La Librería y el Mundo Oculto

Capítulo 7. Perdida.

—¡Belle, Yaiza! Por favor, escucharme. Se que después de la visita que hemos tenido estáis preocupadas y nerviosas, pero tenéis que aprender a usar la magia y a controlarla para que seáis capaces de lograrlo.

—Ya lo sabemos, Jake. Pero no podemos evitarlo, ha sido mucha información de golpe y tenemos que asimilarlo.

—Sí, ya lo sé, pero no es el momento chicas. Si queréis luego de la clase os enseño un lugar que os va a gustar mucho y vais a poder relajaros. ¿Vale? — Jake vio como las chicas se miraban y lentamente asentían con la cabeza — Venga, pues vamos a empezar otra vez. Como os había dicho, la magia en Luoscu se caracteriza en coger la "energía" y transformarla, para conseguir el efecto deseado. Esta energía que menciono no es algo que puedes ver o tocar, es algo que lo tienes que sentir dentro de ti, ya que forma parte de nosotros como seres vivos. Como estamos en el Reino de la Fauna y Naturaleza nuestra magia proviene en gran medida de los seres vivos. Cuando hablo de energía, me refiero a que tenéis que establecer un vínculo con el entorno y considerarlo una parte de vosotras, en especial tu Belleza. Ya que la magia oscura pura, la del Reino oscuro, utiliza esta técnica pero de forma generalizada, es decir, que coge la energía de los seres vivos, del fuego y de la tierra todo a la vez, y con ella puede crear hechizos muy especiales y poderosos. Además, Yaiza, cuando tengas un control total de tu energía podrás realizar casi cualquier hechizo de los reinos oscuros. Lo mismo sucede con Yaiza y su magia, solamente cambia que la energía de la que hablo la tienes que coger del agua y del aire.

— Jake, ¿pero por qué la magia clara solo recoge la energía del aire y del agua? ¿Y la magia oscura del fuego, tierra y seres vivos? No tendría que ser tres y tres.

— Esto se debe a que hace mucho tiempo el Reino del Agua era más grande y ocupaba lo que ahora conocemos como el Reino de las Nieves, pero por circunstancias que aún no hemos podido descubrir algunas personas en esa región pudieron coger la energía de otro estado del agua, el sólido. Poco a poco, hubo más gente que podía utilizar la energía de la nieve y el hielo para realizar hechizos y tras... bueno, eso ya es para otro día. Para resumir, que se creó otro reino llamado Reino de las Nieves, y en este reino también se coje la energía del agua y algunas personas de la nieve y hielo. Pero no es común que puedan alcanzar el mismo grado de control en ambos.

—Uff, Jake, esto es muy complicado. Como voy a ser capaz de controlar mi magia o lo que sea cuando ni entiendo de donde viene.

—Se que todo esto es muy difícil de comprender para vosotras que habéis vivido desde que nacisteis alejadas de este mundo y de la energía, pero creerme que lo podéis conseguir. Sois hijas de Belle y Adrien Durand y de Aren y Astrid Jakobsen unos de los mejores presidentes y habilidosos magos que ha tenido Luoscu en mucho tiempo. Así que sé que podéis hacerlo, no os preocupéis chicas. Vamos a seguir.

—Bueno lo que digas, Jake. Ahora mismo no podemos hacer otra cosa. —Comentó Belle decaída al recordar a sus padres, y en cuanto había cambiado su vida desde la última vez que los vio.

Jake notó el cambio en Belle y Yaiza, y por eso decidió que primero les iba a llegar a su lugar secreto dentro de la casa para que se animaran, se relajaran y estuvieran más receptivas a la hora de reanudar la clase.

—Venga, chicas seguirme que os voy a llevar al mejor lugar de la casa. Y una vez allí empezarán las sesiones prácticas.

Las chicas vieron como Jake movía un cuadro repetidamente, hasta que apareció un hueco en la pared y se metió pero antes echarles una mirada para que le siguieran. Belle fue la primera en seguir los pasos de Jake y se metió en la pared, después de recorrer lo que parecía un pasillo llegaron a una biblioteca fascinante, muy acogedora. Esta se componía de dos decenas de estanterías, toda tallada en diferentes tonos amaderados, claro y oscuro. Algunas estanterías más gruesas y otras más finas, desiguales, contenían cientos y cientos de libros y estaban organizados por secciones. Era una sala rectangular. En el medio de esta y al fondo se encontraba una chimenea de leña encendida, encima de esta una estantería con diferentes curiosos objetos que parecían representar a los diferentes reinos, una alfombra con tonos rojizos y verdes oscuros en frente, acompañada de un sofá y dos sillones granate. Más adelante se encontraban cuatro mesas trapezoidales, dos a dos unidas junto con dos sillas cada una, encima de ellas dos flexos de luz amarilla encendidos . Una pequeña escalera transportable descansaba pegada a una de las estanterías, una hiedra recorría varias de estas. Varios sofás perezosos bolsa de fríjoles se distribuían a través de la sala en puntos estratégicos, los cuales te llamaban para sentarte a leer un buen libro.