VII

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---¿Que? ---la menor soltó una leve risa ---Papá, los hombres no se pueden embarazar ---dijo la menor sonriendo, hasta que vió que la situación iba en serio ---¿Si pueden?

---Si, pero solo unos pocos pueden, es algo complejo... ---dijo Roger.

---Existe algo llamado Hermafroditismo, que es cuando una persona tiene organos reproductores femeninos y masculinos, tu conoces esas cosas, ya te las enseñaron en la escuela ---explicó Bri.

La menor escuchó aquello impresionada.

---¿De verdad es mi Ma- papá? ¿Mi otro papá?

Ambos adultos asintieron. Esperaban una reacción negativa o algo así, pero la de ojos bicolores se lanzó a abrazar al rubio.

---¡Hasta que te conozco! ---exclamó la menor sonriendo.

El rubio la abrazó devuelta, sonriendo. ---Estabas tan pequeña la ultima vez que te vi, Liz...

---¿Es por eso que tengo un ojo azul y otro hazel? ---preguntó Liz. El barbudo asintió.

Ese reencuentro fue bastante felíz.

...

---ROGER, LIZ, ME VOY A CAER.

Algo que nunca aprendiò el rizado fue andar en bicicleta. Su hija y el rubio al saber de esto juntaron dinero para comprarle una bicicleta al rizado para enseñarle a andar. Ahora, Roger había soltado a Bri para que estuviera andando solo en la bici, cosa que no funcionó porque el rizado terminò por caer al piso.

La menor empezó a reir.

---VAMOS PAPÁ, LEVANTATE Y VUELVE A INTENTARLO ‐--exclamó.

El barbudo soltó leves risas, levantandose y volviendo a sentarse en la bicicleta para intentar andar, manteniendo el equilibrio.

Para los que se preguntan, desde el reencuentro pasaron dos meses, Liz y Roger se llevaban muy bien, aunque el rubio no lograba recuperar la confianza del rizado.

Pero no planeaba rendirse tan facil.

Durante varias semanas, cuatro para ser especificos, le estuvieron enseñando al barbudo a andar en bicicleta.

Hasta que finalmente lograron hacer que andara.

Para celebrar, hicieron un pastel de frutillas, el favorito de ambos rizados.

La pasaron bien, se mancharon, comieron un poco de la mezcla de pastel y decoraron el pastel, el barbudo mantenía su distancia con el rubio, pero igual parecía pasarla bien.

...

May estaba solo en casa, Roger había ido a dejar a Liz a sus clases de tap. Leía un libro, y al escuchar el timbre fue a abrir, pensando que era Roger.

No era así.

...

Los besos forzosos y asquerosos inundaban en su rostro y boca, los toqueteos que sentía en su torso, muslos y entrepierna lo hacían sentir del asco, no podía soltarse del agarre, sus muñecas eran fuertemente agarradas por uno de los hombres que lo besaba, mientras que el otro lo desnudaba de a poco mientras le tocaba el pecho y besaba su vientre, aveces mordiendo sus pezones. Se sentía asqueroso, se había olvidado de la existencia de esos hombres que ni si quiera deberían de llamarse hombres.

Su mirada y lagrimas expresaban miedo y tristeza, a la vez asco, pero mayormente lo primero. Cerraba los ojos con fuerza, esperando que el momento terminara rapido para limpiar todo y hacer como si nada.

Hasta que la puerta se abrió.

---Brian, Liz ya está en sus clases ---avisò el rubio llegando a la casa. Al ver la escena pensaba que el barbudo tendría intimidad autorizada. Se avergonzó, pero vió que el mayor lo miró, su mirada expresaba terror, un grito de ayuda silencioso.

Taylor se puso en acción.

---¿QUIENES SON Y QUE LE ESTÁN HACIENDO?

Ambos hombres sin corazón miraron al rubio.

---¿Quieres que te hagamos lo mismo?

---NO, MIERDA, NO ---corrió a la cocina, siendo seguido por uno de esos hombres.

Al llegar a la cocina, el rubio tomó un cuchillo y una sartén. Con el cuchillo le apuntó al hombre, y con la sartén estuvo atento en caso de que tuviera que actuar.

---No tengo miedo de ocupar este cuchillo ---dejó en claro el rubio, su mirada expresaba enojo.

El contrario retrocedió con miedo. Roger al ver que el contrario le tenía miedo lo llevó a la sala, amenazó al otro hombre, y a sartenazos los sacó a ambos de la casa.

---MAS LES VALE NO VOLVER ---les gritó el rubio, mirando como ambos hombres se retiraban.

---¡Chriss no nos pagará! ---se quejó uno de los hombres, mientras que el otro bufaba por la cobardía de el y su compañero.

Roger cerró la puerta, respirando y resoplando con enojo. Al ver al barbudo soltó el cuchillo y la sartén, su enojo se reemplazó con preocupación, y corriò al rizado que tenía el pantalón a medio sacar, y la camisa abierta.

El barbudo, entre lagrimas y sollozos, se dejó caer en el suelo, sentandose mientras intentaba ocultar su rostro entre sus rodillas.

---¿Es la primera vez que vienen? ---preguntó el rubio con preocupación.

El contrario negó entre lagrimas.

---¿Desde cuando?

---Un mes después de que te fueras... ---murmuró.

Un nudo se formó en la garganta del mas joven.

---Bri...¿Que te hicieron? ---esperaba a que el contrario contestara con un "Nada mas", era la unica respuesta que quería recibir.

El barbudo miró al mas bajo, sus ojos tenían lagrimas y expresaban tristeza y miedo.

---Roger, me violaron, me violaron demasiadas veces.

El rubio no pudo evitar comenzar a derramar lagrimas junto al rizado. Acariciò su mejilla para luego abrazarlo.

---Brimi, nadie te volverá a tocar sin tu permiso, no te volverán a tocar nunca mas esos hombres ni nadie mas... ---acarició sus rizos con delicadeza, sintiendo como el rizado lo abrazaba devuelta, llorando y soltando lamentos.

Se estaba desahogando por primera vez en trece años.

Liz [Maylor] 3RA TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora