Cuando sientas el peso del mundo sobre tus hombros, no desistas. En ese preciso instante párate a pensar que si lo soportas podrás conseguir todo aquello que las barreras te impidan. Lograrás tener valor para superar las adversidades. Y tendrás el lugar que tu mismo buscaste en el mundo que está a tus hombros, y como buen guerrero debes hacerlo caer a tus pies. Una vez lo hallas hecho, cualquier pequeño problema se convertirá en una gran oportunidad para aprender, para recordar y para luchar. Verás que cada error solo es una oportunidad de empezar de cero. Y aunque no sea agradable fallar, no hay otra opción de aprender.
La vida no será fácil, pero con el mundo a tus pies será más manejable. La convertirás en aquél sueño que nunca pudiste conseguir por el temor al "qué dirán". Vivirás tu propia historia maravillosa, aquella que siempre deseaste tener con esa persona tan especial que en un día pasó de ser alguien desconocido, a ser el culpable de cada sonrisa y el príncipe de tus deseos.
Sabes que eres valiente, solo te hace falta creer en que tus esfuerzos nunca son en vano. En que todo es alcanzable si das un pequeño paso para querer alcanzarlo. En que si fallas no siempre va a ser tu culpa, las circunstancias a veces pueden ser letales para una situación formada por dos mentes inocentes.
No culparse de los fallos ajenos es un paso para aprender que cada uno debe asumir sus hechos, pero ésto no significa que no lo ayudes si no está a tu alcanze.
Aprenderás que las ilusiones te llevan por dos caminos muy distintos; si se cumple la ilusión, por el de la felicidad infinita, pero si todo falla y no se cumple, recorrerás el camimo del dolor más mortifero existente, el de la exclavitud de tu corazón con palabras ahogadas entre llantos amargos.
La vida no es justa, pero quieras o no, haciéndote "sufrir" es la única forma que tiene de mostrarte lo qué en el recorrido de ésta va a ser bueno para ti, y qué es lo que realmente te hace mal. Es la única opción que tiene de hacerte despertar de un sueño sin sentido que tu mismo creaste, pero en verdad sabes que no te aporta nada bueno. Así que deja de quejarte de la vida, de fallar o de las ilusiones, y pégale una patada al mundo que está a tus pies. Líbrate de todo aquello que te amarga y se tú dónde estés y que nadie te diga nada malo de la vida, y si es así, demuéstrales como se vive con el mundo bajo tu control y a tu antojo.