Nunca fue alguien a quién le guste hablar o en general comunicarse con palabras, las únicas personas que lo entendían; no eran su padre o su madre sino su tío y su hermano mayor quiénes sin siquiera decir una palabran lo leían muy bien.
Él estaba más que satisfecho con su modo de vida, estaba a mitad de su carrera en la universidad, tenía una rutina tranquila y perfecta; nunca tuvo ni un solo incidente con su segundo genero el cuál resulto ser Alfa. Tal vez lo único que "afectaba" su día a día era la incapacidad de olor los aromas de los demás géneros aunque eso en ningún momento afectó su propio aroma y su control sobre el mismo, este defecto fue casi como una cadena para sus padres, mismos que para mantener el linaje de la familia presionaban con doctores, estudios y medicamentos que mejoraría o curaría su condición; condición qué en nada afectaba verdaderamente su vida.
Un día, al llegar de la univerdad se encuentra con qué había invitados en la casa. Al momento escuchó a su madre llamarlo. Al entrar al salón pudo ver a tres personas en la sala como si estuvieran esperandolo.
< A-Zhan, ven, te quiero presentar a la familia Wei, saluda>
< Mmm > hizo una breve reverencia
< Ellos son los padres de tu prometido, te presento él es Wei Ying. Un omega de los pocos que podemos encontrar en estos días >
Decir que Wei Ying estaba más que fascinado por el serio alfa es un eufimismo, al momento en que pudo olor el refrescante aroma del alfa, supo que Lan Zhan era todo lo siempre quiso.
Decir que fue un shock total es quedarse corto. Es la primera vez en su vida que literal no sabía que decir.
< No > fue todo lo que prononció antes de volver por dónde vino.
Llamó a la única persona que necesitaba en ese momento, su hermano mayor Lan Huan, quién también para despreció de sus padres nació como un omega, este estaba ya casado con un alfa que conoció en sus días de estudio. La felicidad de su hermano era un ejemplo que él mismo quería, para él amar y ser amado con la misma intensidad y sin imposiciones, era todo lo que deseaba; su hermano quién por amor prácticamente se escapó con Luo Binghe su ahora esposo y padre su hijo.
E hizo la más extraña petición.
-Quiero mudarme de la casa-
Después de tal declaración y al saber la razón de tales palabras, Lan Huan se puso en contacto con su tío Lan Qiren.
Lan Qiren y Lan Huan ni cortos nis perezosos le consiguieron a Lan Zhan un pequeño pero acogedor piso muy cerca de su lugar de estudio, asegurandole que no debe preocuparse por nada más que seguir estudiando y conseguir sus metas.
Los padres estaban furiosos, su hijo alfa los había abandonado pero nada podían hacer ya que Lan Zhan era mayor de edad y tenía a su tío como respaldo económico, estaban coléricos y le dieron toda la información que sabían de su hijo menor al joven Wei.
Wei Ying estaba eufórico sus suegros lo adoraban y posibilitaban en todo para poder acercarse a Lan Zhan, ahora sabía a qué lugares frecuentaba.
< Vamos acompañame >
< No >
< Vamos por favor, es por el bien de mi futuro >
< No >
< Por faaaaaa >
< ¿Por qué hiría? >
< Por qué si voy solo se dará cuenta que sé a los lugares qué va, a parte me ha visto y le he estado tratando de sacarle una conversación. Pero es imposible >
< Eres un maldito acosador... Está bien, te acompaño >
< Gracias, gracias ChengCheng >
< Sí, sí. Ya basta >
Día sábado por la tarde, esa sección del parte estaba casi vacía de no ser por un par de parejas que miraban el atardercer. Estaba tan concentrado observando el maravilloso cielo que cuando percibió el ligero aroma creyó que las flores acompañaban la vista con su dulce perfume. Toda esa idílica tranquilidad voló lejos de Lan Zhan al momento en que escuchó la estridente voz de Wei Ying.
< ¡¡Lan Zhan!! ¡¡Qué coincidencia!! >
< Mmmm >
< Jajajaja siempre tan serio, mira te presento, él es mi amigo casi hermano, Jiang Wanyin>
Lo supo en ese instante, el bello joven de ojos violetas era quién ha estado esperando; sus pulilas se dilataron, sus manos sudaban, sentía que sus piernas ya no podía sostenerlo y su corazón bombeo descenfrenado. Estaba frente a su destinado, quién desprendía el perfecto perfume que lo enamoró mientras contemplaba es atardecer.
Y lo beso. Fue por primera vez incapaz. de contenerse.
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Cortito. Una idea nacida de una noche de insomnio.
