—N0 podré ir a tu fiesta. —le dijo SeHun al chico que estaba recostado sobre la cama mientras se ponía la chaqueta del traje con la fluida elegancia que caracterizaba todos sus movimientos.
—Por favor... te lo ruego... —cubierto tan sólo por unos calzoncillos, Tao dio un salto y envolvió el cuello de SeHun con sus brazos, usando su esbelto cuerpo de supermodelo como un arma letal de persuasión—. Quiero que estés allí.
—Nada de ataduras. —le recordó SeHun, irritado por su insistencia. Su relación tenía una naturaleza muy simple. No era exclusiva, ya que frecuentemente pasaban meses sin verse. Sólo veía a Tao cuando iba a Busan.Como complemento de Tao, SeHun disfrutaba también de la compañía de un rubio en Busan y otro modelo en Jejú.
—Ésta es la primera vez que te pido un favor SeHunha... —protestó Tao poniendo mala cara.
SeHun se encogió de hombros. El chico no tenía que habérselo pedido. Con lo que le daba, SeHun ya era suficientemente generoso con él. Por otro lado, Tao sabía cómo estaban las cosas tan bien como él.
—¡Tampoco pudiste venir el año pasado! —acuso Tao.
—Tengo otra cita. —el tono de SeHun era frío y entrecortado.
SeHun entraba y salía de la vida de Tao según le venía en gana. Sin dar explicaciones ni excusas. Así había sido el acuerdo entre ambos. SeHun no deseaba otra cosa.
Y mucho menos la idea de que lo exhibieran como un trofeo en alguna fiesta de celebridades. Sería una indiscreción, ya que su simple aparición en cualquier fiesta de postín era garantía de fotos y comentario en las columnas de cotilleo de las revistas por ser uno de Chaebol más ricos de corea. SeHun admitió con nostalgia que no siempre le había importado tanto la atención pública que su vida atraía.
—Sé a qué cita te refieres... —furioso por la manera en que lo habían rechazado, Tao lo miró con el ceño fruncido.
—La limusina está esperando. —SeHun entrecerró sus oscuros ojos, sus hermosos rasgos quedaron, de repente, rígidos e impasibles.
—Es su cumpleaños, ¿no es así? El cumpleaños de tu esposo. —le espetó Tao.
—Tengo que irme. —la brillante mirada de SeHun guardaba una reservada frialdad. Se limpió con la mano su abrigo de cachemira y se dirigió hacia la puerta.
—Vi una foto suya en una revista. Llevaba puesto un gorro de lana y unas horribles botas que no hacían juego con su chaqueta y pantalones. Tenía un conejo en los brazos... ¿Cómo es posible que lo prefieras a él? —sollozó Tao melodramáticamente.
Pálido de furia bajo su broncínea piel, SeHun se demoró el tiempo para tomar bruscamente del cuello a Tao para advertirle de que su relación había acabado y que no lo visitaría jamás. Con un destello tormentoso en su fría mirada, entró en la limusina. Las botas habían sido uno de los pocos regalos con éxito que SeHun había conseguido hacer a JunMyeon. ¿Cómo se atrevía Tao a reírse de JunMyeon? Nunca hablaba de JunMyeon con nadie, ni siquiera con su familia. Pero el estado de su matrimonio despertaba bastante curiosidad. Después de todo, llevaba casado casi siete años y durante la mayor parte de ese período de tiempo había vivido lejos de JunMyeon.
Sorprendentemente, el tiempo había hecho poco por borrar de su memoria el recuerdo de su desastrosa boda. Cuando SeHun recordaba el comportamiento que había tenido al final de la fiesta, se apoderaba de él una sensación de culpabilidad totalmente ajena a su naturaleza. Raramente se permitía pensar en ello: no se arreglaba nada haciéndolo. Había tenido que aceptar el que JunMyeon se negara a discutir el asunto. Nada más podía hacerse. Por un lado, JunMyeon se había negado a escuchar siquiera las explicaciones de SeHun o a aceptar sus disculpas; por otro, SeHun era demasiado orgulloso como para admitir que no recordaba nada de lo que había ocurrido durante la noche de bodas. Naturalmente, su falta de memoria le había causado cierta preocupación. ¿Había caído tan bajo como para hacer pagar a JunMyeon en la cama por la injusticia de la que él se sentía víctima? ¿Había tratado a JunMyeon con brusquedad durante el acto íntimo? ¿Lo habia violado?
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ENTRE DINASTIAS -SEHO
RomansaEl chaebol (en hangul, 재벌; en hanja, 財閥) es un modelo empresarial basado en grandes conglomerados con presencia en distintos sectores económicos, que se ha desarrollado en Corea del Sur. Las compañías que presentan esta peculiaridad se caracterizan...