Lucifer: ¿Enemigo o libertador?

El libre albedrío

Con respecto a las influencias psíquicas de otras entidades, existe una conexión invisible a sus ojos; todos están conectados, tanto los humanos de una misma dimensión, como con los de otras dimensiones. De igual manera, así como el pasado influye en ustedes; del mismo modo, lo hace el futuro. Existe una conciencia colectiva; existe una conciencia temporal; existe una conciencia dimensional, y existen muchas dimensiones. Todo esto ocurre en el subconsciente del ser humano. Se puede apreciar en su conducta por instinto e intuición. El instinto es producto de la conciencia colectiva, ya que es la más directa; mientras que la intuición es el aporte de la conciencia temporal y dimensional. __ Entonces, ¿se podría decir que, no existe el libre albedrío? Le preguntó Kate a Lucifer. __ Sí, y no. __ ¡Explíquese mejor! No entiendo. __ ¡Desde luego! Dijo Lucifer __ Para eso es que estoy aquí. Les voy a desentrañar las verdades más ocultas de este mundo, aquella que la humanidad, por tanto tiempo le ha ocultado. Reitero, anticipadamente, antes de... "El ser humano no es uno; son varios". En otro sentido; no solo hay un alma en un determinado cuerpo, son varias las que habitan el mismo recipiente. El ser humano, desde que nace; nace siendo más de uno. Existe un código genético en su estructura molecular, lo que determina a priori, lo que será en lo adelante. Ese código es indescifrable, al menos, a la ciencia actual, pero, es ahí donde radica la verdadera esencia del ser humano. Todo cuanto hay en cada uno, o lo que hace, ya ha sido puesto en él; solo es cuestión de tiempo, para que se manifieste lo que ya es. Podría decirse que, todo movimiento involuntario del ser humano es bajo el concepto del libre albedrío. Son movimientos imperceptibles, mínimos y carentes de importancia, como decidir cual dedo de la mano vas a mover, o con qué pie vas a empezar a caminar. Es un movimiento puramente mecánico. A la larga, ni siquiera esto es libre albedrío, ya que el cuerpo tiene su propio accionar, independientemente de quien lo dirige. Este dominio está controlado por el instinto. Es por instinto que se hacen estas acciones, y nadie lo controla. El instinto no se sujeta a la ley de la razón, actúa independientemente de la misma. Entonces, ¿es libre el ser humano, cuando actúa por instinto? No. Solo obedece involuntariamente un patrón que él mismo desconoce. Es guiado, es controlado por una fuerza desconocida, de naturaleza primaria.

Ahora, en cuanto a la libertad racional, la intuición la subyuga, condiciona su voluntad. La intuición es superior a la inteligencia; es la fuente de la que se nutre la misma. Existen dos formas de inteligencia: La inteligencia sensorial ( los sentidos), y la inteligencia por intuición ( transmitida). La primera es súbdita de la segunda; sus hallazgos la enriquecen enormemente. La inteligencia sensorial, es aquella que adquirimos por medio del descubrimiento, haciendo uso de los sentidos. Podríamos denominarle "Inteligencia terrenal". Esta forma de conocimiento se ejercita mediante el Método Científico,  que es su forma más avanzada, y por la interacción del ser humano con la naturaleza, que es su forma inferior (la empírica). Esta inteligencia gobierna el pensamiento humano, por lo tanto, influye directamente en su comportamiento. Esta inteligencia es muy limitada; no permite ver más allá de lo perceptible. El mundo cambia constantemente, lo que hoy es, mañana deja de ser. El verdadero conocimiento no se fundamenta en una ilusión perenne, se fundamenta en lo inmutable. Los sentidos son presas fáciles de engaño, siempre se venden al mejor postor; solo creen en las apariencias de las cosas, no en la cosa en sí. Están limitados por el tiempo y el espacio. En un determinado momento, son fiables; en verdad, que sí lo son, pero al cambiar su mundo, que es la apariencia que ellos perciben, también cambian. El mundo verdadero, en el que yo habito, siempre ha permanecido igual. Sus sentidos, sólo han perseguido una sombra a la distancia; una que cambia constantemente su forma. Esta inteligencia es solo una pieza del puzzle, dicho de otra manera, un fotograma de la imagen grabada de una película interminable. Su aporte es solo temporal. Es su muerte, su mayor contribución al conocimiento, solo así puede transmitir su vivencia temporal; es un testigo, cuya voz se deja oír en el mañana. Debe perecer, si quiere trascender. La inteligencia por intuición es su heredera; el recipiente de su voluntad, la testigo directa de su existencia. Todo cuanto vio, conoció y experimentó, lo cede a la intuición, para así preservarse en el tiempo.