Única parte.

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Desde temprano un escándalo invadió las habitaciones de los estudiantes de último año, risas y aplausos resonaban entre las paredes que componían el pequeño cuarto del pelinegro, y aunque todos sus compañeros estaban muertos de la risa, a él no le hacía nada de gracia que lo hayan sorprendido con el impacto de un pastel lleno de crema pastelera en su cara.

—¿Puedo saber de quién fue la maravillosa idea?– preguntó seriamente.

—De tu maravilloso profesor, ¿de quién más?– respondió Satoru con un tono orgulloso.

—¡No seas amargado, Yuta! Hoy cumples 19 años, ¡queríamos sorprenderte!– intervino Panda.

—Date una ducha, te esperamos en el comedor– señaló su compañera aventándole una toalla.

Todos salieron de la habitación, Yuta probó el glaseado del pastel, debía admitir que estaba delicioso, y que adoraba el hecho de que sus amigos lo acompañaran en este día, hacía años que no se sentía feliz por esta fecha, ¿qué mejor regalo que ser despertado por sus personas especiales?

Rápidamente se duchó y salió a ver de dónde provenía el delicioso aroma de la comida, sorprendido por la mesa repleta de distintos platillos japoneses cortesía de Maki e Inumaki.

—No tenían que molestarse, de verdad, podríamos haber salido a desayunar y—

Maki lo mandó a callar, hizo una mueca para que volteara a ver al peliblanco, quien fingía haber sido lastimado por los comentarios de su amigo.

—Tuna mayo.

—¡No lo decía para ofenderte!

—Ya siéntate y come, Yuta– le indicó ________.

Disfrutaron del festín que tenían ante ellos y disfrutando de una amena conversación, Gojo haciendo bromas de lo mucho que había cambiado, Panda alardeando del tremendo cambio en su físico, y sus dos compañeras riéndose de estos dos.

—¡Lo digo en serio! Recuerdo cuando Yuta llegó a la escuela, era un chico demasiado delgado y tímido, ¡su cabello era como el de Fushiguro! Pero mírenlo ahora, alto, fuerte y definitivamente con un mejor corte de cabello.

Si Yuta era conocido por algo más además de su increíble poder, su habilidad con la katana y en combate era por su cambio. Creció bastante y ganó más forma durante su entrenamiento con Miguel, pero lo que más impresionaba era su mirada, el miedo en sus ojos cambio a una mirada llena de desinterés y seriedad, con un ceño que a cualquier persona podría hacer temblar, o como era el caso de cierta compañera, podría poner nervioso a cualquiera.

—En fin... ¿Ya le comentaron el plan de hoy?

—Nop, a eso vamos– respondió Maki volteando a ver al ojiazul–, queremos que estés listo para salir, hemos conseguido un lugar bastante cómodo para celebrarte, ahí comeremos algo y podremos jugar o lo que sea, solo estaremos nosotros cinco.

—¿Y yo qué?– preguntó Gojo afligido.

—Usted tiene una escuela que mantener, y ya está muy viejo como para andar en reuniones adolescentes– respondió ________ divertida.

—Seré lo que quieran menos viejo– respondió fingiendo estar ofendido y yéndose del comedor.

—Entonces ya quedamos, Okkotsu, nos vamos a las seis así que ponte tus mejores ropas.

Los chicos agradecieron nuevamente la comida y se dispusieron a limpiar; Yuta estaba bastante emocionado aunque sus expresiones faciales no lo dijeran, ¿cuál sería ese ese lugar al que lo llevarían? ¿qué se supone que harían?

Seeing the pleasure || 𝐎𝐤𝐤𝐨𝐭𝐬𝐮 𝐘𝐮𝐭𝐚 𝐧𝐬𝐟𝐰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora