𝐏 𝐑 𝐎 𝐋 𝐎 𝐆 𝐎

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2015 - SEPTIEMBRE, MIÉRCOLES 23

ㅤ⠀⠀⠀⠀` ㅤCIUDAD DE TOKYOㅤ𖥘ㅤPRÓLOGO

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Caminaba a paso veloz, sosteniendo dos vasos de café, uno en cada mano, y una carpeta marrón en su antebrazo derecho. Su jefe le había pedido que llegara temprano a la oficina para prepararse para una reunión que comenzaría en unas pocas horas, pero su alarma sonó 10 minutos después de lo programado y ahora estaba llegando tarde, superando la hora acordada.

Su corazón latía rápidamente mientras esquivaba a las personas que se cruzaban en su camino. Hacía unos 7 minutos que había bajado del metro, ya que era su medio de transporte mientras su auto estaba en el taller para arreglar los frenos.

A pesar de la prisa, se veía bastante arreglada para no parecer que se había levantado apresurada. Recordó el compromiso previo con la Constructora Hanaguchi.

Faltaban solo unos pocos pasos para girar a la derecha y llegar a aquel edificio que conocía tan bien, pero justo cuando se preparaba para doblar, chocó con un cuerpo más grande que el suyo, haciendo que ambos cafés se derramaran sobre su ropa y la carpeta cayera al suelo, aunque afortunadamente seguía cerrada.

-Lo siento, lo siento -se disculpó la mujer mientras se agachaba para recoger los vasos de cartón con sus manos. Al mismo tiempo, el hombre con el que había chocado se inclinó para recoger su portafolios y algunos documentos que se habían dispersado por el suelo-. Lamento lo del café, señor.

El hombre se tensó al escucharla hablar. Conocía esa voz perfectamente, como si fuera ayer que ella lo llamaba por su nombre. No sabía qué decir, ya que incluso si pronunciaba una sola vocal, ella lo reconocería al instante. Afortunadamente, la chica estaba ocupada recogiendo sus cosas y luego lo ayudó a recoger lo que le quedaba. Pero sabía que tarde o temprano ella lo miraría a la cara, así que decidió responder.

-No te preocupes, los accidentes pasan -dijo con calma mientras se levantaba, ya con todas sus pertenencias en su poder.

Esta vez fue la chica quien quedó petrificada. Con lentitud y la mirada fija en el suelo, se levantó, sin atreverse a mirarlo directamente.

Los ojos del hombre más alto se posaron en ella, y para su sorpresa, la encontró exactamente igual que la última vez que la vio, aunque ahora su cabello era completamente rubio y el rosa en las puntas había desaparecido.

Ahora sus miradas se encontraban, olvidándose de las personas que observaban el incidente o simplemente pasaban a su lado.

-Qué gusto volver a verte, Dai -dijo con tranquilidad, sin ninguna maldad en sus palabras. En su rostro, se formó una pequeña sonrisa mientras sus ojos se entrecerraban.

Hoshino no creía que volvería a encontrarse con él después del incidente en 2008, cuando decidió alejarse porque ya no podía soportar el cambio repentino de Mitsuya.

Habían pasado 7 años desde aquel suceso, cuando ambos dejaron de ser novios debido a la típica crisis de las parejas.

-Takashi... -murmuró Dai, sintiendo cómo su cuerpo temblaba ligeramente. No podía moverse del lugar, estaba nerviosa y tenía preguntas en su mente: ¿qué hacía él allí? ¿Por qué ahora? Recordaba que se alejó de donde vivía para intentar olvidar todo el dolor que había sufrido a los 18 años.

Él seguía mostrándose sereno, como si estuviera preparado para ese momento, aunque no parecía ser su intención chocar con ella y arruinar su ropa con el café.

-Noté que estabas apurada por la forma en que rápidamente agarraste tus cosas. No es necesario que hablemos ahora, pero podemos hacerlo después, si quieres -Dai asintió tímidamente, sorprendida por sus palabras-. ¿A qué hora sales del trabajo?


-A las seis -respondió la fémina rápidamente. No sabía qué quería Mitsuya, pero estaba decidida a averiguarlo.

-Bien, vendré a buscarte -dijo él mientras pasaba junto a ella, pero no sin antes posar su mano sobre la cabeza de Dai y despeinar sus cabellos rubios-. Sigues igual que cuando te vi por última vez. Buena suerte, Hoshino.

Él siguió su camino, rompiendo el contacto físico con Dai, quien seguía parada allí, sin poder creer lo que acababa de suceder.

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𝐅𝐄𝐋𝐈𝐂𝐄𝐒 𝐗 𝐒̶̶𝐈̶̶𝐄̶̶̵𝐌̶̶𝐏̶̶𝐑̶̶𝐄̶̶ 〡 𝓜𝒊𝒕𝒔𝒖𝒚𝒂 𝓣𝒂𝒌𝒂𝒔𝒉𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora