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{UNION DE FUEGO Y ARENA}

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"La muerte es el final de la historia, pero no del amor"

Sentados en el lomo de Sunfyre, sentiamos la brisa del viento en nuestros rostros . Detrás de mí, siento a Dhalia agarrándose con fuerza, su cuerpo presionando contra el mío mientras volamos hacia nuestro destino. La emoción y la incertidumbre corren por mi mente, sabiendo que estamos huyendo de todo lo que conocemos para casarnos.

Mire hacia abajo y vi el paisaje pasar rápidamente debajo de nosotros, las casas y edificios de Desembarco del Rey desapareciendo en la distancia a medida que nos alejábamos de la ciudad. 

A medida que nos acercamos a la isla de Rocadragón, la magnitud de la fortaleza se vuelve cada vez más imponente. Las altas torres de piedra se elevan hacia el cielo, dominando el paisaje y proyectando una sombra sobre el mar

Siento el corazón latiendo con fuerza en mi pecho mientras pensamos en lo que viene a continuación. 

Aterrizo en aquel puente, Sunfyre se apoyo en los bordes, bajo primero y ayudo a Dhalia a bajar, ella lucia hermosa, aquel vestido de novia le quedaba magnifico, una vez ambos sobre el suelo empezamos a caminar hasta que un guardia nos sonrio y nos hizo una seña.

La emoción me embarga mientras nos acercabamos al salón principal de Rocadragón. Dhalia estaba a mi lado, tome su mano. La senti temblar un poco y aprieto con suavidad su mano, tratando de transmitirle mi tranquilidad.

Rhaenyra nos espera en el altar, junto con Jacaerys y Helaena, los que al parecer serian nuestros testigos. La ceremonia se realizaria en la Fe de los Siete, y los septones habian preparado el salón con sus siete estatuas y sus velas encendidas.

Rhaenyra se habia encargado de preparar aquello.

Todo el salón estaba decorado con telas rojas y doradas, una pequeña mesa de banquete  se encontraba a un lado, lista para recibirnos después de la ceremonia. El sol entra por las ventanas, iluminando todo el lugar y haciéndolo aún más majestuoso.

Los músicos empiezan a tocar una dulce melodía, y los invitados que asistirán al banquete comienzan a llegar, aunque en realidad no son muchos, los hijos de Rhaenyra, Daemon, algunos pobladores de Rocadragon y los guardias.

Nosotros, en cambio, estamos solos en el centro del salón, frente a Rhaenyra y los septones. Me siento nervioso pero emocionado, sabiendo que estoy a punto de casarme con la mujer que amo.

La ceremonia estaba siendo bastante tranquila hasta que el septon hablo.

-¿Quieren decir sus votos?-hablo.

-No tenemos votos-contesto Dhalia algo avergonzada.

-Yo no tengo votos pero quiero decir algo-hable y el septon asintio ligeramente-Hoy, me paro frente a ti, el amor de mi vida, y te ofrezco mis votos de novio. Hace mucho tiempo, cuando nos conocimos en Alto Jardín, nunca habría pensado que estaría aquí hoy, prometiendo pasar el resto de mi vida a tu lado, te juro que si le digo al Aegon de hace un par de años que dentro de algun tiempo se casaria contigo el se hubiera burlado y jamas hubiera creido esto- rei levemente y Dhalia sonrio-Me enamoraste con tu belleza y gracia, pero lo que realmente me cautivó fue tu fortaleza, jamas conoci a una mujer como tu, eres como ese pequeño primer rayo de luz despues de pasar años en una oscuridad eterna. Nunca olvidaré cuando te vi por primera vez, y aunque en ese momento me pareciste la mujer más insoportable del mundo, hoy te prometo que no puedo vivir sin ti-

Flores de fuego - Aegon Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora