LA limusina subió por un largo camino flanqueado por una valla de madera y se detuvo en lo alto de una colina. Era el lugar perfecto para obtener una vista de la antigua propiedad que se erguía en medio del vergel.
El único ocupante de la limusina, JunMyeon, salió del coche decidido a no sentirse impresionado, pero descubrió, al abrir la puerta, que la vista la estaba sobrecogiendo. Nunca le habían interesado demasiado las casas, pero nunca había visto uno como el que estaba viendo. Tenía techos de diferentes alturas y chimeneas majestuosamente altas que hacían juego con la piedra antigua de las paredes. Desde lejos, la casa exhibía una belleza y una calidez que encontró enormemente atractivas.
Su celular empezó a sonar y JunMyeon se apresuró a contestarlo.
—¿Qué tal la primera impresión? —preguntó SeHun desenfadadamente; su voz sensual que puso la piel de gallina a JunMyeon.
—Me gusta el paisaje. —JunMyeon no quería darle una respuesta entusiasta.
—Mira, la reunión se alargó un poco. Todavía estoy a una hora de camino. ¿Por qué no echas un vistazo primero a la finca y a los edificios de la granja? —oferto SeHun con una sonrisa, causada por escuchar la voz de JunMyeon—. Luego veremos la casa juntos.
—Está bien. —JunMyeon no espero más para cortar la llamada.
El chófer, que evidentemente había recibido instrucciones, condujo a JunMyeon hacia la granja, donde lo estaba esperando el administrador para ofrecerle una visita guiada. Sólo había transcurrido una semana desde que SeHun prometiera encontrar una nueva casa para el refugio y, aunque JunMyeon admitía no sentir demasiada atracción por los edificios antiguos, la nueva casa, una antigua casa en Chongju, cumplía con lo que SeHun consideraba los requisitos más importantes. Estaba cercana a Seúl y deshabitada en la actualidad, la casa en Chongju tenía terrenos bastante amplios, así como establos y otros edificios para los animales.
SeHun que estaba acostumbrado a chicos que nunca le ponían en el brete de tener que ir a buscarlos, pero con JunMyeon era diferente y no le incomodaba tener que hacerlo. De hecho, podia acostumbrarse a ir a recogerlo todos los dias que le quedarán de vida. Con eso en mente encontró a JunMyeon en el establo situado detrás de la casa. Con su cabellera de color castaño y una mano metida en el bolsillo de una ajada chaqueta verde, JunMyeon estaba sentado sobre una bala de heno en un establo abierto, jugueteando con un perro y charlando animadamente con el administrador de mediana edad. Sonriente y alegre, JunMyeon resultaba increíblemente atractivo y lleno de vida. Entonces JunMyeon vio a SeHun e instantáneamente se puso tenso y desapareció la sonrisa que hasta el momento había iluminado su rostro. Dicha reacción hizo sentir a SeHun como si fuera el hombre más asqueroso del mundo. Pero, sabia que tenia que ganarse nuevamente el aprecio, cariño y lealtad de JunMyeon.
Después de saludar al administrador, SeHun tocó a JunMyeon con un gesto bien calculado como dándole a entender que debía aceptar el cambio en su relación.
—Vayamos a ver la casa... —dijo SeHun—. Le dije al agente inmobiliario que preferíamos verla solos.
Saltando del montón de heno, JunMyeon se preguntó si algún día su corazón dejaría de brincar al ver a SeHun. Cada vez que veía sus rasgos bronceados algo se agitaba dentro de él. SeHun era increíblemente atractivo, siempre lo había sido. Pero además tenía algo muy especial que provocaba en JunMyeon el deseo de lanzarse a sus brazos. Intentando apartar su atención de SeHun, JunMyeon consideró que, si no aprendía a controlar sus reacciones ante el atractivo físico de SeHun, se humillaría a sí mismo y sufriría demasiado. Ignoró la mano de SeHun, que todavía estaba posada sobre su hombro, y metió las suyas en los bolsillos. «Resistencia pasivo», se dijo. «No permitiré ningún tipo de contacto físico. Tengo que tener cuidado. Si le ánimo, aunque sea sin querer, se aprovechará de mí. Es como si le hubieran programado para aprovecharse de cualquier oponente estúpido y débil. Si no tengo cuidado y le mantengo a distancia, pronto estará agitando un aro delante de mis narices o chasqueando un dedo para hacerme saltar».
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ENTRE DINASTIAS -SEHO
DragosteEl chaebol (en hangul, 재벌; en hanja, 財閥) es un modelo empresarial basado en grandes conglomerados con presencia en distintos sectores económicos, que se ha desarrollado en Corea del Sur. Las compañías que presentan esta peculiaridad se caracterizan...