Capítulo 14.

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No debería ser tan cobarde cuando se trate de ella.

Tomé un taxi y me dirigí al lugar acordado.

Al llegar pude darme cuenta que Daira estaba sobre la banqueta, observando su celular constantemente.

—Gracias —dije dirigiéndome al chofer haciendo una reverencia mientras cerraba la puerta del auto.

Camine hacia ella, acomode las gafas con mi dedo índice y sonreí.

—Llegaste, entremos, los chicos nos esperan —dijo esbozando una sonrisa, tomándome del brazo.

—¿Estabas esperándome? —pregunté dirigiendo mi vista hacia ella.

—Si... —dijo casi en un susurro.

No pude evitar sonreír.

Llegamos con los chicos, estaban platicando y cuando nos vieron, sonrieron. No comprendí del todo el significado de esa sonrisa, sin embargo, lo dejé pasar.

Me siento cómodo estando con ellos. Y sé que es reciproco.

—Hola Julien —dijo amablemente Vincent.

—Buenas tardes chicos —dije dirigiéndome a Mara y a Vincent, haciendo una reverencia al mismo tiempo, después tome asiento junto a Daira.

Ainara solo sonrió.

—¿Qué quieren comer? —preguntó Daira cambiando de postura para poder dirigir su mirada al menú que estaba en letras grandes en la pared.

—Yo quiero algo dulce, mmm quizá, una rebanada de pastel de fresa y una malteada de vainilla—asintió contestando Ainara con timidez.

—Yo pediré un croissant y un café helado —dije mientras observaba el menú.

—Yo pediré un helado de matcha —dijo Vincent mientras relamía sus labios para después sonreír ampliamente.

—Tú, ¿Qué pedirás? —le pregunté directamente a Daira, cambiando mi postura hacia ella.

—Pediré un frappe y una rebanada de pastel de chocolate —la ternura se manifestó en su rostro.

Sonreí para ella.

Fue Daira a pedir nuestra orden después de unos minutos gritaron su nombre.

—Iré por nuestra orden —demando Daira amablemente

—Te acompaño —dije levantándome de mi asiento.

Camine detrás de ella, le ayude con las bebidas y casi al llegar a nuestra mesa, Vincent se levantó para ayudarnos a poner las cosas sobre la mesa. Nos sentamos y comenzamos a comer, me di cuenta después de unos minutos que Ainara no dejaba de mirarme como si quisiera preguntar algo.

No quise incomodarla preguntando directamente si sucedía algo, por lo que, ignoré la situación.

—¿Cómo ha estado Tyler? —preguntó Daira mientras le daba un bocado al pastel que posaba en su cuchara.

Volteé a ver a Ainara, creí que le había incomodado la pregunta, pero estaba equivocado, es como si, entre ellas se leyeran la mente. Quizá a ella le daba vergüenza preguntarme directamente sobre mi hermano. Daira se dio cuenta y me pregunto en su lugar. Tiene sentido.

—Ha estado bien, gracias —respondí neutro.

Quería decir que a veces pregunta por Ainara, pero eso, no me correspondía, después de todo, si aún tienen algo pendiente, se reencontraran. Quizá necesitan cerrar ese capítulo frente a frente.

—Me alegro —dijo Daira tratando de sonreír, dirigiendo su mirada hacia a Ainara.

Asentí con la cabeza.

Al otro lado de la LunaWhere stories live. Discover now