𝐃𝐄𝐒𝐏𝐔𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐁𝐀𝐓𝐀𝐋𝐋𝐀; SasoDei.

Capítulo Único.

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→Disclaimer: Naruto Shippuden (ナルト 疾風伝, Naruto Shippūden).

→Pareja: Akasuna No Sasori/Deidara (SasoDei).

→Advertencias: No sigue el canon de la historia, hay una muestra de sumisión de Deidara hacia Sasori, esto es porque Deidara se encuentra en un estado de adoración y buscando una manera de sentir a Sasori. Casi no me gusta hacer a Dei así, pero siento que en este os era necesario.

→Capítulos: 1/1.

→Palabras: 3714 (algo muy corto) al final explicaré el porqué del libro.

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—¿Cómo se siente, Deidara? —había preguntado Sasori a espaldas del rubio, acariciando su espalda desnuda, juntando su pecho contra la firme piel del rubio.

Deidara aprieta las manos en sus propios muslos al recibir ese tacto, el pecho estaba caliente, la respiración de Sasori por su nuca le hacía palpitar su corazón el doble de lo que suele latir con normalidad.

Deidara no sabía, pero era la primera vez que haría el amor con alguien a sus diecinueve años de vida.

—Se siente bien, hm —aún puede mantener la voz calmada, quizás lo había logrado todos estos días que había amanecido ronca por la última misión de Akatsuki que era la de llevar al Jinchuriki que solamente tenía una sola cola.

Casi pierde la vida Sasori, por unos segundos casi muere aquel hombre por el que Deidara se encuentra tan débil. Él le hacía bajar la guardia en todos los aspectos porque confiaba en que el hombre jamás le haría daño, aunque a veces lo amenazaba con hacerlo.

Todavía ni siquiera saben que son, porque jamás lo han conversado, no ha habido besos de forma directa en los labios, solo roces de labios por todo el cuerpo que ardían y marcaban por siempre como una cicatriz imposible de borrar. Solo toques intensos, pasión en una cama que estaba a punto de desmoronarse por el peso de dos personas que follaban en las noches y después el otro peso que podría hacer desaparecer el mundo por toda su fuerza, gravedad, velocidad, masa, cualquier cosa que pudiera destrozar todo aquello que se aprecia en un segundo, y son unas palabras tan fáciles de decir: Te amo.

—Levántate —Se separó de inmediato para observar detenidamente el cuerpo de Deidara, el rubio hace caso y se levanta del borde de la cama y voltea hacia Sasori.

Sasori estaba arrodillado, también con un buzo negro y un suéter gris. Desde hace días que el pelirrojo no deja que Deidara vea su cuerpo desnudo.

El pelirrojo mantiene una mirada seria y autoritaria, lo que hace a Deidara temblar y bajar su cabeza para no mirarlo a los ojos, todavía le cuesta hacerlo con normalidad, ya que siente que solo es un pasatiempo o algo que no perdurará en la vida del marionetista.

El rubio respira profundo y se quita la ropa de manera nerviosa, sus ojos estaban a punto de cristalizarse, lo sentía. El hecho de querer llorar por Sasori le hacía saber que él se encontraba enamorado de su maestro, de su Danna.

Al quitarse toda la ropa, se quedó de pie en el mismo lugar, mirando hacia la cama y deseando internamente poner ambas manos en su entrepierna para tapar su erección. Le daba vergüenza ser tan precoz en muchos sentidos y que todo lo provoque Sasori.

De pronto siente como él pone una de sus manos en su mentón y como poco a poco sube su rostro hasta encontrarse con Sasori.

—Danna...