T r e c e

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C a e l a n

Sé que no debería sentirme tan feliz, sin embargo, así es. Saber que Alyssa vino al partido para presenciar uno de los momentos más importantes de mi vida, me hace ridículamente feliz. Al igual que el que haya traído a Bruno. No sé qué estoy haciendo con ese niño, porque al igual que Alyssa, sé que nos encontramos en una cuerda floja, las cosas pueden llegar a complicarse tan rápido que ni siquiera nos daríamos cuenta, pero lo que dije es verdad. Bruno me importa, porque ella me importa. No sé si es correcto o no, pero lo hace.

Tampoco debería sentirme tan feliz de que no me haya hecho caso. Alyssa me buscó, tal vez pudo leer a través de mí y darse cuenta de que mis palabras no eran ciertas, porque claro que no lo son. La quiero cerca, la quiero conmigo, pero el dolor no me dejará admitirlo en un buen tiempo.

Volver a mi departamento se siente extraño, sobre todo con Maya a mi lado. Ella también está feliz porque haya ganado y por qué las cosas van mejor de lo que creyó. Ahora que sé bien dónde me metí, la verdad es que aprecio su preocupación. Sin embargo, eso no me hace sentir menos culpable.

Deseo a Alyssa más de lo que nunca podré desearla a ella. Y eso no es justo.

—Es probable que empiecen a llegarte ofertas para hacer entrevistas —dice, sentándose en el sillón y sin detenerse un solo segundo para ver el departamento—. Opino que los dejes esperar un tiempo. Tal vez hasta tu próximo partido.

—¿Por qué? —pregunto, sentándome en el sillón frente a ella.

—Está bien hacerse el misterioso de vez en cuando.

Asiento, acariciando mi labio inferior.

Estuve tan cerca de besarla...

Maya saca su tableta y noto que empieza a revisar los correos del día. Yo echo la cabeza hacia atrás y suspiro. Después de que Alyssa, Bruno y Nel se fueron, Denzel también lo hizo. Dijo que tenía cosas que resolver y parecía importante, así que me abstuve de pedirle que viniera con nosotros. Estar solo con Maya me hace sentir muy culpable, y quiero decir cosas que sé que harán mucho daño.

—Alyssa es linda —dice de repente, ganándose mi atención.

Ella sigue en la tableta.

—Sí —murmuro.

Es mucho más que solo linda, pero no me parece adecuado discutir eso con ella.

—¿Estudiaron juntos?

—La preparatoria.

Me mira de reojo con una pequeña sonrisa.

—Bien.

No me gusta su tono, es como si sospechara algo.

—¿Qué?

—Nada.

—Dime.

—Parecía disgustada con presencia.

—No es verdad.

Pero sí que lo es. Y tampoco debería, pero no puedo negar que se sintió bien ver a Alyssa celosa. Antes ninguno de los dos podía permitirse una emoción como esa, sin embargo, ahora ya no hay nada que nos detenga. Bueno, al menos no a ella, porque yo no me debería sentir así.

—Sí, es verdad —deja por fin la tableta y me mira con los ojos entrecerrados—. ¿Ustedes tuvieron algo?

Me tenso tanto que mis músculos empiezan a doler.

Con lo inteligente que es Maya, supongo que debí esperar que lo descubriría. Pero hace unas horas estuve tan distraído, tan feliz, que olvidé por completo que debía ser precavido.

El poder del amor #2 B.P [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora