C a t o r c e

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A l y s s a

No tengo nada que ponerme.

Veo la ropa dentro de mi armario, tratando de buscar algo bonito, algo que sea adecuado para esta noche, pero no hay nada lo suficientemente bueno.

—Agh —gruñó, enterrando mi rostro en las almohadas de mi cama.

Debería cancelarle a Caelan. Mover la cita para mañana y comprar algo lindo en una tienda de la ciudad, pero no tengo la valentía para hacer eso. Después de todo, este es el único atisbo de esperanza que he tenido en semanas para resolver todo esto. No puedo echarlo a perder solo porque no tengo ropa bonita.

—¿Estás teniendo una crisis? —escucho la voz divertida de Nel en mi puerta.

—Sí —yo apenas me escucho estando contra la almohada.

—Llegará en una hora, Alyssa.

—Pero ya me bañé.

Al menos me peiné también.

—Vamos. Arriba.

—No quiero.

Pero yo siento que ya empieza a jalarme por el brazo, tratando de levantarme. Me aferro a las sabanas con fuerza.

—Alyssa.

—Tengo ropa horrible. No puedo ir a una cita con eso.

—¿De qué estás hablando? Tienes ropa hermosa.

—¿Tú te la pondrías?

—Bueno, no —yo gimo y ella se apresura a arreglarlo—. Pero porque no es mi estilo. Es el tuyo.

—No trates de arreglarlo.

—Levántate de una vez, a menos que quieras irte en pijama.

Lo peor sería eso, así que me levanto. Ella me mira con diversión.

—No me mires así.

—Lo siento, es que... hace mucho que no te veía tan nerviosa.

—Pues hace mucho que no salía.

—No es por eso. Es Caelan.

Juego con la tela de mi bata, evitando su mirada.

Por supuesto que es por Caelan. Quiero verme linda esta noche, quiero sentirme bien y que él quede babeando al verme. Pero nada parece lo suficientemente bueno para provocar una reacción así, y realmente estoy tratando de esforzarme.

—No es verdad —susurro, en vano.

—Lo que tú digas.

Nel se levanta y empieza a buscar en mi armario.

—Tú la viste, Nel. Su novia parece salida de una serie de adolescentes de Netflix.

—Hbo también hace bunas series de adolescentes.

Frunzo las cejas.

—Solo conozco Euphoria.

—Es verdad, yo tampoco he visto otra —se gira hacia mí, mirándome con advertencia—. Pero no hagas eso.

—¿Hacer qué?

—Compararte con ella.

—Bueno, es muy difícil no hacerlo cuando es la nueva novia de mi antiguo novio.

—Tienes un punto, pero tú eres hermosa. Y si no recuerdo mal, cada vez que Caelan te veía casi tenía una erección.

Abro los ojos ampliamente, escandalizada.

El poder del amor #2 B.P [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora