Debido a un viaje de negocios de sus padres Elaia se ve obligada a pasar 3 semanas en la Masía.
Elaia no tenia ni idea de fútbol, pero tampoco tenia intención de aprender. Eso estaba apunto de cambiar, ya que conoce a una persona que hace cambiar to...
Estaba en casa de Pedri, todos los chicos y amigos míos estaban allí. La casa estaba llena de globos, había mesas con comida y bebida y en una esquina del comedor había un photocall.
Todos se lanzaron a abrazarme y a felicitarme.
- ¿De verdad pensabas que nos íbamos a olvidar? - preguntó el dueño de la casa.
- Por momentos sí que dudaba - contesté.
- Llevaba todo el día con eso en la cabeza - habló mi novia y todos rieron.
- Gracias a todos por venir, y por hacerme esta fiesta.
- Espera, queda más - dijo Ansu y yo le miré confundido.
En ese momento mis padres y mi hermana salieron de la cocina. No lo dudé y corrí hasta llegar a ellos y fundirnos un esperado abrazo.
- Habéis venido - hablé ilusionado
- Claro, ¿cómo nos vamos a perder este día tan especial? - preguntó mi madre y yo le volví a abrazar.
Pusieron música y la fiesta empezó. Me acerqué a la mesa de las bebidas y llené un vaso de un líquido rosa llamado puerto de indias.
- ¿Me presentas a tu novia o que? - preguntó mi hermana detrás de mí.
- Claro - contesté. Miré a Ela, le hice un gesto para que se acercara, y lo hizo - ella es Elaia, mi novia. Elaia, ella es Aurora, mi hermana.
- Encantada - dijo Ela y Aurora se acercó a darle dos besos.
Empezaron a hablar por lo que decidí dejarlas solas, y me fui con mis padres.
- Parece que tu hermana y tu novia se llevan bien - habló mi padre.
- Si, eso parece - respondí.
- A ver si para navidad te la traes para Sevilla - dijo mi madre.
- Se lo diré, seguro que querrá ir - contesté con una sonrisa.
- Tu amigo Pedri nos ha ofrecido una habitación, así que nos quedaremos a dormir aquí.
- Perfecto, seguramente la mayoría nos quedaremos aquí.
- Mañana podríamos ir los 5 a comer fuera, así conocemos mejor a Elaia - propuso mi madre.
- Claro, luego se lo digo.
- Está bien hijo, ahora ves un rato con tus amigos.
Asentí y fui con los chicos.
- Cumpleañero, ¿como estas? - preguntó Ferrán mientras pasaba su brazo por mis hombros.
- Genial, gracias chicos - contesté.
- No las des, ¿vamos a por la tarta? - dijo Pedri.
Los chicos se fueron a la cocina y apagaron las luces. Ela me sentó en una mesa y detrás, en la pared, había unos globos del número 19.
Poco después los chicos salieron de la cocina, Pedri teniendo la tarta en sus manos, y todos empezaron a cantar el cumpleaños feliz.
Llegaron a la mesa donde estaba, el canario dejó la tarta y cuando acabaron de cantar soplé las velas, no sin antes pedir un deseo.
Mi madre partió la tarta en varias porciones para todos los que estaban y las fue repartiendo. Mientras comíamos íbamos hablando entre todos.
Cuando ya pasó bastante tiempo, era la hoa de hacerse fotos en el photocall. Primero nos hicimos fotos grupales, y luego individualmente.
Al poco rato de hacernos las fotos ya tenía varias notificaciones de menciones en historias de instagram. La primera que vi fue la de mi novia y no dudé en resubirla.
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Más tarde, estuve mirando y subiendo varias fotos.
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-Venga los regalos - gritó Pedri.
Ya había pasado bastante tiempo desde las fotos, era muy tarde así que decidieron abrir los regalos. Me senté en una silla y la gente me los iba dando.
Primero mis amigos, luego mi familia y después era turno de los chicos.
- Es de parte de todos - dijo Ferrán y me entregó un sobre.
Acepté el sobre, lo abrí cuidadosamente y saqué el papel que contenía. Leí lo que ponía el papel y me llevé la mano a la boca.
- Pero leelo en voz alta - habló mi padre.
- Es un billete de avión, para las Maldivas - contesté emocionado, intentando que lágrimas no salieran de mis ojos.
