Capítulo 1

67 6 8
                                    

Sonreí al verlo en las portadas de las revistas. No podía evitar reír interiormente con la imagen que intentaba mostrar a los demás.

— Se hace el guaperas— dije mientras observaba las poses que hacía y pasaba las páginas deleitándome con el trabajo de ese chico.

Mi nombre es Min Hee y estoy en segundo año de secundaria alta, y ese chico que pretende ser una persona que no es, se trata de Zelo, un modelo muy popular.

Ah, me olvidaba, también es mi vecino y amigo de toda la vida.

— Ya es hora de que vaya a buscarlo— dije con un suspiro mientras me incorporaba y salía de mi habitación.

No debía caminar mucho ya que, prácticamente, nuestras casas estaban una al lado de la otra.

Al entrar, me invadió la soledad del lugar, se sentía frío y distante, por un momento sentí cierta tristeza ante el panorama, pero, inmediatamente alejé esos pensamientos de mi mente y avancé por el pequeño pasillo que me conducía hasta la habitación de Zelo.

Una vez allí suspiré y me aproximé al pequeño revoltijo de mantas.

—¡Zelo!— grité mientras zarandeaba el cuerpo escondido de aquel chico—¡Levántate! ¡Espabila o llegarás tarde!

En respuesta solo escuché un pequeño gimoteo.

Fruncí el ceño ante ello y con gran fuerza me deshice de las sábanas desvelando al fin el rostro durmiente de aquel joven de cabellos castaños y ojos negros.

Reprimí las ganas de abrazarlo que me invadieron, ¿Cómo demonios podía ser tan lindo recién despertado?

Sacudí mi cabeza e insistí.

—¿Min Hee?—preguntó en susurros mientras abría uno de sus pequeños ojos y el otro lo mantenía cerrado.

Dirigió su mirada cansada hacia mi y de nuevo intenté controlar mis impulsos.

Mientras intentaba despegarlo de la cama sonreí al recordar nuestros momentos.

Hacíamos todo juntos desde que éramos pequeños.

Siempre había sido un niño lindo que llamaba la atención allá donde iba.

Tiene un año menos que yo, por tanto lo he cuidado como si fuera el hermanito que nunca tuve.

Un día, cuando estábamos en la secundaria baja, le ofrecieron trabajo como modelo.

Por ahora lo está haciendo bien, y su popularidad no hace más que crecer.

Lo gracioso de todo esto, es que cuando posa, parece un chico maduro, perfecto, pero, en realidad, es un niño malcriado.

—¡Noona!— dijo arrastrando las sílabas.— ¡Tengo sueño!

Noté como me rodeaba entre sus brazos desde atrás y deje caer el pequeño cuadro que tenía entre las manos ante la sorpresa.

Me giré, encontrándome con su rostro a escasos milímetros del mío.

— Durmamos juntitos— se atrevió a decir.

Antes de que pudiera pronunciar palabra ya tenía los ojos cerrados y de nuevo, se había quedado dormido.

Suspiré y sonreí.

—¡Despierta!— grité, aunque sabía que no serviría de nada.

Aproveché esos momento para empezar a acicalarlo, siempre era yo la que lo vestía, lo peinaba...

Tal vez el que se trate de un chico malcriado sea culpa mía, por hacer todo por él.

De camino a la escuela, iba unos pasos delante de mi con sus manos escondidas en los bolsillos.

Romance Modelo (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora