—¿Está borracha, Wilson? — inquirió, dándole una mirada rápida al abogado antes de tomar mi brazo entre su gran mano —. Ya después soluciono las cosas contigo, López.
—¿Ahora resulta que te enfada que baile con una de tus secretarias, Cooper? Cualquiera que te viera, diría que estas de celoso — sacudí la cabeza tratando de que con ese acto se me quitara el mareo —. Que haces aquí, ¿eh?.
—Eso es algo que no te debe importarte a ti y a nadie. Ahora bien, me llevaré a Wilson, que no se ve nada bien— sus voces la escucho muy a lo lejos, al igual que la música del club. El calor que ha invadida mi cuerpo tan de repente es exasperante y los parpados me han empezado a pesar .
—Yo la veo bien, Cooper — empecé a sentirme falta de aire.
—Necesito un baño... — murmuré, agarrándome fuerte de la chaqueta de Dereck —. Todo me da vueltas.
—¿Qué le has dado? Si se trata de lo que estoy pensando, atente a las consecuencias — advirtió ayudándome a caminar tambaleante hacia la salida del club, bajo la mirada de todos —. ¿Cuánto has bebido, Wilson?.
—Solo fueron cuatro tragos — musité viendo las luces borrosas —. Siento que me voy a desmayar, Dereck...
—Tranquila, aquí estoy — fue lo último que escuché antes de caer inconsciente.
Dereck
La tomé en mis brazos e inmediatamente la traje a la clínica mas cercana. López tiene mucho que explicar, no más que ella. Estoy seguro que le ha dado al más en su bebida, pues se me es extraño que se desmaye a causa de cuatro tragos nada más.
—¿Cómo esta, Joel? — pregunté a mi hermano, quien es doctor.
—Estamos en la espera de los resultados — fruncí el ceño.
—Mantéenme al tanto de lo que sea que le hayan dado.
—Por supuesto — sonrió —. Es ella por quien te has ido de la cena, Fiorella estaba muy enojada cuando te fuiste sin decir nada.
—Es lo de menos, por ahora solo me interesa saber que Jane está bien.
—¿Por qué tanto interés por tu secretaria, Dereck? — quitó la bata para ponerla sobre el gancho —. Y quiero la verdad, jamás has hecho esto por alguien. Incluso, has dejado la cena de los padres de Fiorella tirada, eso no me lo esperaba. Cuéntame.
—Si ya lo sabes para que quieres saberlo — enarcó una ceja —. Bien. Si, me gusta. Wilson me gusta más de lo que debería, más de lo que he deseado y más de lo que podría gustar de alguien. Puede que si me haya enamorado de esa mapache obstinada, grosera y tímida.
A la vez. Fiorella es un lio del que planeaba deshacerme hoy, pero se ha ido a la mierda. Es que Wilson causa problemas siempre.
—Mamá tenía razón — musitó —. Elián ha perdido la apuesta.
—¿Qué apuesta?.
—Ninguna, no me hagas caso — se colocó un gabán y salimos del consultorio hacia la habitación donde se encuentra Jane —. Está bien que te hayas enamorado, Dereck. Un hombre también puede amar, incluso más de lo que lo hace una mujer, solo ten cuidado y no permitas que nadie se siga involucrando en tus decisiones. Ponle un alto a Fiorella, ha agarrado mucha cancha diciéndole a todo el mundo sobre la supuesta boda y el bebé. Claro está, que nosotros creemos que no es tuyo.
—No es mío — bufé —. Han pasado meses sin tocar a Fiorella, no sé de dónde ha sacado esa prueba de paternidad.
—Esa mujer es peligrosa, Dereck — abrió la puerta de la habitación. Mi mapache está profundamente dormida.
—Disculpe, Dr. Cooper — llegó una enfermera tras nosotros —. Los análisis de la paciente ya están listos. Mire por usted mismo.
Joel agarró la hoja y leyó, por su rostro me dio a entender que todo estaba mal.
—Dormirá por unas horas más, sin embargo, cuando despierte tendrás que llevarla a casa. Ya sabes, darle una ducha muy fría.
—¿Qué le ha dado?.
—La muestra arrojó rastros de un afrodisiaco más un somnífero — la sangre me hirvió de rabia. Haré que López se pudra en la cárcel por drogar a una mujer para llevarla a la cama —. Es muy mínimo, pero no quiere decir que no sea mortal la combinación de dos drogas potentes. De razón la tensión se le subió. Cuando despierte puedes llevarla a casa — sonrió pícaro —. No quiero estar en tus zapatos cuando despiertes.
—¿Qué? — se encogió de hombros antes de marcharse de la habitación. No pienso aprovecharme de Jane en ningún momento. Quiero que me desee por su cuenta, no por un afrodisiaco. Sacudí la cabeza y me quedé viéndola.
—Ay, Wilson. Eso le pasa por llevarme el contraria, si no me hubiera dejado colgado en la empresa muy seguramente estaríamos disfrutando en la camita — agarré su mano —. Pero es que le gusta hacerme enojar por nada — besé su frente para luego tomar asiento junto a la cama.
No sé por cuánto tiempo me quedé observándola fijamente, cuidando de ella. Hasta que empezó a mover las manos llevándolas a su rostro. Me levanté rápidamente y se quedó viéndome con el ceño ligeramente fruncido.
—¿No estoy en mi casa? — negué sonriendo —. Me siento muy caliente todavía.
—¿Qué?.
—Que me siento caliente — apartó la sábana que cubría su cuerpo y frotó las manos por su vientre bajo —. Acá me rasca mucho, Sr. Cooper. Ayúdeme, es muy insoportable esta sensación.
—Pero...
—¡Rásqueme aquí que me pica! — trató de levantarse el vestido y la aguanté por los brazos —. Suélteme.
—No, Wilson — tragué saliva —. No ve que estamos en un hospital, cómo se le ocurre hacer algo así.
—Entonces ayúdeme a rascar, solo un poquito ¿sí? — suplicó —. Hágale, solo páseme los dedos en esa zona y me rasca. No es nada del otro mundo.
—¿Cuál zona? — mordió su labio descendiendo la mano hasta situarla en el medio de sus piernas —. Ay, Wilson.
—¿Lo hará o lo hago por mi cuenta? — mordí mis labios y separé sus piernas un poco.
—No hagas ruido — ascendí las manos a su entre pierna y respiró agitadamente. No debo aprovecharme de ella, pero la tierna expresión que tiene no me ayuda en lo absoluto —. Tapate la boca...
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Dereck Cooper(EN FÍSICO) [✓]
RomanceJane y Dereck son tan opuestos en cada aspecto de su vida, que el atraerse como imanes será cuestión de tiempo. Dereck no comprende como una chiquilla sin gracia ni belleza, le hará remover el corazón y cada fibra de su ser, poniéndolo en aquella si...