Perdíamos el control del vehículo y comenzábamos a girar y a girar. No sabíamos que pasaría, como podríamos detenernos. Cerré los ojos, tenía miedo, pero él estaba ahí, me tranquilizaba con sus palabras "tranquila, amor, no pasará nada." Pero no fue así, un gran impacto provocó que todo se quedase negro y que solo escuchase un pitido. Habíamos muerto.
Me levanté angustiada, con un nudo en el pecho que no me dejaba respirar. Desde hacía unos días tenía la misma pesadilla una y otra vez. Sam me paso la mano por el pelo y me abrazo contra su pecho para tranquilizarme, pero sabíamos que no iba a ser tan sencillo.
***
Había pasado un año desde aquella noche y aún seguía con la misma pesadilla, ¿la diferencia? que Sam no estaba, se había ido para siempre y no iba a volver. Estaba muerto.
Me levante de la cama, fui al baño y me metí en la bañera, necesitaba despejarme y relajarme. Las pesadillas siempre eran las mismas, una noche soñaba con el accidente de coche y otras veces soñaba con la muerte de Sam, pero una cosa tenía clara, ambos incidentes estaban relacionados entre sí.
Salí de la ducha, seque mi cuerpo con una toalla y la lancé al suelo, horas más tarde la limpiadora de la habitación se encargaría de recoger todo aquello que ensuciase, ventajas de estar en un hotel.
Camine a la habitación, tal y como dios me trajo al mundo, y saque la maleta de debajo de la cama, debía empezar a guardar las cosas, hoy mismo tenía que irme de aquí. Me puse un conjunto de lencería negra cuando llamaron a la puerta. Suspire, ¿quien narices era? Abrí la puerta y vi como el joven de servicio de habitaciones, un par de años más joven que yo, me miraba con la boca abierta, normal, en su vida no le habrán recibido con ropa interior.
-¿Nunca has visto a una tía en ropa interior?-pregunté apoyándome en el dintel de la puerta, era mono y necesitaba divertirme
-No, bueno...si-tartamudeo
-¿Entonces?-alce una ceja-¿Quieres pasar?-sonreí coqueta
-Estoy trabajando, señorita
-Por eso mismo, tengo un problema que necesito que un joven como tú, tan apuesto y guapo me arregle
Abrí un poco más la puerta para que pudiese pasar y camine hacia la habitación contoneando más mis caderas y dejando una perfecta visión del tanga de encaje. Sin ninguna duda el chico era listo, me siguió.
Quité la maleta de la cama y me tumbe en ella, mirando de manera seductora al muchacho, el cual no dudo en venir hacía a mi.
-Me voy y necesito llevarme un buen recuerdo de esta ciudad.
Comenzamos a besarnos intensamente y empecé a desnudarle, sus manos tocaban cada parte de mi cuerpo con ansia, o era virgen o hacía tiempo que no lo hacía con una chica. Quito mi sujetador al tiempo que besaba cada parte de mis senos y gozaba con ello, baje mis manos a sus partes varoniles y comencé a moverlo, sabía que a los tíos les encantaba. Se deshizo de mi tanga y yo de sus calzoncillos y me penetro, haciendo que gozasemos los dos. Sin duda no podía ser virgen, era demasiado bueno haciendo lo que hacía.
Después de un buen polvo, el chico comenzó a vestirse, sin duda le había hecho un favor, podía ir presumiendo a sus amigos de habérselo montado con una chica mayor que él.
-Deberías decirme tu nombre-me acerque a él, desnuda, y le coloqué el cuello de la camisa-para cuando venga por aquí en otra ocasión y necesite que me arreglen una cosa
-Connor-dijo con una sonrisa-Connor Styles
-¿Con qué Styles?-sonreí, sin duda mi día de suerte-Connor, vas a ser de utilidad una vez más, estoy buscando a Smith Styles, supongo que es tu padre
-Así es-dijo extrañado-¿por qué le busca?
-Las preguntas las haré yo-susurré en su oído para después dejar un recorrido de besos por su cuello que le hizo gemir-¿dónde puedo encontrarle?
-Ha vuelto a Inglaterra- respondió
-Muchas gracias, Connor-le lancé los pantalones y me puse sería-ya puedes irte
-Pero...ni si quiera me ha dicho su nombre
-Tranquilo-le sonreí-volveremos a vernos y mientras gozamos te lo diré-le guiñe un ojo y vi como salio de la habitación.
En cuanto se fue me puse la ropa interior y busque mi móvil.
"Smith esta en Inglaterra. C"
Rápidamente me metí en mis pitillos, una camiseta negra y mis botas. Metí toda la ropa que tenía fuera en la maleta, cogí el bolso y abandoné la habitación.
Smith había abandonado su hotel de lujo en Italia donde llevaba demasiado tiempo para volver a Inglaterra, ¿por qué?.
