¿Cómo pasó esto?, ¿Es posible algo así?, ¿Lo ayudo? ¿¡Qué se debe hacer en situaciones así!?
Pánico apoderó su cuerpo y cientos de dudas su mente. No comprendía la escena que sus ojos le muestran. El terror y la adrenalina fluían en cada parte de sus músculos.Frente a ella se encuentra un hombre mayor, un poco más de cuarenta, algo subido de peso y siendo devorado por lo que parece ser un humanoide bañado en alquitrán, solo que el líquido al resbalar de su cuerpo y al tocar el suelo se evapora.
Mewne se encuentra escondida en un pequeño armario oscuro, observando la situación entre las rendijas de madera. Tapa su boca con fuerza, no quería ser atrapada por esa cosa.
El escuchar como la carne es rasgada y sus órganos son reventados por los filosos dientes, hacía que su estómago lograra hacer una pequeña orquesta. Le ruega salvación a lo que fuera que le esté viendo.
Pero, ¿Cómo llegó a esta escena?
Todo comenzó aquella mañana.
•••
La alarma hizo presencia exacta a las 07:00. Mewne, sin ganas de seguir escuchando su ruidoso tono de alarma, alargó su mano y apagó el aviso. Con pereza revisó la hora en su celular, le habían llegado mensajes de advertencia por parte de su jefa, cosa que la motivó para sacar un pie fuera de la cama.Mewne era una chica promedio de 20 años, ya egresada del instituto y sin seguir estudiando en educación superior. Vive en una humilde casa de un piso, con una habitación, un baño, un pequeño lugar de descanso y una cocina americana.
Vive sola con un gato gordo de pelaje largo de color crema, se podría decir que es su mejor amigo.Recordando que el tiempo no la iba a esperar, comienza a prepararse para su trabajo de tiempo completo. Hizo su rutina de siempre, o bueno, desde que tenía 18.
Al terminar de prepararse le dejó comida y agua a su peludo compañero, y en el proceso solo le alcanzó el tiempo para tomar un gran vaso de leche, hoy va a llegar a casa más tarde de lo normal. Un cuarto para las ocho salió de su hogar, luego de su barrio, hasta llegar a una parada de autobús.
Aun sin ser las 8 A.M el cielo se deja ver en todo su esplendor. La pequeña parada se encuentra en tranquilidad, dándole la confianza a Mewne de que ese día va a ser un buen día.
Vive cerca del centro de la ciudad, en un barrio de bajo recursos, pero sin mucha delincuencia, algo que agradece. Trabaja en una tienda de papelería dentro de un gran centro comercial, la más importante de su ciudad.
Hoy su jefa va a estrenar una pequeña sección en la tienda, se trata de pequeñas estanterías con libros modernos y antiguos clásicos. El sueño de su jefa siempre fue tener una librería, pero en su tiempo de querer emprender su situación económica no era muy buena y le convenía tener una papelería, hasta ahora, que quiere modificar su tienda.
Ya en el centro comercial entra por el sector de trabajadores, respondiendo los saludos que le daban otros trabajadores en ese lugar. Al llegar a la pequeña tienda saluda a su jefa, la cual se veía pasear por todo el sector, observando que todo esté correcto.
— ¡Por fin llegas, Mewne! —la señora, un poco aliviada de ver a una de sus empleadas, comienza a dar órdenes—. Necesito que pegues esto en la vidriera de ahí —le entrega a la menor lo que parece ser una gran pegatina y luego le apunta al escaparate del lado derecho—. Aún no llega Marie, así que tendrás que hacerlo sola.
La joven deja sus cosas en el apartado de atrás de la tiendita y comienza a hacer su deber. Le complicó pegar aquella cosa en el panel de vidrio, dejar burbujas de aire entre la pegatina no era una opción.
Faltan 10 minutos para las 9:30 y ya tenían todo listo para la hora que se abra la papelería. La mayor seguía paseando por su tienda, viendo que todo esté en orden.
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Limitante
General FictionNada en esta vida es igual. Cada ambiente y situación son diferentes. Mucha más aún nuestras emociones. Siglo XXI, en un país cualquiera, en una provincia cualquiera con tres ciudades hermanas. Tres ciudades muy diferentes entre ellas, pero con un m...