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Las palabras más odiadas por los alumnos fueron pronunciadas de manera lenta y maniaca por el profesor de contabilidad.

—Bueno, ahora presten mucha atención; empezaré a copiar los temas que deberán estudiar para el próximo examen —anunció, y se escuchó un fuerte abucheo de los estudiantes—. Unas cosas más; esta vez la fecha de examen no se moverá y a quien vea tomando fotos en lugar de escribiendo se le resta un punto —el abucheo se hizo más fuerte.

Woonggi acomodó a su costado su cartuchera abierta en la parte de resaltadores y fibras; sí, Woonggi era "esa clase de estudiantes".

Empezó a copiar todos los temas en su anotador, sin preocuparse por si el profesor borraba o no, ya que sabía que su mejor amigo le estaba sacando foto a todo pues era demasiado vago como para si quiera traer una lapicera.

Cuando sonó la campana indicando el fin de clases, se volteó a verlo.

—¿Voy a estudiar a tu casa? —le preguntó. Siempre era lo mismo; él estudiaba mientras Hanbin jugaba al LoL y al final le dejaba un resumen lo más resumido posible y con algunas comparaciones simples para que lo entendiese mejor.

—Ah... lo siento, voy a estudiar con mi novio —respondió, levantando sus hombros.

—Pero si tu novio es igual o más vago que vos —se extrañó.

—Exacto —levantó sus dos cejas, esperando a que el más bajo entendiese a que se refería.

Cuando lo comprendió, Woonggi chasqueó su lengua.

—¿Él sabe? —curioseó.

—Ay, que te importa —dijo, mientras guardaba su cuaderno sin dibujar porque nunca llevaba nada para escribir—. No, no sabe; es sorpresa —agregó.

Ambos salieron entre risas de la universidad y cuando sus caminos se separaron, Woonggi solo deseó que su vecino no estuviese en su departamento, pues solía poner o hacer música en niveles estúpidamente altos y no le dejaban concentrarse o a veces dormir.

————

Luego de dormir su religiosa y sagrada siesta y de despertarse justo al atardecer alrededor de las 07:30 más o menos, se hizo un café mientras imprimía lo que le serviría para el resumen y se puso sus lentes para sentarse en el sillón con todas las hojas y empezar a resaltar lo más importante.

Tuvo paz por aproximadamente... ¿20 minutos? Va, eso si somos muy optimistas, pues apenas terminó la primera mitad de una carilla se pudo empezar a escuchar la guitarra eléctrica del vecino.

Tomó un leve respiro para evitar caer la locura. Salió al balcón y asomó su cabeza hacia arriba; la puerta del balcón estaba cerrada, así que tendría que subir y decirle en la cara que baje el volumen. Se mordió los labios tratando de no enojarse más de lo que ya estaba y fue a su cuarto a agarrar un buzo y a peinarse un poco el pelo.

Salió de su apartamento con sus apuntes en mano y subió al ascensor; por suerte él era el único viajando ahí pues si algún otro vecino le veía seguro preguntaría qué por qué tan mala cara y explotaría mientras explicaba cómo ya no soportaba al animal que tenía viviendo encima de él.

Cuando se abrieron las puertas del ascensor fue directo a su destino; el apartamento 5C, del cual cada vez escuchaba la música más cerca. Tocó el timbre y esperó a que su vecino le abriese, lo cual no tardó mucho en suceder.

Teranozo Keita, así se llamaba el (lindo) músico insoportable que vivía en ese departamento.

Le abrió con una sonrisa, pero al ver su cara de enojo esta desapareció y empezó a cerrar la puerta. Esto lo hubiese logrado si Woonggi no hubiese puesto su pie, evitando que se cerrase del todo.

APAGA LA MÚSICA !?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora