ME, MYSELF AND I Jensoo I •Adaptación•

Capitulo 15

—¿Y qué pasó con la llamativa Jennie?— la voz de Irene retumbo en mis oídos.

—Su despertador no sonó y se quedó en casa —dije sin prestarle mucha atención.

—De todos modos, siempre te vez hermosa —volteé a verla, ¿no era que tenía novia?

—¿Nos vamos? — la voz de Jisoo evitó que le contestara algo.

—Claro — contesté fingiendo entender.

Caminamos hacia el estacionamiento después de que Jisoo e Irene se cansaran de repudiarse con la mirada. Lo que me indicaba que mi plan iba a la perfección.

—Gracias— reí — Me salvaste.

—¿Te salvé?— entrecerró sus ojos— Si tan solo hace unas semanas eran la "pareja perfecta"—hizo una aguda voz que me hizo soltar una carcajada.

—Era pura facha— le dije entre risas.— Ella de un día a otro me dejó por Seulgi— mentiría si dijera que no me dolía— Pero bueno...—arrastré las palabras y me di la vuelta— Nos vemos luego—di apenas dos pasos cuando escuche nuevamente su voz.

—¡Hey! Dijiste que terminaríamos hoy el trabajo de física— volteé nuevamente para poder verla.

—¿Cuándo?— la verdad no recordaba haberle dicho algo así.

—Hoy— dio unos cuantos pasos hacia mí — En la mañana, en el jardín — eso era lo que no había escuchado, es comprensible, estaba en shock.— Por favor Jennie...no hagas arrepentirme de lo que te dije.

—No —alargué— tú eres la culpable, pasas de prácticamente gritarme "te odio" en la cara a "me agradas" —imité su voz— ¡Estaba impactada!

—No te dije "me agradas" te dije que comenzabas a agradarme.

—Mira Jisoo— amenacé— no te pases de lista.

—Ya, ya, ya — repitió— ¿Si lo terminaremos hoy?— regresó al tema principal.

—Esta bien— accedí— Pero tendrá que se en mi casa— hice una mueca de desagrado.

—¿Sigues molesta? o ¿por qué no quieres en mi casa?— metió sus manos en los bolsillos.

—No, no es eso— nada sería mejor que permanecer más tiempo fuera de mi casa— pero mi madre está en esos días del año en que finge preocuparse por mí.

—¿Finge?

—Así es — acomodé mi cabello— En fin...¿en mi casa?

—Te sigo —digo sacando sus llaves para después caminar hacia su moticicleta.

Entramos a mi casa, parecía vacía. Más bien estaba vacía, seguramente mi madre estaba en la oficina. Me dejé caer en uno de los sillones de la sala y ella se sentó a un lado de mí.

—Linda casa— dijo recorriendo todo el lugar con la mirada.

—Gracias—sonreí.

Comenzamos con la guía, ya era poco lo que faltaba. Así que se terminaba el encadenamiento de Jisoo conmigo. Cosa que no era muy buena, pero después de todo habíamos avanzado mucho. Rosé perdería la apuesta... si es que aún la recordaba.

—Casi toda la semana estuviste en mi casa, ¿tus padres no te dicen nada?— preguntó entre risas.

—Seguramente mi padre si me regañaría —sonreí con melancolía— Pero mi mamá no— subí los pies al sillón— Ni siquiera se da cuenta si estoy aquí o no.

—¿Y tu padre? —dijo sin entender muy bien.

—El falleció cuando yo tenía nueve años —le expliqué— Y desde entonces mi madre se encarga de la empresa que ambos tenían, así que por eso se la pasa metida en su trabajo.

—Jennie — se escuchó la voz de mi madre entrando a la casa.

—En la sala—respondí.

—¿Tú sabes de quién es la motocicleta que está afuera?— entró a la sala y creo que descubrió quien era la propietaria de dicho vehículo. 

Jisoo se puso de pie y seguido yo lo hice.

—Kim Jisoo—dijo educadamente tendiendo su mano hacía mi madre como saludo, ella la miró de pies a cabeza. Rogaba por dentro que no hiciera o dijera nada descortés.

—Sandara Park —dijo dándose la vuelta ignorando el saludo de Jisoo por completo, dejándola con la mano en el aire.

Sonrió tímida y bajó la mano— Bueno creo que será mejor que me vaya— volteó a verme con una mueca burlona.

—No — le dije seria —quédate— no se iba porque quería, por primera vez sosteníamos una plática sin pelear y mi madre lo arruinaba— Así es ella siempre —le expliqué.

—Ya veo a quién saliste—dijo en un susurro.

—¡Oye! — le reclamé y solo rió.

—Ya es tarde y no puedo dejar mucho tiempo solo a Mino con los niños —pasó su mano por su cabello.— Sabes, el viernes se quedaron muy tristes porque te fuiste sin despedirte de ellos. }

—¿De verdad? — pregunté enternecida, ese día me enoje tanto que me olvidé por completo de ellos.— Diles que mañana pasaré por ellos — le dije sonriente.

—No lo creo —negó con la cabeza.

—Jisoo...No te estoy pidiendo permiso—hablé seria nuevamente.— Te estoy diciendo que pasare por ellos— negó con la cabeza nuevamente.

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—¿Quién es ella? — todavía se atrevía a preguntarme sobre ella, después de cómo la trato — Te estoy hablando —dijo al ver que no me detenía y seguía subiendo las escaleras.

—No creo que te importe —me detuve pero no voltee a verla.

—No me agrada —dijo firme.

—No me interesa— contesté igual ahora si volteando a verla.

—Te la has pasado con ella ¿cierto?— Estaba en lo correcto— No sé por qué sales con ella, ¿Por qué terminaste con Irene? —no sabes nada mamá...hace más de dos semanas que habíamos terminado y apenas preguntaba por qué.

—Mamá...—dije cerrando los ojos tratando de contener mi enojo — Por qué dejas de fingir que te intereso y sigues en tus cosas —por más que trataba de no ser grosera, no podía.

—Jennie, regresa aquí —ordenó cuando volví a avanzar por las escaleras.

—¿Para qué? Siempre que intentas arreglar las cosas terminamos peor, así que mejor así déjalo.— nuevamente ignorando sus llamados subí a mi habitación, esto ya me estaba hartando.