¿Puede una simple taza de café unir la vida de dos personas?, el destino a dicho que si.
Ella, una chica tímida, insegura y con un pasado oscuro que le hace creer que no merece amar o ser amada.
Él, un chico atrevido, seguro de si mismo y deseando...
Un día de junio, caminaba por las calles sin ningún destino específico, había días que me sentía agobiada por las enormes lagunas que existían en mi cerebro. A veces me preguntaba ¿Habré Sido una buena persona?, Si es así entonces ¿Por qué no tengo familia ni amigos que estuvieron conmigo después de despertarme en el hospital?. Pensar en eso hacía que mi mente se llenará de dudas que no sabía cómo responder. Pase al lado de un café y decidí entrar por pura curiosidad y entonces ví algo que me dejó en shock.
Frente al mostrador había un chico de cabellos castaños y ojos azules como el mar. Era bastante atractivo y parecía hacer mucho ejercicio por su gran complexión física. Note que al igual que yo el también se encontraba en shock al verme. Sus hermosos ojos hicieron que un trago amargo de tristeza invadiera mi interior, ¿Dónde los había visto antes?. Mi corazón se aceleraba más a cada momento del nerviosismo y como pude lo saludé con una sonrisa diciéndole buenos días.
Desde ese día seguí visitando el café con la excusa de leer. El café era muy bueno pero solo venía a ver a ese chico. Me causaba demasiada curiosidad, tenía un extraño sentimiento de familiaridad al verle, como si le conociera de toda una vida. Cuando nuestras miradas se cruzaban, ya sea por accidente o intencionalmente mi corazón se aceleraba y tenía que apartar la mirada de él para que no viera mi sonrojo.
Me sorprendió que se acercara a hablarme, al principio no sabía que decirle o sobre que preguntarle, me sentia demasiado incómoda pero él hizo todo lo posible para que la conversación fluyera con naturalidad y pudimos hablar de temas que a ambos nos interesaban. Había momentos donde mis ojos se cruzaban con los suyos y sentía una electricidad dentro de mi. Sentía que estos sentimientos estaban resurgiendo y me encantaba oírlo hablar.
Hablamos por tanto tiempo que ni siquiera me había dado cuenta de lo tarde que era, el se brindó a llevarme hacia mi apartamento en su moto y aunque al principio dude algo dentro de mi me decía que el se merecía mi confianza. Cuando se despidió de mi solo pensaba en que quiero conocerle más, deseo saber porque esos preciosos ojos azules como el océano me atrapan de una manera que no se bien explicar. Quiero entender todo esto que siento solo con mirarle y saber porque presiento que esos ojos azules ya me han mirado antes. ¿Por que siento que nos hemos visto antes?, ¿Que esconden tus ojos Axel?.
Tengo tantas preguntas sin contestar, siento tanta emoción dentro de mi. Siento que algo me conecta a el, algo invisible, algo que no se puede percibir a los ojos humanos.
Algo que si recuerdo bien al despertar es la voz de alguien diciendo que lo mejor sería alejarse de mi para no hacerme más daño y cuando Axel me habló por primera ves pude reconocer su voz, jamás la olvidaría, nunca ví su rostro pero su preciosa voz era inconfundible, me preguntó ¿por que habrá dicho eso?, ¿por que se alejo por tanto tiempo?. Quiero saber, ¿Que escondes Axel?
************************************ Granitos de café ☕, ¿Quieren saber cómo luce Axel?, les advierto, no se caigan de sus asientos.
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*Las lectoras se desmayan*
-Yo dije desde un principio que era muy guapo- dijo Axel con orgullo
-Niño, se humilde, yo no te hice asi- le regaña la escritora
