CAPITULO 45:

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MÓNI Y ANDREW EN MULTIMEDIA

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Una inhalación honda, y me atreví a abrir los ojos, contemplando mi reflejo en el espejo. Un muy bonito reflejo, había que admitirlo. El vestido que había comprado en compañía de Andrew, para la ocasión, abrazaba mis curvas, de una forma de infarto. Lo delgada que tenía la clavícula y los brazos al cruzar la frontera, había desaparecido. Ahora meses luego de eso, había recuperado peso. Pero no el peso que me avergonzaba con mi ex marido. Estaba en buena forma con pechos y caderas firmes. Nada de rellenitos en el estómago. ¿O era que en realidad nunca los había tenido y solo ya que Andrew me había devuelto mi amor propio, me había dado cuenta de eso? El cabello también estaba bien arreglado en un cepillado simple, pero que me caía a media espalda de manera elegante. Además del delineado de ojos y las sombras, del mismo color del vestido y muy sobrio.

Había hecho todo lo que había podido, y la verdad el resultado era simplemente maravilloso

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Había hecho todo lo que había podido, y la verdad el resultado era simplemente maravilloso.

Finalmente era sábado. El día de la fiesta de compromiso. Donde conocería a los padres de Andrew y daríamos la noticia de nuestro matrimonio falso. Aunque ellos no lo supieran. Para todos los invitados que eran casi treinta personas, exceptuando a Holly y su marido, mi unión con Andrew, sería por amor. La mentira creíble era que yo había venido de visita a los Estados Unidos, me hospedé en su hotel, y allí nos habíamos conocido, hasta intercambiar teléfonos y seguir en contacto. El noviazgo se había dado muchas semanas después, y ya no queríamos vivir el uno sin el otro. Parecía fácil convencerlos. Si tan solo no me acobardara contar la historia. Según Holly y Andrew, sus padres eran por momentos, difíciles de tratar. ¿Qué me aseguraba que me aceptarían? ¿Qué creerían en nuestra supuesta unión, cuando yo conocía a mi futuro esposo, solo en lo mínimo? Había trabajado para él, compartimos unos cuantos besos y encuentros fogosos. Además de las mil y un promesas hechas para que yo me amara a mí misma. ¿Pero y si me preguntaban por su fecha de nacimiento, edad, color favorito, o hasta si tenía conocimiento de porque estaba enemistado con sus padres? ¿Qué mierda iba a decir? Estaba frita. O como me decía tantas veces mi amiga Flor: «Ya valiste madre, Mónica»

Y tenía razón.

Habría que repasar un poco con Andrew cuando fuésemos de camino. Que su familia me creyera, dependía de eso. 

Y el pensar en él, fue como si lo hubiese atraído o le enviara una señal de auxilio. Apareció detrás de mí, igual de bien vestido que yo, con una camisa blanca y traje negro. Los cabellos bien peinados y oliendo exquisitamente, como algo amaderado. Mis piernas se pusieron un poco de gelatina en los tacones. Me rodeó entre sus brazos, depositando un beso en mi hombro desnudo.

-Ya estoy lista-le dije, mirándonos en el espejo.

-Estás preciosa-susurró en mi oído. Mi mano encima de las suyas en mi vientre-y ese vestido... agradeceré eternamente a quienes lo crearon para que te quede así.

SUITE 405 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora