Capitulo 12.

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De nuevo en el hotel subí a mi cuarto. Desde que habíamos llegado lo había elegido, en el primer piso. Nunca lo entendí, pues no era de esos que tiene que ser algo o sino no lo tomo, pero esta vez había casi peleado por ese. Ahora era de gran ayuda para mi escape.

Brinque por la ventana y corrí hacia el auto. Lo encendí y conduje tan rápido como pude. A los minutos ya estaba en las afueras de la ciudad. A través del vínculo sentí la preocupación y la tristeza de Lissa. Ya lo sabían

Vuelve, rogo en su mente. Por favor Dimitri, no me dejes

Me mortificaba saber que la había lastimado dejándola, pero ahora tenía que hacer esto por mí. Ellos son primero sí, pero como le había dicho a Rose, "a veces debemos ponernos adelante" y esta ere uno de esos casos.

En la noche salí del auto y me apoye en este. Algo que había aprendido de los Strigois es que buscan las presas solitarias, y al ser un dhampir de sangre dulce, era todo un regalo.

A los pocos segundos mi estomago se revolvió y vi unos ojos rojos a mi alrededor. ¿Así que esto era lo que se sentía cuando un Strigoi estaba cerca? Interesante

El Strigoi se abalanzo ante mí. Lo esquive y golpee su espalda haciéndolo perder el equilibrio. Sus ojos se abrieron al ver la fuerza que poseía. Brinque sobre él inmovilizándolo en la acera fría

- Dimitri Belikov - gruño - había escuchado los rumores. Nunca creí que fueran ciertos

No tenía tiempo para sus juegos, así que fui directamente

- ¿Donde está Camille?

Lo había visto en el ataque a la Corte. Él trabajaba para ella

- ¿Por qué te lo diría? - pregunto mostrando sus colmillos.

Saque mi estaca cuando vi que no me daría la información. Roza lo había hecho para encontrarme, y supe que no había otro camino. La introduje en su piel y él grito. Sabia como se sentía. Un acido quemándote lentamente. Una gran tortura.

Se removió en el piso y trato de golpearme, pero lo inmovilice de nuevo

- ¿Dónde?

Él rugió y hundí más mi estaca.

- A 2 kilómetros de esta misma posición.

Asentí. Mañana podría llegar y atacar en el día.

- Dile que la busco

Él gruño y me di cuenta que lo haría. Sonreí y me levante. Trato de abalanzarse de nuevo hacia mí pero un golpe mío lo retuvo. Sus ojos rojos se enfocaron un momento en los míos y luego desapareció en la noche.

Ya estaba hecho, solo faltaba esperar a que el sol saliera. Sabía que no podía dormir, pues Lissa entraría en mi sueño, así que simplemente deje a mi mente vagar con la música de Europa del este.

Recordé el día que salimos de la academia a capturarlas. Recordé como me perdí en aquella imagen que había caído de Rose. Nunca antes la había visto, pero la belleza me capturo. Recuerdo el orgullo que creció en mí, cuando la vi que enfrentaría a todos nosotros solo por protegerla. Recordé su apodo, me hizo gracia pero actué con indiferencia...

El sol se levanto. Tiempo de actuar. Aunque no había dormido me sentía fuerte y relajado.

Encendí el auto y conduje hacia la dirección que el Strigoi había señalado. Cuando faltaban unos cuantos metros baje del auto y corrí hacia la casa. La distinguí porque los vidrios eran oscuros y resistentes. La calle era destapada, y se sentía el aire pesado. Mi corazón empezó a latir más rápido bombeando la adrenalina atreves de mis venas.

Sabía que ella estaba con sus dos hermanos, posiblemente debería enfrentarme primero a ellos.

Abrí la puerta lo más suave que pude, pero no valió de nada, porque Alex y Diego estaban allí, esperándome.

Esta vez si la mataría.

Vampire Academy love after deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora