▫️Cap. Nueve

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B r i a n d a










Divorcio, divorcio, divorcio.

Esa es la palabra que más se repetía en mi mente, estoy segura de que no había otra cosa más que eso en mi mente. Había ignorado por completo el hecho de que Antoine me hubiera "obsequiado" un lugar donde pasar el rato, prefería seguir estando en la calle.

Nada podría ser como miel sobre ojuelas, no cuando un matrimonio estaba cayéndose a pedazos por mi culpa. No dejaba de culparme y repetirme a mi misma que nada de esto hubiera pasado si yo no me hubiera comportado como una inmadura. Comienzo a creer que venir aquí solo fue un error en mi vida, por que no puedo ser feliz a costa de la infelicidad de otra persona.

Erika había sido excelente persona conmigo, claro que tenía sus momentos malos como cualquier otra persona, pero eso no quitaba que me hubiera brindado su ayuda. ¿ Así es como quería pagarle? ¿ Metiéndome con su esposo?.

Absolutamente no, no querían pagarle así pero, ya era tarde. Ya había besado a Antoine un par de veces, ya me había convertido en su amante sin yo darme cuenta.

— Santísima mierda — soltó Hassel, quien estaba tratando de analizar todo.

Pasaron un par de días desde aquel encuentro extraño con Antoine, en ningún momento le respondí nada. El estaba nervioso, era como si me hubiera quedado muda.

No se que pensaba de mi o que esperaba, pero definitivamente no me siento contenta con lo que soy ahora.

— ¿ En verdad que no vas a darle chance a que te explique por que va a divorciarse? — preguntó mi amiga, a lo que la miré mal.

— ¿ De verdad quieres que le pregunte cuando es obvia la razón?

— El dijo que no te apresuraras a pensar cosas que no son, pero eso fue lo que hiciste y hasta te saliste corriendo.

Era verdad, me había salido corriendo cuando el dijo que no hiciera eso. ¿ Pero que quería que hiciera?, toda esta situación me tiene temerosa

— Escúchalo Brianda, no puedes estar así nada más.

Era una buena razón para escucharlo, dejar de hacerme teorías y saber por fin la razón.

Le hice caso, le pedí a Antoine vernos y el accedió diciendo que lo esperara en aquella casa que el iba saliendo del entrenamiento.

Era una bendición que las clases hayan terminado temprano hoy, así tenía tiempo para mis enredos personales. Le había pedido a Hassel ir conmigo, pero ella dijo que era mejor que lo hiciera yo sola. Pedí un Uber y este me llevó hasta la dirección marcada, observé el mismo paisaje que recorrí cuando vine con Antoine días atrás.

El tiempo fue el mismo, bajé del Uber y entré a la casa que estaba igual a cuando la dejamos ese día. Me permití observar un poco su alrededor, era espaciosa y muy moderna. Cocina, baño y unas pequeñas escaleras que llevan al piso de arriba. Aquí hay un par de habitaciones, la principal y una que es la mitad de la principal que supongo es la que habita Antoine.

𝑀𝑎𝑦𝑜𝑟𝑒𝑠• 𝐴𝑛𝑡𝑜𝑖𝑛𝑒 𝐺𝑟𝑖𝑒𝑧𝑚𝑎𝑛𝑛  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora