Pequeña mentirosa

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Dereck

Un año de mierda es lo que he tenido que atravesar por culpa de Doménico y las falsas acusaciones en mi contra. No quería recurrir a la ayuda de absolutamente nadie, pero debido a que los créditos de banco fueron rechazados, me tocó aceptar la ayuda de diversas donaciones y obras de caridad que hicieron diferentes empresas. Poco a poco la empresa fue levantada gracias a una pequeña sucursal de joyería en Carolina del Norte. A pesar de ser un lugar pequeño, el dueño cuenta con el dinero suficiente para ser de un pequeño lugar algo majestuoso. Me sorprende que tengan la capacidad necesaria para hacer los diseños de jotera al mismo nivel que de las prendas.

Elián se ha encargado de reunirse con uno de los socios de una de las empresas que más ha invertido capital a la producción. Espero pronto poder tener la dicha de conocerlo y darle mi gratitud ante la oportunidad que me han dado. Con las uñas mi empresa ha ido en aumento. Y no puedo dejar de lado el trabajo de mis padres, ellos han seguido trabajando arduamente para desmentir cada rumor falso que nos sigue azotando.

No lo quise creer a Elián cuando me contó de su casual encuentro con Jane. Mi mapache, a ella la había dado por muerta y enterrada en lo más profundo del mar, pero la muerta a resucitado en una apariencia mucho más hermosa de lo que mi mente la recuerda. Me estaba arriesgando demasiado en volver a ir tras una mujer que no le importó mis sentimientos en algún momento de nuestras vidas. Pero al recibir el mensaje de Adrián, lo vi como una señal, una última oportunidad quizás de aclarar algo que nunca tuvo cabida para aclarar.

El color de su cabello ahora está de un castaño claro y muy bien cuidado. La ropa que lleva puesta se le ajusta a sus curvas perfectas. Es como si se hubiese hecho un cambio extremo de pies a cabeza. Su rostro ahora es mucho más maduro. Sus senos, sus muslos, sus caderas, su vientre y ese trasero están más grandes de lo que recuerdo. Quizás sea el hecho de no haberla visto por un año entero, pues es normal que su cuerpo haya cambiado.

—Hable o la hago hablar, Wilson — sus ojos son lo único que me recuerda a esa ingenua y tonta chica que me sacaba de quicio con su presencia. He retenido esto por tanto tiempo que no estoy pensando con claridad mis palabras —. No me diga nada, yo tengo la manera de hacerla hablar...

—¿Qué quiere saber? — levantó la barbilla desafiante y sonreí —. Tengo que hacerle un dibujo en un papel para que entienda que no quería estar con usted. Entienda, Dereck, usted no me provocó todo eso que usted me confesó. Yo no sentí ese mismo cariño hacia usted,,,

—Volvemos a ser nosotros, ¿eh? — el pecho quema, jamás me había quemado tanto como hoy —. Eso lo tengo bastante claro...

—¿Entonces por qué no me deja en paz? Si ya lo sabe, por qué sigue jodiendo mi vida. Ahora estoy mucho mejor que antes, con un buen empleo, con una mejor vida, con un hombre que amo profundamente... — abrí sus piernas y llevé ambas manos arriba de su cabeza, su respiración se agitó ante mi acción desprevenida —. Suélteme ahora mismo. Sigue siendo ese mismo hombre que cree solucionarlo todo de esta manera, pero yo, yo ahora soy diferente. Entienda que lo único que siento por usted es...

—¿No quiere jugar un poquito, Wilson? — respiró pesadamente, su olor está intacto, justo como lo tengo grabado en mi mente —. Así como usted ha jugado conmigo.

—No se atreva o esta vez iré directo a las autoridades por intento de violación. Además, yo no le juré amor en ningún momento, ¿o sí?

—¿Y quien le ha dicho que quiero hacerle tal cosa? — nos quedamos viéndonos en completo silencio.

La rabia no me deja pensar, y como no encuentro palabras que decirle por la rabia tan inmensa que siento por dentro; choqué mis labios con los suyos. Sus labios siguen teniendo la misma suavidad y adicción que antes. Quiero que sea sincera, que me diga la verdad, no obstante, sigue diciendo de boca para afuera que no siente nada por mí. El suave empujón que me dio me llevó a presionarla más contra la pared y robar su aliento como tanto lo he deseado.

La jodida ansiedad no me dejo aguantar las ganas de besarla. Necesitaba sentir nuestras respiraciones mezclarse nuevamente. Esta mujer ha sido mi única y más grande perdición. Como es que aún me sigue removiendo cada hueso de su lugar.

—Dereck Cooper — la voz de Gabriela nos hizo separar inmediatamente, más no dejé apretarla contra mi —. ¿Qué diablos haces aquí?.

—Jones, vine a hacerles una visita — ese sonrojo de Jane me hace sacudir con violencia —. Pero no sabía que tenían otra visita, me disculpo por no darles aviso de que vendría.

—Eso no responde a mi pregunta, Dereck — Jane fue jalada por Gabriela y me quedé viéndola por encima del hombro —. Que clase de que no es hora para hacer visitas no has entendido, Cooper. Vete y regresas otro día.

—Por supuesto que me iré — Gabriela suspiró dándome una mirada de disculpa —. Me iré con la pequeña mentirosa que esta escondiéndose detrás tuyo, Gaby. Ya ves que me choca que no sean honestos conmigo y más cuando les doy una oportunidad de decírmelo en la cara.

—No voy a ir con usted a ningún lado. Y como ya han llegado, ya debo irme para mi casa. Hay quienes esperan por mí — caminó hasta el sofá para tomar el bolso y un gabán que se colocó rápidamente —. Lamento el desastre que hice, pero es mejor que no esté más aquí...

—Tranquila, Jane — Gabriela la abrazó —. Gracias a ti por cuidar de los niños, y puedes irte sin problema. No dejaré que nadie te obligue air a ningún lugar.

—Bien. Adiós — me dio una ultima mirada antes de salir de la casa por la parte de atrás, por donde entré yo.

—¿Qué es lo que te está pasándote, Dereck? Ella me dejó muy en claro que no te quería ver y le aseguré que acá no se encontrarían...

—Tu más que nadie sabe por lo que he pasado por este tiempo, me sorprende que te vayas de su lado y no conmigo. Te creía una amiga, pero amigo ratón del queso, Gabriela — Adrián asintió con la cabeza tomando a Gabriela entre sus brazos —. Nadie me va a impedir lograr lo que quiero, no me interesa pasar por encima de quien sea con tal de saber si ella no me ama realmente. Será la ultima vez y hasta prometo desaparecer por completo del mapa, pero necesito mis explicaciones...

—Ustedes no fueron nada, Dereck...

—Gabriela...

—Nada, Adrián, alguien tiene que decírselo.

—Me ha quedado bastante claro — caminé a la entrada y quité el pasador de mano —. Pero tu no sabes nada. No tienes idea de lo que es sufrir por alguien por tanto tiempo, como para que te digan que ahora ama a otro hombre. Muy en lo profundo guardé una pequeña esperanza... para nada.

—Dereck...


Salí de la casa con el corazón oprimido de dolor. Esto de amar y no ser correspondido duele más que cualquier otra cosa. Vuelve y me pasa, vuelvo y me dejan con la ilusión viva dentro de mi pecho. Ahora lo mejor que puedo hacer es soltar a esa mujercita de una vez por todas y enfocarme en mi empresa, seguir adelante y hacer lo que sea necesario para reforzar mi corazón hasta dejarlo convertido en hierro. Esa pequeña mentirosa no me verá más la cara. Anhelo que esta sea la última vez que tenga el infortunio de verla.

Dereck Cooper(EN FÍSICO) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora