Capítulo XXVI: Fuente de Sangre

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25 de Mitad de Año, año 202 de la Cuarta Era.

Corin salió por las grandes puertas del castillo Volkihar, con destino hacia la comarca de La Grieta. Su misión actual era restaurar o recuperar un artefacto de Lord Harkon, llamado Cáliz de Heliotropo.

Según la explicación que le dio Garan Marethi, este cáliz sirve para incrementar los poderes de cualquier vampiro. No dio más detalle más que ese, dijo que este ya se sabría una vez que esté lleno.

Corin: ¿Un manantial de sangre?

La misión consistía en llenar ese cáliz en el manantial de sangre que está ubicada en la Guarida de Aguas Rojas. Sin embargo, también debía ser añadida la sangre de un vampiro poderoso. Al principio, Corin pensó que debía traérselo para que Harkon le ponga su sangre pero según Garan no hacía falta, debido a que Corin comparte la misma sangre ancestral de Harkon, así que con la suya bastará.

Corin: Muy bien. Andando.

Él ya se encontraba al borde de la costa de la isla y activó uno de sus poderes vampiros, el cuerpo de Corin se convirtió en una bandada de murciélagos y lo utilizó para atravesar el mar y llegar al puerto.

Corin: Es genial finalmente poder usar los poderes de mi transformación en mi forma normal.

Después de ir alimentando sus poderes e ir desarrollándolos, algunos de los poderes de la transformación Señor de los Vampiros ahora los podía utilizar sin necesidad de transformarse.

Solo habían pasado dos semanas desde que había adquirido la transformación, pero debido al exigente entrenamiento de Harkon, el desarrollo de los poderes de Corin se aceleró demasiado.

Él había utilizado a los esclavos sin ninguna distinción de edad o género, como ratas de prueba para ese entrenamiento. Lo que hizo que muchos de los poderes de Corin vayan apareciendo, tanto en su forma transformada y en su forma normal.

Todos los días desde que despertó, Harkon lo enviaba junto a algunos otros vampiros menores para ir buscando víctimas ya sean bandidos, inocentes, incluso algunas veces atacaban patrullas de soldados. Ya que no era raro encontrar algunos campamentos ya sea de soldados imperiales o de Capas de la Tormenta.

Corin: Aunque lo mejor siempre es atacar a las patrullas de los Thalmor.

Ya que un fuerte Thalmor y la embajada Thalmor se encontraban cerca era muy fácil poder encontrarse con algunas patrullas de estos. Corin aprovechaba algunas veces para exterminarlos y usarlos también para aumentar su propia transformación de vampiro.

Gracias a eso, los poderes que podía usar ahora en su forma normal eran: curación de sangre, gran detección, bandada de murciélagos, forma de niebla. En cuanto a los poderes básicos, su absorción de vida, levantar muertos y su visión nocturna se habían hecho más fuertes.

Últimamente ya podía usar los poderes de seducción de vampiro y la invisibilidad. Aún le faltaba para poder invocar gárgolas, solo podía hacerlo en su transformación.

Gracias a esto último podía pasar enfrente del fuerte Thalmor completamente invisible y sin ser descubierto. Aunque claro siempre que pasaba en frente de ese lugar le ardían las ganas de meterse ahí y masacrarlos a todos.

Le costaba a veces un montón controlar su sed de sangre, pero simplemente sacó una pequeña botella de su bolso y la ingirió, no hace falta decir que el contenido de esa botella era sangre.

Debido a sus contribuciones las reservas de alimento en el castillo tenía a todos los vampiros contentos. Claro, todavía no aceptaban a Corin del todo, pero al menos ya no lo trataban de mantener aislado.

TES V Skyrim: El Sangre de Dragón - DawnguardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora