Dormí tan bien esa noche que al día siguiente me levanté tarde, cuando abrí los ojos vi la hora y me levanté corriendo a alistarme. Tomé un taxi que me dejó frente a mi instituto, sin embargo de nada sirvió.
En la entrada del instituto vi a Jake, a quién también se la había hecho tarde. Me saludó y le respondí el saludo un poco incómoda.
- Por fin quedamos juntos en el mismo salón, como hubiéramos querido cuando recién entramos
- Si, te vi ayer con tu grupo de amigos
- También te vi, te estuve observando todo el día para ver si volteabas y saludarte, pero todo el tiempo traías audífonos, ¿sigues escuchando lo mismo?
- Imagine Dragons, sí – Jake me miró esperando a que dijera algo más, tal vez quería que le preguntara cómo había estado y qué había hecho en el tiempo que dejamos de hablarnos, pero la verdad no estaba de humor – Perdona si mis respuestas son más cortas de lo que esperabas, pero siendo sincera me siento incómoda, es raro estar hablando con alguien que dejó de hablarme sin dar explicaciones – Jake chifló suavemente
- Ahí está la Mili de siempre, por eso me gustaba estar contigo, eras muy directa. Lo siento por dejar de ir al comedor, es solo que después del beso – hizo una pausa - La verdad creí que sentías lo mismo que yo, pero te veías incómoda. Y después comencé a hablar con Elliot y de ahí con Liliana, y bueno después con los que ya sabes, en varias ocasiones traté de saludarte pero siempre que me veías parecías desviarte, por lo que dejé de intentar
- No estaba incómoda por el beso, más bien avergonzada, no sabía qué hacer, incluso mirarte me parecía difícil. Después de todo éramos amigos y que hayas hecho eso – lo miré por unos segundos y después volví a mirar hacia otro lado – No sabía cómo reaccionar, pero hubiera sido buena idea que me preguntaras directamente qué me pasaba y no hacer conjeturas y dejarme de hablar
Jake estaba por decir algo más, pero en ese momento salió un prefecto a abrirnos el portón del instituto y nos pidió que nos anotáramos en una libreta por llegar tarde. Cuando pisamos el instituto y avanzamos hacia nuestro salón no dijimos nada más, o tal vez él quería decir algo, pero no lo permití, me adelanté y abrí la puerta del salón.
- Jakee – volvió a gritar Camila con su voz aguda cuando lo vio detrás de mí, al parecer yo le estorbaba, pues cuando corrió hacia él, retachó mi hombro
Para mi sorpresa alguien estaba sentado en mi lugar, aquí todos respetaban al menos eso, así que inferí que era nuevo. Hubiera peleado mi asiento porque odiaba los lugares de atrás, pero por suerte detrás de él el asiento estaba vacío, así que solo me senté.
El nuevo tenía el cabello ondulado castaño rojizo y sus facciones eran un poco finas pero sin dejar de ser masculino, en fin, era muy guapo, podía notar como todas, incluyendo a Camila no podían dejar de mirarlo.
Las clases pasaron una tras otra, y la verdad no pude concentrarme muy bien, la conversación que había tenido con Jake daba vueltas en mi cabeza, incluso aparecían diálogos que pude haber dicho pero que no se me ocurrieron, más que nada eran respuestas a la frase "creí que sentías lo mismo que yo".
A decir verdad Jake me gustó desde que teníamos catorce años, un año antes de que él me besara. Pero nunca dije nada por miedo a que él no sintiera lo mismo que yo y por miedo a perder su amistad, siempre soñaba cómo iba a ser mi primer beso sobre todo con él, y cuando sucedió todo fue muy rápido.
Fue un mes después de que entramos al instituto, como siempre nos veníamos juntos, después de todo él vivía a una cuadra de donde yo vivía, en el camino veníamos hablando de trivialidades cuando de pronto comenzó a llover, corrimos hacia el instituto y nos quedamos un momento en la entrada mientras yo me secaba un poco el cabello, y de la nada Jake tomó mi rostro con sus dos manos y se acercó lentamente a mí, supongo que lo hizo para que yo me quitara si es que no quería.
