Don't you, big boy? (Steddie)

XIII

Ya era la hora del almuerzo. Como de costumbre, Eddie y los demás se encontraban en una de las mesas hablando, sin embargo, aunque parecía que Eddie prestaba atención a lo que sus amigos decían la verdad era que su mente se encontraba vagando en lo atractivo que se veía Steve con su ropa puesta.

— ¡Eddie!—Gritó Dustin.

El mencionado dio un pequeño brinco en su lugar y dirigió su mirada al menor.

— ¿Qué pasa?

— ¿Qué pasa? Eso deberíamos de preguntarte a ti. Hace días que no vienes al club a seguir con la campaña y tampoco sales con nosotros fuera de la escuela.—Reclamó.

— Ah He estado ocupado con asuntos que mi tío quiere que atienda, lo siento.—Siguió comiendo una rebanada de pan.

— Sí, claro. ¿Cuándo volverás a pasar tiempo con nosotros?

Mientras Eddie y Dustin discutían, los demás simplemente observaban, aunque también les interesaba que Munson regresara, no era lo mismo sin él.

— Les prometo que pronto volveremos a jugar. Ahora déjenme ir al baño antes de que regresemos a clases.

Dicho eso, Eddie se levantó y salió por las puertas de la gran cafetería para caminar directo al baño. Una vez en su destino, se acercó a uno de los orinales y le dio uso, al acabar se lavó las manos y escuchó la campana de entrada sonar por lo que fue a su siguiente clase.

Dos horas después volvió a sonar la campana que anunciaba que ya podían retirarse, Eddie guardó sus cosas y, por orden unos minutos antes, ayudó a su profesor a llevar las tareas que había recogido de los alumnos a su oficina. En otro salón, Dustin y Mike también se encontraban recogiendo sus pertenecías para irse.

— ¿Crees que es cierto que Eddie está ayudando a su tío?—Preguntó Mike.

— Que bueno que preguntas porque justamente te iba a proponer que lo siguiéramos ahora y averiguáramos en que anda.

— No puedo hoy, tengo que cuidar a mi hermana, si no lo hago mis padres no me permitirán ver a El la semana que viene.—Se puso la mochila en el hombro.

— ¿Abandonas el campo por una chica?—Dijo indignado.

— Lo siento, tú también lo harías si fueras a ver a Suzie.

Mike se despidió con una seña y salió del salón. Dustin no dijo nada, era cierto, si Suzie viniera también haría lo que fuera para pasar tiempo con ella. En fin, el chico tomó su mochila y caminó hasta el salón de Eddie donde pudo ver aun sus cosas dentro, se escondió detrás de un bote de basura y esperó a que el de cabellera larga volviera a aparecer. Unos minutos después, razonables minutos porque los pasillos ya se encontraban casi vacíos, Eddie entró a su aula, tomó sus cosas y volvió a salir casi corriendo hacia uno de los pasillos que daban afuera. El menor lo fue siguiendo sigilosamente hasta que llegaron a la puerta del estacionamiento, iba a gritarle nuevamente a su amigo, pero se detuvo en seco cuando vio a Steve recargado en una pared. Dustin pudo mirar perfectamente como Eddie atraía de la cintura a Steve y lo besaba sin pena alguna.

— ¿Qué tal te fue en tus clases?—Preguntó Steve una vez que se separaron.

— Bien, la escuela se hace menos pesada cuando sé que voy a verte.—Sonrió.

Henderson dejó caer su mochila que resonó en el suelo llamando la atención de los otros dos chicos. El rostro de ambos cambió completamente al ver a su pequeño amigo ahí parado.

— ¿Qué fue eso?—Abrió la boca por fin Dustin.

— Supongo que ¿nos besamos?—Dijo Eddie.

— Obviamente sé eso, no estoy ciego. Me refiero a ¿¡Por qué se estaban besando!? —Espetó acercándose más a ellos.

— Era un experimento social.—Contestó rápidamente Steve.

Eddie volteó a ver a Steve preguntándose cómo pudo haber respondido algo tan tonto y, aunque se quería reír, no era el momento adecuado.

— Tal vez podemos salir de aquí y platicar sobre esto en otro lado, ¿No?—Sugirió el de cabello largo.

— ¡Bien!, tienen que explicarme muchas cosas.—Recogió su mochila del piso y caminó a la salida.

Los mayores lo siguieron, subieron al auto de Steve y condujeron hasta llegar a un pequeño parque donde se estacionaron, pero ninguno bajo del auto. Después de unos cinco minutos, Eddie miró hacia el asiento de atrás donde estaba Dustin y soltó un suspiro.

— Mira, no s-

Fue interrumpido.

— ¿Hace cuánto que llevan haciendo eso?—Los miró a ambos.

— Unas semanas

— ¿¡Y no iban a decirme!?—Se escuchaba algo alterado.

— No es lo que crees.—Habló Steve.

— ¿Entonces qué es?

— Bueno tal vez sí es lo que crees.

— ¿Por qué no me dijeron que eran novios?

Los mayores se sonrojaron ante la pregunta.

— Porque no somos novios.—Respondió Harrington.

Munson hizo una pequeña mueca al escuchar eso, pero no dijo nada.

— ¿Entonces por qué se besan?

— Es complicado, Henderson, no lo entenderías. Solamente Robin y tú saben sobre esto, así que no le digas a nadie.—Pidió Steve.

— ¿Robin sabía y yo no?—Se indignó.

— Pedimos disculpas, Dustin, pero es tú culpa por haber traído a Steve a esa campaña esa noche.—Reclamó Eddie.

— No me reclames por algo que te hace feliz.

— Cierto.—Se calló.

— ¿Ahora qué?

— ¿Qué de qué?—Dijeron al unísono.

Dustin rodó los ojos.

— ¿Le dirán a los demás?

— Espera, ¿No estás enojado?

— Estoy enojado porque no me dijeron antes sobre esto, pero no por otra cosa.

Eddie y Steve sintieron un alivio en su pecho al escuchar eso, habían temido que Dustin fuera a oponerse a lo que estaban haciendo y los mirara mal.

— Bueno, como ya te dije, no hemos formalizado lo de ser una pareja. Todo lo que pasó debe quedarse entre nosotros y que no se te ocurra decir una palabra a alguien.—Ordenó Steve.

— Lo haré con una condición.

— ¿Cuál?

— De ahora en adelante los dos tendrán que cumplir cualquier cosa que yo diga como muestra de gratitud por haberlos hecho darse una oportunidad.—Les sonrió.

Los chicos se miraron mutuamente y soltaron un suspiro.

— Está bien.—Respondieron.

Después de eso, Steve comenzó a conducir hacia la residencia de los Henderson. No dijeron nada más durante el trayecto, Eddie y Steve aún seguían pensando en que la situación parecía irreal, Dustin en parte también pensaba lo mismo, pero si dos de sus mejores amigos eran felices juntos entonces él también lo estaba y los apoyaría.