrumpe aquel momento.

- Bueno ya se que no debería hacer esto porque se ven tan lindos, pero ya debemos irnos caballeros. Les dice a ambos.
- Cierto mi niña. Vamonos. Responde el abuelo.
- Vamos abuelo que yo lo ayudo a montarse. Afirma Franco.

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Mientras Franco se levanta, Sara le roba un beso diciéndole al oido "ese es el premio por ser tan bello", Franco la mira y se sonroja; desde la ventana de su cuarto Doña Gabriela veía todo aquello con total desaprobación, pero sin poder hacer nada, Sara estaba muy decidida a continuar con el amor de su vida.

Un Amor Verdadero 🤍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora