Sueño

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George despertó en la madrugada, acababa de tener una pesadilla y, aunque suene demasiado infantil, eso lo asustó.

Se removió en su cama, dio varias vueltas y frotó su rostro con frustración. Nada lo ayudaba para volver a dormir.

El calor que hacía en Florida era soportable gracias al aire acondicionado, tenía un hoodie smile puesto y de repente sintió que era demasiado, pateó la sábana y esta cayó, él quedó extendido mirando el techo, la pequeña lámpara que utilizaba para la noche emanaba luz cálida.

No sabía cuánto tiempo había estado así, pero no conseguía dormir.

Aún recordaba algo de ese sueño, simplemente algo extraño y sin sentido pero que se sintió tan real.

Pero solo fue un sueño.

Un sueño.

Dream.

Bueno, tampoco pensó demasiado su siguiente movimiento.

Con pereza y sin prisa, se levantó y se sentó en su cama, miró a la izquierda; apenas y lograba ver su teléfono. Eran las 4:44 a.m. y casi rió al recordar el chiste que hacía con Sapnap gritándole "¡Ey, Sapnap, hora espejo!".

Se levantó por completo y se dirigió a su puerta, la abrió y sintió una brisa demasiada fría golpearle el cuerpo entero, ¿había alguna ventana abierta?

Sin dificultad se dirigió a su destino, se lo sabía de memoria, no era la primera vez que iba ahí por la noche pero sí la primera después de semanas enteras.

Abrió la puerta con cuidado y después la cerró otra vez. Dream no dormía con luces ni nada por el estilo por lo que no vio absolutamente nada de por dónde pisaba.

Llegó a su cama con dificultad y se sentó ahí, Dream se removió por la hendidura que sintió pero no se despertó hasta que George le habló.

—¿Clay? —susurró.

No respondió de inmediato, George volvió a decir su nombre y él le contestó con un pequeño hmm.

—¿Está bien si duermo aquí? —tenía miedo de molestarlo demasiado. Aunque Dream ya le había dicho que estaba bien, aún se sentía un poco extraño.

Dream volvió a removerse y a pesar de no ver, supo que había abierto los ojos.

—Claro —murmuró.

George inmediatamente se recostó a un lado de él y Dream lo abrazó por detrás.

—Extrañé esto —admitió aún adormilado el más grande.

—Yo también.

Se sentía tan bien estar ahí, Dream comenzó a acariciarle el pelo y recordó por qué amaba tanto estar finalmente en Florida. Por qué amaba tanto dormir con Dream. Por qué amaba tanto a Dream.

Sintió un suave beso por detrás y casi rió por las cosquillas. Su temperatura corporal había aumentado, no paraba de recordar y repetirse lo bien que se sentía estar ahí.

—Te amo —habló Dream de repente, y George agradeció que no hubiera luz o de lo contrario notaría lo avergonzado que estaba.

—Yo también —volvió a contestar.

¿Cómo no lo amaría? Dios, era la persona más linda que jamás pudo existir y conocer. Podría pasar una vida entera hablando de todo lo bueno que tenía Clay y no le alcanzaría.

Lo amaba tanto. Ambos se amaban. Era mutuo, recíproco, lo adoraba.

Y su parte favorita de la noche era cuando tenía sueños, no importaba si eran malos, siempre eran la razón por la que se despertaba en medio de la noche y terminaba en el mismo lugar.

Su lugar seguro, casi volvió a reír cuando Tina le contó una vez que los hispanohablantes decían el nombre de un streamer y agregaban la palabra "mi casita" para referirse a ellos como su lugar seguro. ¿Podría contar esto con Clay? Literalmente vivían en la misma casa, era gracioso y tierno a la vez.

—Buenas noches —le dijo poniendo su mano encima de la de Dream, no se había dado cuenta que él llevaba frotándola en su estómago todo el tiempo, lenta y tranquilamente.

Podía sentir su corazón latir, ¿Clay lo escucharía también? Deseaba que fuera así, que supiera lo bien que lo hacía sentir cada vez que estaba con él.

—Buenas noches —le respondió.

Sonrió por última vez, el sueño ganándole ya.

Siempre podía contar con Clay, era un niño tonto, enamorado y feliz.

Sonrió y cerró los ojos.

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