Fue un beso rápido, después de todo era mi primer beso y no sabía qué hacer, en ese momento sonó el timbre de entrada y cada quien se fue a su salón. Yo en ese entonces pensé que Jake me pediría ser su novia, pero pasaron días y nunca sucedió, tal vez si fue en parte mi culpa que él se haya alejado, porque después de ese incidente no podía verlo a la cara, me ponía más nerviosa y prefería no decir nada por pena a decir algo mal. De igual manera nuestro beso quedó en el aire, como si nunca hubiera sucedido, y eso me hirió.
- ¿Hola? – Una mano que pasaba frente a mi cara me sacó de mis pensamientos - ¿Eres Milena? El profesor me dijo que te lo pasara – El chico nuevo me tendió una hoja, al parecer me habían aceptado la beca
- Gracias, lo siento estaba distraída
- Me llamo Damian, mucho gusto acabo de llegar a la ciudad
- Pues como ya sabes, me llamo Milena
- ¿Mili?
- Sí, la verdad prefiero que me digan así, odio mi nombre, no sé en qué estaban pensando mis padres cuando lo pusieron – Damian sonrió
- A mí gusta, es un nombre poco común, es lindo – bufé
- Pues gracias, pero aun así sigue sin gustarme
Extrañamente me sentí muy cómoda con Damian, sobre todo porque yo no era de hablar mucho y él no se callaba para nada, era muy divertido, solo esperaba que no se diera cuenta que era una marginada y se alejara él también, aunque si lo hiciera no iba a detenerlo. Él y yo seguimos hablando un poco más hasta que Camila y su grupo se acercaron.
- Hola eres Damian ¿verdad?, bienvenido al instituto yo me llamo Camila, ella es mi hermana Liliana, Esther, Jake y Elliot. Estábamos por ir al comedor ¿te gustaría acompañarnos?
- Hola, muchas gracias pero quedé con Mili de comer juntos ¿verdad? – me miró sonriendo y yo solo fruncí el ceño, en los pocos minutos que llevábamos hablando nunca habíamos acordado en ir a comer, pero él me miró insistente
- Ah sí, claro – fue lo único que logré decir. Camila me vio con repudio y se marchó – ¿Qué fue eso? – le pregunté a Damian
- Odio a las personas falsas, como ella – sonreí
- Pues vaya que sabes leer a las personas
- Los seres humanos, somos fáciles de leer si prestas atención
- ¿Ah sí? ¿Y qué dices de mí?
- Precisamente por eso te hablé, es muy complicado leerte y eso me parece fascinante
Cuando llegué a mi casa fui directo a acostarme, la verdad ese día me parecía muy irreal, primero Jake hablándome y después mágicamente había hecho un nuevo amigo, me pellizqué para asegurarme que no estaba dormida.
Después de hacer unas cosas decidí dibujar, saqué mi libreta e iba a comenzar, pero me di cuenta de algo, el dibujo que había hecho después de oír el ruido había desaparecido, no estaba en ninguna página, o tal vez me lo había imaginado y solo había soñado, pero parecía tan real.
- Mili ¿tienes tiempo al rato a las 8? – Me quedé observando el mensaje que me había mandado Jake, no sabía a qué iba todo esto o más bien por qué de la nada comenzó a hablarme nuevamente. Bloquee mi teléfono y seguí en lo mío, cuando sonó nuevamente pero decidí ignorarlo, al cabo de un buen rato miré los mensajes – Te estaré esperando en la parada de autobús cerca de tu casa, donde siempre nos veíamos – Miré el reloj y eran las ocho y diez, "espero no arrepentirme de esto".
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ASHKALY: en búsqueda de la verdad
RomanceMilena es una huérfana que a menudo se sentía como si no perteneciera a ningún lado. Sin embargo cuando conoce a un chico que la lleva a Ashkaly, una dimensión alterna donde viven seres míticos, se da cuenta que su lugar siempre fue ahí, y que tal v...